
PARÍS – La Agrupación Nacional (RN), el principal bloque político de derecha en Francia, ha intensificado su oposición al acuerdo comercial entre la Unión Europea (UE) y el Mercosur. Este pacto, que busca facilitar los intercambios comerciales entre ambos bloques, ha generado controversia en el país galo, especialmente en sectores agrícolas, que temen un impacto negativo en el mercado interno.
Jordan Bardella, líder de la Agrupación Nacional, ha propuesto que Francia adopte una postura más radical para frenar la entrada en vigor del acuerdo. «Francia debe liderar una minoría de bloqueo en la UE o incluso amenazar con suspender su contribución al presupuesto europeo si este acuerdo sigue adelante», declaró Bardella este domingo. Además, sugirió la posibilidad de que Francia recurra a la estrategia de la «silla vacía» en el Consejo Europeo como medida de presión.
El acuerdo UE-Mercosur, que aún requiere la aprobación de los 27 Estados miembros de la UE, tiene como objetivo principal aumentar el intercambio comercial entre ambas regiones. Por un lado, los países europeos podrían exportar más productos como automóviles, maquinaria y bebidas alcohólicas a los países del Mercosur (Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay). Por otro lado, el Mercosur tendría acceso preferencial al mercado europeo para productos agroalimentarios como carne de res, pollo, azúcar, arroz y soja.
Sin embargo, este acuerdo ha enfrentado una fuerte resistencia en Francia debido a preocupaciones sobre su impacto en la agricultura local. Los agricultores franceses temen que la llegada masiva de productos del Mercosur, producidos bajo normas menos estrictas en términos sanitarios y medioambientales, pueda generar una competencia desleal y afectar gravemente al sector.
En este contexto, el presidente francés, Emmanuel Macron, ha adoptado una postura ambigua frente al acuerdo. Si bien en el pasado expresó su rechazo al pacto, recientemente ha mostrado señales de estar dispuesto a avanzar con él, siempre y cuando se incluyan mecanismos de protección para los agricultores europeos. Macron ha solicitado a la Comisión Europea que se incluya una «cláusula de salvaguarda reforzada» para mitigar posibles perturbaciones en el mercado europeo. También ha propuesto que cualquier producto agrícola importado cumpla con las mismas normas sanitarias y medioambientales que se exigen a los agricultores europeos.
No obstante, estas propuestas no han convencido a Bardella ni a otros críticos del acuerdo. El líder de la RN acusó a Macron de «mentir y traicionar» a los agricultores franceses al cambiar su posición sobre el pacto. Según Bardella, el presidente está «acelerando» las negociaciones para alcanzar un compromiso con el Mercosur, lo que considera una amenaza existencial para el sector agrícola del país.
El debate sobre el acuerdo UE-Mercosur también refleja tensiones más amplias dentro de la UE sobre cómo equilibrar los intereses económicos con las preocupaciones medioambientales y sociales. Mientras algunos países ven en este pacto una oportunidad para fortalecer sus economías mediante un mayor comercio internacional, otros temen que pueda socavar sus industrias locales y debilitar los estándares europeos.
Por ahora, el futuro del acuerdo sigue siendo incierto. Con la oposición creciente en Francia y otros países europeos, es posible que las negociaciones enfrenten nuevos obstáculos antes de que pueda ser ratificado por todos los Estados miembros. Lo que está claro es que este tema seguirá siendo un punto álgido en las discusiones políticas tanto dentro de Francia como en el resto de Europa.
