
Durante años hemos recibido consejos sobre disminuir las grasas saturadas para proteger el corazón, pero los efectos reales pueden variar de persona a persona. Nuevas investigaciones indican que no todas las reducciones de grasa son iguales y que los beneficios dependen del riesgo cardiovascular de cada individuo.
Realizar pequeños cambios en la alimentación, como reemplazar ciertas grasas por opciones más saludables, podría ser crucial para prevenir problemas cardíacos serios y mantener un corazón sano. Comprender cómo estas decisiones impactan la salud es clave para vivir más y mejor.
QUIÉN SE BENEFICIA REALMENTE DE REDUCIR LAS GRASAS SATURADAS
Una revisión sistemática de 17 ensayos aleatorizados ha revelado que, en personas con alto riesgo cardiovascular, la reducción del consumo de grasas saturadas se asoció con menos mortalidad por todas las causas y una posible disminución de muertes cardiovasculares, infartos y accidentes cerebrovasculares, según expertos de la Universidad de Toronto, la Universidad McMaster y la Universidad Texas A&M.
Es importante destacar que el mayor beneficio en la prevención de infartos no mortales se alcanzó al sustituir las grasas saturadas por grasas poliinsaturadas (AGPI), en lugar de simplemente reducirlas. En personas con riesgo cardiovascular bajo o intermedio, la reducción o sustitución del consumo de grasas saturadas ofreció poco o ningún beneficio a lo largo de 5 años.
POR QUÉ SUSTITUIR ES MÁS EFECTIVO QUE SOLO REDUCIR
Los investigadores que publican el estudio en ‘Annals of Internal Medicine’ revisaron ensayos que involucraron a 66.337 participantes que compararon el efecto de la reducción de la ingesta de grasas saturadas con su reemplazo por nutrientes alternativos como los PUFA en relación a la mortalidad y los resultados cardiovasculares durante al menos dos años.
Los datos mostraron que, en general, la reducción de la ingesta de grasas saturadas resultó en disminuciones significativas en el colesterol total y el colesterol LDL.
Para las personas de alto riesgo, la evidencia de baja a moderada certeza indicó que la reducción de la ingesta de grasas saturadas podría tener beneficios significativos en la mortalidad total, la mortalidad cardiovascular, los infartos no mortales y los accidentes cerebrovasculares. En particular, el reemplazo de grasas saturadas por PUFA mostró reducciones absolutas significativas en el riesgo de infarto no mortal. Para las personas de bajo riesgo, los beneficios absolutos no fueron significativos.
Estos hallazgos sugieren que la reducción de grasas saturadas puede ser más relevante para las poblaciones de alto riesgo, y que el reemplazo por PUFA podría amplificar los beneficios.
Monica García Velazquez
Fuente de esta noticia: https://dgratisdigital.com/como-proteger-tu-corazon-reduciendo-las-grasas-saturadas/También estamos en Telegram como @prensamercosur, únete aquí: https://t.me/prensamercosur Mercosur
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