
La Asociación Americana del Corazón ha publicado una nueva declaración científica que advierte sobre la creciente evidencia de que la enfermedad de las encías está relacionada con un mayor riesgo de eventos cardiovasculares, tales como ataque cardíaco, accidente cerebrovascular, fibrilación auricular, insuficiencia cardíaca y problemas cardiometabólicos.
Por este motivo, se subraya que la prevención y el tratamiento adecuado de la enfermedad de las encías, también conocida como enfermedad periodontal, pueden potencialmente disminuir la incidencia de enfermedades cardiovasculares.
La última declaración de la Asociación Estadounidense del Corazón, publicada en la revista oficial ‘Circulation’, ofrece nuevos datos que fortalecen la conexión entre la enfermedad periodontal y la enfermedad cardiovascular aterosclerótica (ECVA), actualizando así la declaración científica anterior de 2012.
La enfermedad cardiovascular aterosclerótica, que es la principal causa de muerte mundial, resulta de la acumulación de placa en las arterias y abarca condiciones como la enfermedad cardíaca coronaria, accidentes cerebrovasculares, enfermedad arterial periférica y aneurismas aórticos.
«La boca y el corazón están interconectados», afirma el Dr. Andrew H. Tran, presidente del grupo encargado de la declaración científica, cardiólogo pediátrico y director del programa de cardiología preventiva en el Hospital Infantil Nationwide de Columbus (Estados Unidos).
«La enfermedad periodontal y una mala higiene bucal pueden permitir entrada de bacterias en el torrente sanguíneo, lo que genera inflamación que puede lesionar los vasos sanguíneos y elevar el riesgo de enfermedades cardíacas», continúa el Dr. Tran. «Cepillarse los dientes, usar hilo dental y acudir a revisiones dentales regulares no solo son esenciales para tener una sonrisa sana, sino también para cuidar del corazón».
El nuevo documento menciona que la enfermedad periodontal es una enfermedad inflamatoria crónica. La fase inicial es la gingivitis (inflamación de las encías debida a acumulación de placa dental) que, si no se trata, puede avanzar a periodontitis, donde las encías se separan de los dientes, formando bolsas que pueden albergar bacterias y generar infecciones.
En su etapa más avanzada, la periodontitis severa provoca un daño significativo en los huesos que sostienen los dientes; esto puede provocar que los dientes se aflojen y caigan, llegando a requerirse intervención quirúrgica.
La enfermedad periodontal es más común en individuos con mala higiene bucal y otros factores de riesgo para enfermedades cardiovasculares, tales como hipertensión, sobrepeso u obesidad, diabetes y tabaquismo.
Asimismo, la incidencia de la enfermedad periodontal es mayor entre hombres, adultos mayores y personas con actividad física baja, y se ve afectada por determinantes sociales adversos como el bajo nivel socioeconómico, inseguridad alimentaria o falta de acceso a atención médica, incluida la odontológica.
Aunque la enfermedad periodontal y la ECVA comparten factores de riesgo, investigaciones recientes demuestran una relación independiente entre ambas condiciones.
Expertos sugieren que los mecanismos biológicos que relacionan la enfermedad periodontal con un pronóstico cardiovascular negativo incluyen vías directas como las bacterias en la sangre y las infecciones vasculares, además de vías indirectas como la inflamación sistémica crónica.
Estudios han demostrado que la enfermedad periodontal se asocia con un mayor riesgo de infarto de miocardio, accidente cerebrovascular, fibrilación auricular, insuficiencia cardiaca, enfermedad arterial periférica, enfermedad renal crónica y muerte cardíaca.
Aunque la enfermedad periodontal contribuye a la inflamación crónica asociada a la ECVA, aún no se ha confirmado una relación causal. Tampoco existe evidencia que sugiera que el tratamiento periodontal prevenga enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, los tratamientos que disminuyan la exposición a la inflamación a lo largo de la vida parecen ser beneficiosos para reducir el riesgo de desarrollar ECVA.
El tratamiento y control de la enfermedad periodontal y la inflamación asociada pueden ayudar en la prevención y manejo de la ECVA. Las personas con uno o más factores de riesgo cardiovascular son consideradas de mayor riesgo y pueden beneficiarse de revisiones dentales periódicas y cuidado periodontal específico para reducir la inflamación crónica.
Por último, investigaciones previas han demostrado que cepillarse los dientes con mayor frecuencia está vinculado a un menor riesgo de ECVA a 10 años (13,7 % para quienes se cepillan una vez al día o menos en comparación con 7,35 % para quienes lo hacen tres o más veces al día) y a una disminución de los marcadores inflamatorios.
Monica García Velazquez
Fuente de esta noticia: https://dgratisdigital.com/cepillarse-los-dientes-3-veces-al-dia-o-solo-una-impacto-en-el-riesgo-cardiovascular/?utm_source=rss&utm_medium=rss&utm_campaign=cepillarse-los-dientes-3-veces-al-dia-o-solo-una-impacto-en-el-riesgo-cardiovascular
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