
Aunque a simple vista pueda recordar a la tortilla española, la frittata de verduras italiana queda a mitad de camino entre nuestra tortilla tradicional y la tortilla francesa, y admite verduras a montones sin que pierda su encanto.
Yo la hago mucho cuando tengo un par de verduras rondando por la nevera y no me apetece complicarme demasiado. La cebolla morada, el pimiento rojo y los guisantes dan color y un sabor muy fresco, y la mejorana fresca —o cualquier hierba que tengas más a mano, luego te doy ideas— le aporta un aroma suave sin empalagar.
Si buscas una receta sencilla, vistosa y apañada para cualquier comida del día, esta frittata te puede venir genial. Te cuento cómo hacerla paso a paso, que verás que no tiene pérdida.
Receta de frittata italiana de verduras
Ingredientes
- 6 huevos
- 1 cebolla morada mediana
- 1 pimiento rojo pequeño
- 80 g de guisantes (pueden ser congelados)
- 30 g de queso parmesano rallado
- 1 ramita de mejorana fresca (o tomillo, orégano o perejil si no tienes)
- Sal al gusto
- Pimienta negra al gusto
- Aceite de oliva virgen extra
Cómo hacer frittata de verduras
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Empieza picando 1 cebolla morada mediana y 1 pimiento rojo pequeño en dados. - Calienta una sartén antiadherente con un chorrito de aceite de oliva y pon a pochar la cebolla a fuego medio.
- Cuando veas que empieza a ablandarse, añade el pimiento y cocina unos minutos más hasta que esté tierno.
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Incorpora 80 g de guisantes (si son congelados, no hace falta descongelarlos antes) y saltéalos un par de minutos para que se integren bien con las verduras. -

Rompe los 6 huevos en un bol. -

Bate los 6 huevos con una pizca de sal, un poco de pimienta negra y 30 g de queso parmesano rallado. -

Añade la ramita de mejorana fresca picada (o la hierba que estés usando) y mezcla solo lo justo para que quede todo repartido. Cuando el salteado esté listo, pásalo al bol con los huevos y remueve para distribuir las verduras por toda la mezcla. -

Pon la sartén al fuego de nuevo con una cucharadita de aceite de oliva y vierte toda la mezcla. - Baja un poco la intensidad para que se cuaje despacio y deja que se cocine hasta que los bordes estén firmes.
- Con ayuda de un plato, dale la vuelta —igual que harías con la tortilla española— y cocina el otro lado un par de minutos más, solo hasta que se dore un poco.
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En cuanto la veas cuajada a tu gusto, la retiras del fuego y la sirves.
Consejos para hacer frittata de verduras perfecta

- Si quieres que la frittata te quede jugosa y no reseca, cocina primero bien las verduras. La cebolla morada y el pimiento rojo necesitan unos minutos para soltar su dulzor y que no queden duros dentro del huevo. Además, si usas guisantes congelados, dales siempre un golpe de calor para que no enfríen la mezcla y cuaje de forma uniforme.
- Para darle un sabor más aromático puedes usar mejorana fresca, pero si no tienes no pasa nada: el tomillo, el orégano o el perejil funcionan igual de bien. Lo importante es no pasarse con la cantidad; con una ramita picada es suficiente para que no eclipse el sabor del huevo y el parmesano.
- Si te da cierto respeto darle la vuelta, existe un truco sencillo: deja que cuaje un poquito más por abajo antes de girarla. No pasa nada si se dora ligeramente, de hecho ayuda a que mantenga la forma. Y si no te apetece complicarte, puedes usar una sartén para tortillas de las que llevan tapa, como esta.
- Esta frittata se puede conservar sin problema. Si te sobra, guárdala en un táper bien cerrado en la nevera y te aguanta hasta 2 días. También puedes congelarla cortada en porciones; solo tienes que envolver cada pieza en papel de horno y meterla en una bolsa. Para recalentarla, basta con pasarla por la sartén a fuego suave o darle un golpe de horno.
Cómo acompañar la frittata de verduras
La frittata es tan versátil que encaja casi con cualquier cosa, pero hay un par de acompañamientos que le van especialmente bien. Uno de los más socorridos es una ensalada fresca: con unas hojas de rúcula, un chorrito de aceite de oliva y un poco de limón tienes algo rápido y que equilibra muy bien la suavidad del huevo. También combina genial con unas rodajas de tomate aliñadas o con una ensalada de pepino, si te apetece algo todavía más ligero.
Si la quieres convertir en una comida más completa, puedes servirla con un poco de pan tostado —del de toda la vida, crujiente y sencillo— o con unas patatas al horno cortadas finitas.
Otras recetas de frittata que puedes probar

- Frittata tradicional: Esta es la versión más básica, ideal para cena rápidas. Simplemente combina huevos batidos con queso parmesano rallado, sal y pimienta, y cocínala hasta que esté firme y dorada.
- Frittata de calabacín: El calabacín se corta en rodajas finas o se ralla y se saltea brevemente para eliminar el exceso de agua. Se incorpora a la mezcla de huevo con un poco de ajo picado para darle sabor antes de cocinarla.
- Frittata con tomate y albahaca: Esta versión es fresca y aromática, capturando el sabor de la cocina mediterránea. Se añaden tomates cherry cortados o en rodajas, junto con hojas frescas de albahaca, a la mezcla de huevo y queso antes de hornear.
- Frittata de espinacas: Una opción saludable y clásica, donde las hojas de espinacas (previamente blanqueadas o salteadas) son el ingrediente principal. Se mezclan con los huevos, sal y pimienta. Si usas espinacas baby (las hojas pequeñitas) las puedes poner en crudo.
Así que ahí lo tienes: la frittata de verduras es más que una simple receta, es una invitación a la improvisación. Es esa comida fiable que te permite usar lo que tienes a mano, así que anímate a jugar con las estaciones, a incorporar esas verduras que necesitan ser usadas, y descubre tu propia versión favorita. ¡Buen provecho!
Si buscas otras formas de disfrutar la clásica tortilla española con un toque de sabor a huerto, no puedes dejar de probar la tortilla de espinacas, que aporta un intenso color verde y un ligero toque terroso, ideal para una cena ligera; la tortilla de judías verdes, donde las judías tiernas se cuecen y luego se sofríen, dando una textura suave y un sabor dulce muy agradable; la tortilla de acelgas, una variante más rústica que se beneficia de unas hojas previamente blanqueadas o salteadas con ajo para suavizar su amargor natural; y la tortilla de puerros, que se distingue por el dulzor delicado y la melosidad que el puerro pochado aporta a la masa de huevo, convirtiéndola en una opción muy sutil y sabrosa.
Cintia Scianna
Fuente de esta noticia: https://www.pequerecetas.com/receta/frittata-de-verduras/
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