
Las recetas con caquis me empezaron a gustar un otoño que me regalaron una caja enorme y no sabía qué hacer con tanta fruta. Al principio los comía tal cual, a cucharadas, pero claro, llega un momento en que te aburres un poco y te pones a probar cosas. Y oye, qué descubrimiento. El caqui da muchísimo juego: en bizcochos, en ensaladas, en batidos… hasta en mermeladas si te sobra alguno muy maduro.
Tiene ese sabor dulzón, entre melocotón y miel, que se mezcla genial con cosas más saladas o con frutos secos. En casa lo usamos sobre todo en repostería, porque deja las masas muy jugosas y con un color naranja precioso, pero últimamente lo estoy poniendo también en ensaladas con queso feta o azul y queda de cine. Si no lo has probado así, de verdad, hazlo.
Además, no sé si te pasa, pero a veces te da rabia ver que se pasan enseguida. Pues nada, con estas ideas no se te va a estropear ninguno. Te dejo un montón de recetas con caqui o persimón: dulces, saladas y hasta batidos, para que aproveches bien la temporada y le saques todo el partido a esta fruta que, la verdad, merece más fama de la que tiene.
Bizcochos y pasteles con caqui
Si te gusta hornear, el caqui es de esas frutas que te cambian por completo un bizcocho. Le da humedad, un color precioso y un sabor suave, algo entre la calabaza y el plátano maduro. Además, si tienes niños, es una forma estupenda de colarles un poco de fruta sin que se enteren.
Bizcocho de caqui

Este bizcocho es muy fácil y perfecto para aprovechar los caquis maduros que se quedan en el frutero. Queda jugoso, con trocitos de nuez que le dan ese punto crujiente, y además se conserva bien varios días.
Ingredientes:
2 caquis maduros; 2 huevos; 150 g de azúcar moreno; 80 ml de aceite de oliva suave; 200 g de harina; 1 sobre de levadura química; 1 cucharadita de canela; una pizca de sal; 60 g de nueces picadas.
Paso a paso:
Para hacerlo, primero pela los caquis y tritúralos con un tenedor o una batidora, según te guste más fino o con algún trocito. En un bol aparte bate los huevos con el azúcar hasta que quede una mezcla cremosa. Añade el aceite y el puré de caqui, y remueve bien. Luego incorpora los ingredientes secos: harina, levadura, canela y sal. Mezcla con una espátula, sin pasarte, que el truco está en no batir demasiado. Por último, añade las nueces picadas.
Vierte la masa en un molde engrasado y hornea a 180 °C unos 45 minutos, o hasta que al pinchar con un palillo salga limpio. Déjalo enfriar antes de desmoldar.
Cheesecake de caqui

Hay días en los que apetece algo dulce, pero sin liarse demasiado con el horno, ¿verdad? Pues esta cheesecake de caqui es justo eso: cremosa, con un sabor suave y un color anaranjado precioso. El caqui le da un punto fresco y una dulzura natural que combina de maravilla con el queso.
Ingredientes:
200 g de galletas tipo Digestive; 80 g de mantequilla derretida; 300 g de queso crema; 200 ml de nata líquida; 2 caquis maduros; 3 cucharadas de azúcar; 4 hojas de gelatina.
Paso a paso:
Tritura las galletas y mézclalas con la mantequilla. Cubre el fondo de un molde desmontable con esa mezcla y presiona bien. Guárdalo en la nevera mientras preparas la crema.
Pon la gelatina en agua fría. Tritura los caquis hasta obtener un puré. En un cazo, calienta la nata con el azúcar; cuando empiece a humear, apaga el fuego y añade la gelatina escurrida. Remueve hasta disolver. Mezcla esa nata con el queso crema y el puré de caqui hasta que quede una crema suave.
Vierte la mezcla sobre la base de galletas y deja enfriar al menos 4 horas en la nevera. Antes de servir, puedes cubrirla con unas láminas finas de caqui o un poco de mermelada si quieres darle brillo.
Pastel de caqui al revés

Si te gusta el clásico pastel de piña invertido, te encantará esta versión con caquis, porque queda igual de vistosa y todavía más otoñal. Lo bonito de este postre es que al darle la vuelta, las rodajas de caqui caramelizadas se quedan arriba, brillantes y tiernas. La masa es sencilla, de las de mezclar y al horno, y lo mejor es el aroma que deja mientras se cocina.
Ingredientes:
2 caquis firmes; 2 cucharadas de azúcar moreno; 1 cucharada de mantequilla; 2 huevos; 100 g de azúcar; 100 ml de aceite suave; 150 g de harina; 1 sobre de levadura; ralladura de medio limón.
Paso a paso:
Engrasa un molde redondo y cubre el fondo con la mantequilla y el azúcar moreno. Corta los caquis en rodajas finas y colócalas encima formando un dibujo. En un bol, bate los huevos con el azúcar, añade el aceite y la ralladura de limón. Incorpora la harina y la levadura, mezcla con cuidado y vierte la masa sobre los caquis.
Hornea a 180 °C unos 35 minutos. Déjalo reposar 10 minutos y dale la vuelta con cuidado, como si fuera una tarta tatin. Queda húmedo, con ese toque caramelizado y un aroma increíble.
Recetas para aprovechar los caquis maduros
Cuando están muy maduros, casi blandos, son perfectos para preparar recetas con caquis como mermeladas y puddings o incluso mezclarlos con yogur o copos de avena para desayunar.
Mermelada de caqui casera
No sé si te pasa, pero siempre que compro caquis alguno acaba demasiado maduro. Pues nada, en lugar de tirarlo, lo conviertes en una mermelada casera y listo. Se hace en un momento y queda con un color espectacular, ideal para untar en tostadas o acompañar una tabla de quesos.
Cuando me apetece algo dulce pero ligero, suelo preparar este pudin de chía con caqui. No tiene azúcar añadido, se prepara en cinco minutos y parece un postre de restaurante. Además, aguanta bien en la nevera, así que puedes dejarlo hecho para el desayuno o la merienda.
Ingredientes:
1 caqui maduro; 200 ml de leche o bebida vegetal; 3 cucharadas de semillas de chía; media cucharadita de canela; un chorrito de miel (opcional).
Paso a paso:
Mezcla la leche con la canela y la miel si la usas. Añade las semillas de chía y mezcla bien. Deja reposar en la nevera al menos tres horas, mejor si es de un día para otro. Antes de servir, remueve un poco y sirve con el caqui cortado en trocitos o hecho puré. Es fresco, saciante y tiene una textura suave, entre crema y mousse.
Ensaladas con caqui
La dulzura suave del caqui combina genial con ingredientes salados. A mí me encanta añadirlo a ensaladas de otoño porque aporta color, textura y un toque inesperado que sorprende a quien lo prueba. Lo mejor es que puedes improvisar según lo que tengas en la nevera: frutos secos, quesos, granada… y el caqui hace el resto.
Ensalada de espinacas con caqui y queso feta

Si te apetece algo rápido pero vistoso, esta ensalada de espinacas con caquis, nueces y queso feta es ideal. La mezcla de sabores es curiosa: dulce, salado y crujiente a la vez.
Ingredientes:
100 g de espinacas frescas; 1 caqui; 50 g de nueces; 50 g de queso feta; 1 cucharada de aceite de oliva; zumo de medio limón; sal y pimienta al gusto.
Paso a paso:
Lava las espinacas y colócalas en un bol grande. Corta el caqui en láminas finas o en dados, y añádelo junto con las nueces. Desmenuza el queso feta por encima. Para el aliño, mezcla el aceite con el zumo de limón, sal y pimienta, y vierte sobre la ensalada justo antes de servir.
Ensalada de caqui y queso azul

Esta combinación es un poco más sofisticada, pero igual de fácil. La ensalada con mezclum de lechugas, caqui, queso azul y granada tiene contraste de sabores y colores, y se ve preciosa en la mesa.
Ingredientes:
100 g de mezclum de lechugas; 1 caqui; 40 g de queso azul; semillas de granada al gusto; aceite de oliva; vinagre balsámico; sal y pimienta.
Paso a paso:
Mezcla las hojas con el caqui cortado en rodajas. Añade los trozos de queso azul y las semillas de granada. Prepara un aliño sencillo de aceite, vinagre, sal y pimienta, y mézclalo justo antes de servir para que las hojas no se marchiten.
Ensalada con caqui y arándanos

Prueba esta ensalada con caqui, queso azul, nueces y arándanos. Es un festival de colores y sabores que parece muy elaborada, pero se hace en cinco minutos.
Ingredientes:
100 g de mezclum de lechugas; 1 caqui; 40 g de queso azul; 30 g de nueces; un puñado de arándanos secos; aceite de oliva; vinagre de manzana; sal y pimienta.
Paso a paso:
Coloca las hojas en un bol, añade el caqui en rodajas, las nueces, los arándanos y el queso azul desmenuzado. Aliña al gusto y mezcla suavemente. El dulzor del caqui y los arándanos contrasta con el queso, y las nueces aportan un toque crujiente que hace que cada bocado sea diferente.
Zumos y smoothies de caqui
Cuando los caquis están en su punto, da pena no aprovecharlos para algo rápido y delicioso. Un zumo o un smoothie con esta fruta queda cremoso y naturalmente dulce, sin necesidad de añadir azúcar, y además es perfecto para un desayuno ligero o una merienda de última hora. A mí me encanta jugar con combinaciones: a veces solo con un toque de cítrico, otras con plátano o frutos secos, y siempre sorprende lo bien que se integra en la bebida.
Zumo de caqui

A veces, lo más sencillo es lo mejor. Un zumo de caqui fresco resalta todo el sabor de la fruta y no necesitas nada más que un par de caquis maduros.
Ingredientes:
2 caquis maduros; 1 manzana; el zumo de medio limón; agua al gusto.
Paso a paso:
Pela los caquis y la manzana, trocéalos y ponlos en la licuadora con el zumo de limón y un poco de agua si quieres que quede más ligero. Tritura hasta que quede un zumo suave. Puedes colarlo si prefieres una textura más fina, pero a mí me gusta dejarle algo de pulpa, que da cuerpo y sabor. Se bebe mejor recién hecho y es sorprendentemente refrescante.
Batido o smoothie de caqui

Para un desayuno o merienda rápido, un batido o smoothie de caqui es perfecto. Combina cremosidad y dulzura natural sin añadir azúcar.
Ingredientes:
1 caqui maduro; 150 ml de yogur natural; 1 plátano; un puñado de nueces o avena; canela al gusto (opcional).
Preparación:
Tritura todo junto hasta que quede homogéneo. El plátano aporta cuerpo y dulzor, y el yogur suaviza la textura. Si quieres, añade un poco de hielo o fruta congelada para que quede más fresco y cremoso.
Preguntas frecuentes para cocinar con caquis
¿Cuándo es la temporada de caquis en España?
En España, la temporada del caqui va desde octubre hasta enero, aunque el punto fuerte suele darse entre finales de octubre y todo noviembre.
Los caquis tipo Persimón (los duros, que se comen como una manzana) suelen aparecer un poco antes en los supermercados, mientras que los caquis clásicos blandos se encuentran sobre todo en noviembre y diciembre.
Según la zona y el clima del año, puede alargarse ligeramente, pero esos son los meses en los que están en su mejor momento.
¿Qué variedad de caqui usar para cada receta?
No todos los caquis son iguales, y dependiendo de la receta que tengas en mente, te conviene usar uno u otro. Por ejemplo, los Persimon son firmes y poco astringentes, ideales para ensaladas o postres donde quieres que la fruta mantenga la forma. En cambio, los caquis blandos tradicionales son perfectos para purés, mermeladas o smoothies, porque se deshacen con facilidad y aportan dulzor natural.
A mí me pasa que cuando compro caquis para hornear, siempre miro que estén un poco maduros pero no blandísimos; así mantienen la textura en bizcochos y pasteles. Para comerlos en crudo, sin embargo, los busco firmes, que se puedan cortar en láminas sin que se aplasten
¿Cómo saber si un caqui está maduro?
A veces parece fácil, pero distinguir un caqui listo para comer de uno que todavía necesita unos días puede ser un poco trampa, sobre todo con las variedades blandas. Un truco que siempre uso es fijarme en el color: cuanto más intenso y uniforme es el naranja, más maduro está. También hay que tocarlo suavemente; si cede un poco bajo los dedos y se nota tierno, es que está listo para comer o para usar en recetas dulces.
En el caso de los Persimon, la cosa cambia un poco: estos caquis son firmes aunque estén maduros, así que no te fíes solo de la textura. La piel debe estar brillante y sin manchas negras grandes, y al olerlo percibes un aroma dulce y afrutado. Si lo guardas en la nevera unos días, madurará lentamente sin perder sabor.
¿Qué beneficios nutricionales tiene el caqui o el persimón?
Además de estar rico, el caqui tiene un montón de cosas buenas para nuestro cuerpo. Es una fruta con alto contenido en fibra, así que ayuda a la digestión y a sentirse saciado. También aporta vitamina A y C, que son estupendas para la vista, la piel y las defensas, y tiene antioxidantes que ayudan a combatir los radicales libres.
Lo curioso es que, aunque es dulce, no es excesivamente calórico (tiene unas 100 calorías por pieza), así que se puede incluir sin problema en desayunos, meriendas o postres ligeros. También contiene minerales como potasio, que contribuye a regular la presión arterial, y un poquito de hierro y magnesio.
.Por todo esto -y porque están buenísimos- vale la pena probar estas recetas fáciles con caqui que te traje hoy.
Espero que estas ideas te animen a experimentar con caquis en tu cocina y a disfrutar de la fruta de otoño de manera diferente. ¡Ya verás que merece la pena jugar un poco y descubrir nuevas formas de prepararla!
Cintia Scianna
Fuente de esta noticia: https://www.pequerecetas.com/receta/recetas-con-caquis/
También estamos en Telegram como @prensamercosur, únete aquí: https://t.me/prensamercosur Mercosur
Recibe información al instante en tu celular. Únete al Canal del Diario Prensa Mercosur en WhatsApp a través del siguiente link: https://www.whatsapp.com/channel/0029VaNRx00ATRSnVrqEHu1W




