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Camilo Vera, joven talento colombiano nacido en Cúcuta, irrumpió con fuerza en el escenario internacional al conquistar dos medallas de oro en el Mundial Juvenil de Gimnasia Artística celebrado en Manila, Filipinas. Con apenas 18 años, el gimnasta demostró una madurez deportiva y una precisión técnica dignas de las grandes figuras del deporte, dejando una huella imborrable y posicionándose como una de las promesas más brillantes de la gimnasia mundial.
Su participación fue tan impecable como cautivadora. En las barras paralelas, protagonizó un duelo emocionante con el japonés Nao Ojima, en el que ambos deportistas ejecutaron rutinas de altísimo nivel. Vera alcanzó una puntuación de 13.866, logrando superar a su rival por la mínima diferencia en dificultad. La exactitud de sus movimientos y la impecable ejecución lo llevaron a compartir el oro con Ojima, en una final vibrante que mantuvo al público expectante hasta el último momento. El podio lo completaron el estadounidense Danila Leykin y el chino Yang Lanbin, quienes compartieron el bronce, en una final dominada por la elegancia y el talento del colombiano.
Pero lo mejor estaba por venir. En la barra horizontal, Vera alcanzó una actuación magistral que lo consolidó como figura absoluta del certamen. Con una puntuación de 14.533, no solo superó al norteamericano Danila Leykin, quien se quedó con la plata tras marcar 14.233, sino que también dejó sin opciones al filipino Eldrew Yulo, que obtuvo el bronce con 14.000 puntos. En esta ocasión, el cucuteño se colgó el oro en solitario, confirmando que su desempeño no era mera coincidencia, sino el resultado de años de preparación, disciplina y pasión por su deporte.
La hazaña de Camilo Vera llega en un momento especial para la gimnasia colombiana, que vive un periodo de expansión y reconocimiento internacional. Inspirado por figuras como Ángel Barajas, medallista olímpico en París 2024, Vera se suma a la nueva generación de atletas que están redefiniendo el rumbo del país en las grandes competencias mundiales. Su presencia en el Mundial Juvenil no solo simboliza el crecimiento del deporte nacional, sino también la capacidad de Colombia para competir de tú a tú con las grandes potencias como Japón, Estados Unidos y China.
Más allá de los puntajes, sus presentaciones destacaron por la elegancia, la confianza y el temple con el que se desempeñó frente a jueces, cámaras y público internacional. Sus rutinas, caracterizadas por la fluidez, la técnica impecable y una conexión única con el aparato, despertaron ovaciones y dejaron claro que su nombre merece estar entre los protagonistas del futuro deportivo mundial.
Con estas dos medallas de oro, Camilo Vera no solo alcanza un triunfo histórico para Colombia, sino que también abre la puerta a nuevas metas y desafíos. Su carrera apenas comienza, pero su talento ya lo proyecta como una figura destinada a marcar época. La gimnasia artística tiene un nuevo referente, y el mundo ya lo está observando.
carloscastaneda@prensamercosur.org
