
Isla Mujeres es uno de esos destinos que se sienten antes de descubrirse: una isla del Caribe Mexicano donde el tiempo se desacelera, el mar muestra todos los tonos de azul y la vida fluye con una calma auténtica. Frente a Cancún, pero en un mundo propio, la mágica isla combina playas de arena blanca, atardeceres memorables y una energía suave que invita a desconectarse del ruido y reconectar con lo más esencial.

Y dentro de ese escenario sereno aparece Almare, a Luxury Collection Resort, Isla Mujeres, casi como un secreto bien guardado que se revela con sutileza. Desde el primer momento transmite una calma elegante, una sensación de refugio donde todo está pensado para bajar el ritmo, soltar el control y dejar que el Caribe marque el paso.
El viaje comienza en el Aeropuerto Internacional de Cancún con un traslado de aproximadamente 30 minutos, que poco a poco va marcando el cambio de ritmo. Luego, a bordo de una embarcación privada, que parte desde Puerto Cancún, el trayecto es una experiencia tan especial como el destino mismo.
Al llegar al muelle de Almare, la hospitalidad se siente inmediata y exquisita: un lujo sereno y cercano que te recibe con un welcome drink, marcando desde el primer instante el inicio de una experiencia pensada para disfrutar sin prisas.

Al llegar a la habitación el lujo se encuentra en cada detalle y al apreciar una amplia vista al mar, me sentí es un refugio de calma y elegancia. La habitación es luminosa y cuidadosamente diseñada, combina tonos suaves, materiales nobles y detalles contemporáneos que invitan al descanso. Desde el balcón, el Caribe se despliega en todo su esplendor, regalando amaneceres dorados y el sonido constante del mar como banda sonora. Cada elemento —la cama impecable, el baño sofisticado, los amenities de alta gama— está pensado para crear una sensación de confort absoluto, donde el lujo es profundamente reconfortante.
Experiencias inolvidables
Por la noche, el hotel nos sorprendió con una clase grupal de cerámica, una experiencia íntima y creativa donde, entre risas y conversaciones suaves, dimos forma a adornos navideños, convirtiendo el momento en un recuerdo especial y lleno de encanto.

Al día siguiente la mañana empezó sin prisa y así fueron los sucesivos días. El desayuno, en el restaurante Boga, lo disfruté en un ambiente fresco, cuidado y luminoso, parecía pensado para prolongar la quietud.
El almuerzo fue en el Pool Bar The Breeze, donde pude disfrutar de un pescado Tikin Xic, receta tradicional y emblemática de Isla Mujeres, lleno de sabor y frescura, acompañado de una margarita de mango refrescante, perfecta para el clima y la energía del Caribe.

Luego visité Alma Spa, una experiencia profundamente sensorial que comenzó con un ritual de bienvenida dedicado a Ixchel, la diosa maya de la luna, la fertilidad, la sanación y el amor, protectora ancestral de Isla Mujeres. Este primer momento de conexión espiritual dio paso a un circuito de bienestar, cuidadosamente diseñado para relajar el cuerpo y armonizar la energía, culminando con un masaje profundamente relajante que dejó una sensación de calma, equilibrio y renovación total.
Durante el día, Isla Mujeres se revela cercana y auténtica para paseos breves, miradas largas al horizonte, conversaciones que nacen sin reloj. Y al volver, Almare te espera como en casa con una ducha tibia y una copa al atardecer, que fueron ceremonias diarias por el cielo incendiado de naranjas y rosados, el silencio compartido, la certeza de estar exactamente donde había que estar.
El toque gastronómico y de coctelería del restaurante Seasalt, ubicado en el rooftop, me sorprendió con sus cócteles de autor cuidadosamente elaborados y una carta de inspiración internacional. Aquí cada plato y cada trago elevan la experiencia gastronómica con vistas privilegiadas y un ambiente sofisticado y relajado a la vez.
Las noches trajeron una elegancia relajada. Luces bajas, brisa marina, cenas que celebran el sabor sin exceso. Dormir allí fue reparador, un descanso que no solo cierra el día, lo sana.
Partí con la sensación de haber vivido algo íntimo y sencillo, de esos viajes que no buscan impresionar sino reordenar por dentro. Almare no es solo un resort todo incluido de Marriott en Isla Mujeres, es un estado de calma, un recordatorio de que el lujo verdadero es sentirse en paz. Volveré, porque hay lugares que no se visitan una vez, se eligen.
Por: Mariangela De la Barra
Infotur Latam
Fuente de esta noticia: https://infoturlatam.com/almare-a-luxury-collection-resort-isla-mujeres/
También estamos en Telegram como @prensamercosur, únete aquí: https://t.me/prensamercosur Mercosur
Recibe información al instante en tu celular. Únete al Canal del Diario Prensa Mercosur en WhatsApp a través del siguiente link: https://www.whatsapp.com/channel/0029VaNRx00ATRSnVrqEHu1W
