
En diciembre, las mesas se llenan de guisos, carnes, arroz, pastas y salsas que suelen durar varios días en el refrigerador. Recalentar comida durante las fiestas decembrinas es una práctica común, pero también una de las principales causas de intoxicación alimentaria en esta temporada. El problema no suele estar en la receta ni en el microondas, sino en errores repetidos: dejar la comida fuera demasiado tiempo, recalentar varias veces o no alcanzar la temperatura adecuada. Entender cómo recalentar correctamente las sobras navideñas puede marcar la diferencia entre disfrutar las fiestas o terminar con malestar estomacal.
Errores comunes al recalentar comida en fiestas decembrinas
Uno de los errores más frecuentes en Navidad y Año Nuevo es recalentar grandes cantidades de comida al mismo tiempo. Las ollas llenas y los platos saturados hacen que el calor no se distribuya de forma uniforme, dejando zonas frías donde las bacterias pueden sobrevivir. A esto se suma el uso del microondas sin revolver ni girar los alimentos, lo que crea los llamados puntos fríos.
Otro fallo típico de las fiestas es confiar en el olor o el aspecto. Muchas bacterias no generan cambios visibles, por lo que una comida puede “oler bien” y aun así ser peligrosa. También es común recalentar una y otra vez el mismo platillo durante varios días, cuando cada ciclo de enfriado y calentado aumenta el riesgo de contaminación.
La temperatura segura no es negociable
Durante las celebraciones decembrinas, el tiempo suele alargarse: la comida permanece horas sobre la mesa mientras se convive. Esto es crítico porque las bacterias crecen rápido en la zona de peligro, entre 4 °C y 60 °C. Si un platillo pasa demasiado tiempo en ese rango, recalentar después no siempre lo vuelve seguro.

Las guías de seguridad alimentaria indican que las sobras deben recalentarse hasta alcanzar al menos 74 °C en toda su extensión. En el microondas, esto implica cubrir el alimento, calentarlo por etapas y revolver a la mitad del proceso. Si una parte del platillo no está bien caliente, el riesgo sigue presente, aunque el resto esté humeante.
Arroz, pasta y guisos: los más delicados en diciembre
El arroz navideño, la pasta y otros alimentos ricos en almidón requieren especial cuidado. Estos pueden contener Bacillus cereus, una bacteria cuyas esporas resisten el calor. Si el arroz se deja varias horas a temperatura ambiente durante la cena o la comida familiar, recalentar al día siguiente no elimina necesariamente el peligro.

Lo mismo ocurre con carnes, pollo, pescados y guisos con crema o huevo, muy comunes en estas fechas. En diciembre, cuando se cocina en grandes cantidades y se guarda por varios días, estos alimentos se vuelven especialmente sensibles a errores de manejo.
El verdadero error: dejar la comida fuera demasiado tiempo
El mayor problema del recalentado decembrino no está en el microondas, sino antes de guardar las sobras. Los alimentos perecederos deben refrigerarse dentro de las primeras dos horas después de cocinarse; si hace calor o la cocina está muy concurrida, ese tiempo se reduce a una hora.

Dividir la comida en porciones pequeñas ayuda a que se enfríe más rápido. Guardar una olla grande y caliente directamente en el refrigerador retrasa el enfriamiento y mantiene el alimento más tiempo en la zona de peligro. Etiquetar los recipientes con fecha evita consumir sobras que ya superaron su límite seguro.
¿Cómo recalentar comida de fiestas sin perder sabor ni seguridad?
Para sopas, caldos y salsas, lo más seguro es llevarlos a ebullición. En guisos, carnes y rellenos, el horno o la estufa suelen ofrecer un calentamiento más parejo que el microondas y mejoran la textura. Las verduras asadas, por ejemplo, recuperan mejor su sabor en el horno que con un recalentado rápido.

Una regla clave en estas fechas es recalentar solo lo que se va a consumir. Volver a guardar comida ya recalentada incrementa el riesgo y deteriora la calidad del platillo. Menos recalentados significa menos errores y mejor sabor.
¿Cuántos días duran las sobras decembrinas?
Las sobras cocidas pueden mantenerse entre tres y cuatro días en refrigeración si se almacenan a 4 °C o menos. Recalentarlas no extiende su vida útil. Si un platillo lleva más tiempo guardado, aunque se vea bien, lo más seguro es desecharlo. Congelar es una opción para alargar la conservación, pero no elimina bacterias: solo detiene su crecimiento mientras el alimento permanece congelado. Para conservar textura y sabor, conviene consumir los alimentos congelados en un plazo de semanas o pocos meses, dependiendo del platillo.

Recalentar comida en las fiestas decembrinas puede ser seguro si se respetan reglas básicas que a menudo se pasan por alto entre reuniones y celebraciones. El riesgo real no está en el recalentado en sí, sino en dejar la comida fuera demasiado tiempo, recalentar varias veces o no alcanzar la temperatura adecuada. En una temporada de abundancia, cuidar estos detalles protege la salud y permite disfrutar las sobras sin preocupaciones. ¿Cuántos de estos errores se repiten cada diciembre sin que nadie los note?
Carolina Gutiérrez Argüelles
Fuente de esta noticia: https://ecoosfera.com/wellness/errores-comunes-recalentado-decembrino/
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