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Colombia cerró un capítulo inédito en la construcción de un sistema de protección más sólido, moderno y humano para niñas, niños y adolescentes. El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar culminó con éxito el Primer Congreso Nacional de Defensores de Familia, un encuentro sin precedentes que reunió a más de 600 defensoras y defensores de todo el país en torno a un objetivo común: fortalecer la toma de decisiones que protegen derechos y transforman vidas. Durante dos jornadas intensas de trabajo técnico y reflexión profunda, el país avanzó hacia la consolidación de un sistema articulado, coherente y respaldado por evidencia, capaz de responder a los desafíos complejos que enfrenta hoy la niñez.
El Congreso se convirtió en un espacio de diálogo de alto nivel que conectó la experiencia nacional con el conocimiento global. Expertas y expertos de agencias del Sistema de Naciones Unidas como UNICEF y ACNUR, así como referentes institucionales de España y Chile, aportaron miradas comparadas y aprendizajes internacionales. A través de conferencias magistrales, paneles especializados, ponencias, experiencias pedagógicas y laboratorios de conocimiento, se actualizaron criterios técnicos, se analizaron nuevos escenarios de riesgo y se fortalecieron herramientas clave para los procesos de restablecimiento de derechos, con un enfoque más ágil, riguroso y centrado en el interés superior de la niñez.
Los debates abordaron temas estratégicos para el presente y el futuro del país. Se profundizó en las violencias invisibles que afectan a niñas, niños y adolescentes, en las tipologías de violencia en América Latina y en los retos jurídicos y sociales de la custodia compartida. También se analizaron los desafíos derivados de la movilidad humana y la protección internacional, las transformaciones necesarias en el Sistema de Responsabilidad Penal para Adolescentes, y la importancia de los sistemas de cuidado con enfoque étnico y territorial. Un capítulo especial estuvo dedicado a los avances en inteligencia artificial aplicada al derecho de familia y a los sistemas de información del Bienestar Familiar, como herramientas estratégicas para fortalecer la toma de decisiones basadas en datos.
La directora general del Bienestar Familiar, Astrid Eliana Cáceres, subrayó la relevancia estructural del encuentro y el impacto que tiene en la vida de miles de niñas, niños y adolescentes. Señaló que los defensores de familia toman decisiones que marcan destinos y que, por ello, es indispensable que cuenten con criterios actualizados, herramientas sólidas y un respaldo institucional acorde con la complejidad de los contextos actuales. En ese sentido, destacó que el Congreso permitió avanzar hacia decisiones más humanas, más oportunas y más firmes, alineadas con los estándares nacionales e internacionales de protección integral.
Desde la perspectiva internacional, la experta de UNICEF María Teresa Llorente resaltó el liderazgo de Colombia al convocar a sus defensores de familia en un ejercicio de revisión crítica y proyección estratégica. Destacó que este espacio evidencia un compromiso real por elevar los estándares de protección, fortalecer las prácticas institucionales y construir un modelo más cercano a las realidades de los territorios, en sintonía con los principios de la Convención sobre los Derechos del Niño.
Más allá del componente técnico, el Congreso integró una dimensión humana y cultural que reconoció la carga emocional que implica proteger a la niñez en contextos de alta vulnerabilidad. La obra teatral “Emociones”, la muestra musical “Esencia pura” y el recorrido sensorial “Jardín de sueños” ofrecieron espacios de cuidado, introspección y reconocimiento, recordando que el bienestar de quienes protegen derechos es también un pilar fundamental del sistema.
El cierre del Primer Congreso Nacional de Defensores de Familia deja un balance altamente positivo y una hoja de ruta fortalecida para el país. El intercambio de experiencias entre regiones, el diálogo con la comunidad internacional y la construcción de nuevos consensos proyectan un sistema de protección más articulado, sensible y eficaz. Colombia consolida así un hito institucional que no solo refuerza la labor de sus defensores de familia, sino que envía un mensaje claro al mundo: la protección integral de la niñez es una prioridad de Estado y un compromiso que se renueva con conocimiento, humanidad y visión de futuro.
carloscastaneda@prensamercosur.org
