
La encuesta de Opción Consultores dibuja un mapa político uruguayo en estado de reposo. No hay terremotos. Los bloques están igualados en preferencias, pero con composiciones internas distintas.
A poco más de un año de las últimas elecciones nacionales y con la próxima cita electoral aún en un horizonte lejano de 2029, el mapa de las preferencias partidarias de los uruguayos muestra un panorama de notable estabilidad, según la última encuesta de fin de año de la consultora Opción, dirigida por Rafael Porzecanski. Los datos, presentados este jueves en el informativo Telenoche, revelan que los bloques políticos principales se encuentran en un empate técnico en las preferencias, aunque con matices internos significativos y con la salvedad fundamental de que no se mide intención de voto, sino identificación o simpatía partidaria.
El sondeo, realizado entre octubre y noviembre de este año, arroja que el 40% de los encuestados declara preferencia por el Frente Amplio (FA). El Partido Nacional (PN) se ubica en un 29%, mientras que el Partido Colorado (PC) alcanza un 9%. Los partidos menores obtienen porcentajes menores: Identidad Soberana un 3%, Cabildo Abierto (CA) y el Partido Independiente (PI) un 2% cada uno, y otros partidos el 1%. Un segmento no menor, el 13%, afirma no preferir a ningún partido, y un 2% no sabe o no contesta.
La lectura por bloques, no exenta de complejidad, muestra una fotografía de paridad. El oficialismo, agrupado en la Coalición Republicana (integrada por PN y PC), suma un 40% si se toman sus componentes por separado, nivel idéntico al del Frente Amplio.
Cabe destacar que este cálculo excluye expresamente a Cabildo Abierto, fuerza que actualmente no forma parte de la coalición de gobierno. Esta igualdad en las preferencias de bloque enmascara, sin embargo, una desproporción interna en la coalición, donde el peso del Partido Nacional es abrumadoramente mayoritario frente al Colorado.
Al analizar la serie histórica que Opción mantiene desde 2021, Porzecanski subrayó la “fuerte estabilidad” que se observa tanto para el Frente Amplio como para el bloque opositor en su conjunto. Esta tendencia sugiere que, más allá de los vaivenes de la gestión diaria, la identificación de los uruguayos con los grandes espacios políticos se ha consolidado en porcentajes relativamente fijos.
La estabilidad también se replica a nivel de los partidos individuales, con una excepción relevante: el Partido Colorado, que con un 9% registra su mejor guarismo en esta medición específica.
Este dato colorado invita a una reflexión crucial sobre la metodología y lo que realmente miden estas encuestas. El propio Porzecanski fue enfático al recordar que “no es lo mismo medir la intención de voto que las preferencias partidarias”.
La prueba empírica es contundente: en las elecciones de octubre de 2024, el Partido Colorado obtuvo aproximadamente un 16% de los votos, casi el doble del porcentaje que hoy declara como preferencia. Esta brecha ilustra cómo factores como la candidatura presidencial, la campaña electoral y la dinámica de competencia intra-coalición pueden movilizar a un electorado que, en tiempos no electorales, manifiesta una adhesión más moderada.
Uno de los puntos más intrigantes del estudio reside en la posición del Frente Amplio. La coalición de izquierda mantiene un sólido 40% de preferencia, un piso electoral robusto, a pesar de que, como señaló el titular de Opción, la desaprobación a la gestión del gobierno nacional –liderado por el Frente Amplio– se encuentra “bastante por debajo” de ese número. Esta aparente paradoja puede explicarse por la distinción conceptual entre la evaluación de un gobierno en funciones y la identificación histórica y programática con un proyecto político. Una parte del electorado frenteamplista puede estar disconforme con aspectos de la gestión actual, pero ello no erosiona necesariamente su afinidad partidaria de base.
Para los partidos menores, la encuesta confirma un escenario de lucha por la relevancia. El alto porcentaje de “ninguno” (13%) representa un reservorio de ciudadanos desconectados de la oferta partidaria actual.
