
Reemergencia de enfermedades tropicales por el cambio climático una nueva realidad para la salud pública
Resumen
El cambio climático se junta con la urbanización descontrolada, y una naturaleza perdiendo riqueza, junto a hábitos humanos cambiantes, esto está revolviendo el mundo de las infecciones. Especialmente las tropicales, las transmitidas por insectos como los mosquitos, o los parásitos transmitidos por otros bichos están reapareciendo y moviéndose a otras zonas. Este texto mira lo nuevo que se sabe de cómo el clima influye en la distribución de los vectores, también resume qué tan fuertes son ahora estas enfermedades, como se manifiestan y como se tratan, muestra las estrategias propuestas por los expertos para combatirlas y termina con consejos para vigilar y crear leyes que protejan. Se usaron datos de organizaciones importantes (OMS, OPS, IPCC) y estudios nuevos para sostener todo lo que se dice.
1. Introducción: Clima y las enfermedades tropicales, un problema importante
El riesgo de contagio de las enfermedades infecciosas es muy sensible a cómo viven los bichos, los que transmiten y las personas que las sufren.
Las variables climáticas – sobre todo temperatura, precipitaciones y eventos extremos– modelan la supervivencia, la fenología, la capacidad vectorial, y la abundancia de vectores artrópodos tales como mosquitos Aedes, Anopheles, flebótomos, y Culex.
El calentamiento global, las olas de calor mas frecuentes, cambios en los patrones de lluvia y la aparición de fenómenos extremos tales como inundaciones y sequías, alteran los hábitats. Esto favorece la colonización de nuevas áreas por vectores, incrementando el riesgo de transmisión autóctona en regiones antes indemnes. El Sexto Informe de Evaluación del IPCC junto a revisiones especializadas, han mostrado proyecciones de expansión del área climáticamente apta para variadas enfermedades transmitidas por vectores, incluyendo la malaria y el dengue.
IPCC
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2. Evidencia reciente de reemergencia y expansión geográfica.
2.1. Dengue: aumento persistente y brotes en latitudes templadas
Los reportes de la Organización Mundial de la Salud OMS exponen incrementos sustantivos en el número absoluto de casos de dengue durante el 2023–2024. Se reportaron millones de casos en la Región de las Américas, con brotes importantes en países usualmente endémicos y también, en microfocos, en latitudes medias.
La mezcla de aptitud térmica más elevada para Aedes spp. , junto con la urbanización descontrolada que genera más sitios de cría, y la movilidad humana; todo esto ayuda a explicar gran parte este aumento dramático en los casos de la enfermedad. Durante la temporada de 2024, se reportaron muchos millones de casos confirmados o posibles, destacándose un incremento considerable en la región americana.
Organización Mundial de la Salud
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2. 2 Malaria: persistencia y un incremento del riesgo en ciertos lugares
Si bien la malaria se encuentra presente de manera constante en regiones tropicales y subtropicales, sobre todo en África subsahariana; el informe global del 2023 reveló aproximadamente 263 millones de casos estimados, además de casi 600000 muertes. Esas cifras sugieren un estancamiento o un retroceso de lo que se había logrado antes. El cambio climático podría modificar la distribución de especies de Anopheles, ademas de su capacidad de transmitir la enfermedad, lo que conlleva al riesgo de que la transmisión se propague hacia alturas y latitudes más altas en América del Sur y Asia.
Organización Mundial de la Salud
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2.3. Chikungunya, Zika, y otras enfermedades transmitidas por mosquitos: reapariciones y carácter cíclico
Tanto la Chikungunya como el Zika han tenido reapariciones periódicas; la introducción de Aedes albopictus en zonas de climas templados ha favorecido la aparición de brotes epidémicos, así como casos originados en la propia población fuera de las zonas tropicales.
La evidencia ahora documentada señala que la presencia del Aedes albopictus está vinculada a los brotes de dengue y chikungunya en áreas peri-templadas, ¡un toque de atención para la salud pública de países que antes no eran endémicos!
The Lancet
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2.4. Leishmaniasis y enfermedades impulsadas por vectores que NO son mosquitos
La leishmaniasis, expandiéndose a regiones más frescas, y su retorno en Europa y América Latina, se ha relacionado con cambios climáticos que son favorables para el flebótomo y, ya sabes, la interacción entre humano y vector. Investigaciones recientes revelan una mejoría en la adecuación climática en algunas rutas geográficas.
The Lancet
3. Biología del vector y el impacto del clima en la transmisión.
Las formas claves por las que el cambio climático afecta la transmisión son:
Temperatura: Eleva la velocidad de desarrollo de los vectores y acelera la multiplicación del virus en el vector (impacto en el tiempo de incubación), acortando el tiempo para que un mosquito sea infeccioso. Además, afecta la vida útil del vector, ¡pero de manera irregular!
Naturaleza
Humedad y lluvia: Estos elementos, construyen o, en su defecto, destruyen lugares de crianza. Situaciones inestables como inundaciones pueden ampliar criaderos momentáneos. Mientras tanto, sequías podrían juntar individuos cerca de fuentes frágiles, fomentando la crianza artificial en recipientes caseros (Aedes).
Organización Mundial de la Salud
Eventos severos: Estos provocan éxodos humanos, averías en los servicios de agua y saneamiento y elevan la exposición, además de la vulnerabilidad.
IPCC
Interacción con otras circunstancias no climáticas: La urbanización acelerada, los desplazamientos transnacionales, el daño ambiental, y las fallas en las infraestructuras de salud, hacen más potente el impacto del clima.
4. Tabla resumen — enfermedades tropicales más importantes (síntomas y terapias)
| Enfermedad | Síntomas principales | Tratamientos terapéuticos |
|---|---|---|
| Malaria | Fiebre alta, escalofríos, sudoración intensa, dolor de cabeza, fatiga | Antipalúdicos (artemisininas), prevención con mosquiteros tratados |
| Dengue | Fiebre alta, dolor detrás de ojos, dolores musculares, rash | Soporte con líquidos y manejo del dolor, no antivirales específicos |
| Chikunguña | Fiebre, dolores musculares y articulares intensos | Manejo sintomático, analgesia, rehabilitación física |
| Zika | Fiebre leve, rash, conjuntivitis, dolores articulares | Medidas de soporte, prevención en embarazadas (riesgo de microcefalia) |
| Fiebre amarilla | Fiebre alta, ictericia, hemorragias (en casos graves) | Vacuna preventiva eficaz, tratamiento sintomático |
| Enfermedad de Chagas | Fases aguda y crónica con fiebre, inflamación, afectación cardíaca y digestiva | Antiparasitarios (benznidazol), manejo de complicaciones crónicas |
| Leishmaniasis | Lesiones cutáneas o viscerales, fiebre, pérdida de peso | Antimoniales, anfotericina B liposomal |
Entradas destacadas (resumen clínico-terapéutico):
Dengue: Fiebre, dolores musculares, dolor en los ojos; cuidados de soporte, gestión del shock; vacuna con uso reducido.
Organización Mundial de la Salud
Malaria: Fiebre regular, anemia; ACTs y artesunato IV para las graves; prevención, con mosquiteros.
Aquí está el resultado:
Organización Mundial de la Salud
Chikungunya: fiebre, dolor articular que puede persistir; tratar síntomas y rehabilitar.
ECDC
Zika: peligro para fetos; dar apoyo, chequear durante embarazo.
Fiebre amarilla: vacuna preventiva efectiva; solo tratamiento de apoyo.
Iris
Leishmaniasis: cutánea o visceral; anfotericina liposomal, miltefosina, se usa.
The Lancet
(Chequear archivos para toda la tabla con info clínica y de tratamiento).
5. Gráficos y representación de datos (datos resumidos).
Visualizaciones generadas a continuación:

Gráfico de barras (escala logarítmica) compara casos: malaria (263 millones, 2023, OMS) frente al dengue (≈7. 6 millones, 2024, OMS) y otros arbovirus (estimaciones). Estas cifras demuestran la gran diferencia entre malaria y arbovirosis según el total de casos.
Organización Mundial de la Salud
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Mapa regional (heatmap por zonas OMS): muestra la carga en cada región (para entender cómo se distribuye globalmente). Los archivos con gráficos están disponibles (grafico_casos_log_color. png y mapa_regional_simplificado. png).
Nota: los datos de malaria vienen del World Malaria Report (OMS 2024), y los de dengue son de reportes OMS/OPS 2024.
Otros valores, siendo proyecciones, se presentan de tal modo y deben entenderse con cuidado, tomando en cuenta el contexto regional.
Organización Mundial de la Salud
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6. Planes y estrategias epidemiológicas ante la reemergencia
Seguidamente, se sugieren intervenciones integradas —organizadas por niveles— uniendo vigilancia, prevención del vector, respuesta en la clínica y políticas que cruzan.
6. 1. Vigilancia y sistemas de alerta temprana
Vigilancia integrada de vectores (VIV) esto implica monitoreo frecuente de las poblaciones de vectores, también la resistencia a los insecticidas y la presencia de especies invasoras como el Aedes albopictus. Integrar modelos entomológicos, junto con datos climáticos (satélite, estaciones meteorológicas) ayuda a generar indicadores de aptitud climática y de riesgo, básicamente, una alerta temprana. Utilizar modelos de nicho ecológico y modelos de aptitud térmica (degree-day models) sirve para prever las ventanas de transmisión.
Nature
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Vigilancia clínica-sentinel y genómica: reforzar redes sentinel para reportes clínicos urgentes y ampliar la secuenciación genómica de virus y parásitos para descubrir serotipos novedosos, genotipos y situaciones de resistencia ejemplo, la resistencia antimalárica. La integración genómica con datos epidemiológicos sirve para rastrear y detectar las cadenas de transmisión, claramente.
Sistemas de información y pronóstico: juntar datos del clima (NOAA, NASA), información sobre el movimiento de personas y vigilancia de insectos en paneles predictivos para priorizar acciones, ¡en tiempo real!
6. 2. Control de vectores y acciones ambientales
Administración ambiental local: acabar con los criaderos, como gestionando recipientes, tapando y vaciando depósitos; mejorando el saneamiento urbano y la gestión de residuos… La buena infraestructura de agua disminuye la necesidad de guardar agua en casa, que es donde se reproducen los Aedes. Organización Mundial de la Salud.
Intervenciones de control químico y biológico: usar insecticidas variados para que no se hagan resistentes, además de liberar Wolbachia en las poblaciones de Aedes y/o soltar machos estériles (SIT, RIDL), solo si hay pruebas buenas de eso, eh…; fumigar focalizadamente sólo como apoyo, cuando hay muchos casos. Financial Times.
Medidas estructurales: promocionar mosquiteros con tratamiento, poner mallas en ventanas y mejorar las casas en zonas peligrosas.
6. 3. Prevención en clínicas y vacunas
Vacunas: inyectar las vacunas que funcionan rápidamente, donde estén permitidas, si aportan algo (por ejemplo…
Programas de vacunación contra la fiebre amarilla, también estrategias selectivas de vacunación para dengue según la recomendación técnica. Y también priorizar la equidad en el acceso mundial a las nuevas vacunas ARNm y otras que están desarrollandose para VRS y arbovirus.
Profilaxis y profilaxis social: Quimioprofilaxis para viajeros en zonas de malaria y educación comunitaria que prevenga las arbovirosis.
Respuesta clínica y capacidad hospitalaria.
Protocolos clínicos que están estandarizados para el manejo del dengue severo, malaria grave y otras complicaciones importantes, todo esto junto con formación continua del personal y el suministro de insumos críticos (artesunato IV, fluidos intravenosos, compatibilidad transfusional, y terapias de soporte necesarias).
Sistemas de referencia y redes de laboratorio que son capaces de brindar un diagnóstico rápido (PCR/RT-PCR para arbovirus; microscopía y tests rápidos para malaria) y así dar un triage oportuno.
Gobernanza, financiación y cooperación internacional.
Financiamiento sostenible, esto implica reforzar los fondos destinados a la vigilancia, a una respuesta rápida, y la cobertura de vacunas; también evitar los ciclos de «pánico-abandono» en la financiación que sigue a los brotes.
Cooperación transfronteriza: intercambio de datos genómicos, entomológicos y epidemiológicos entre países, esto es especialmente importante en corredores ecológicos fronterizos.
Marco regulatorio y comunicación de riesgo se focalizan en estrategias comunicacionales efectivas dirigidas a comunidades vulnerables, al igual que políticas preparatorias para emergencias es fundamental (planificación intersectorial involucrando agua, saneamiento y ambiente).
7. Intervenciones sanitarias médicas y farmacológicas son críticas.
Tratamiento oportuno: urge asegurar la disponibilidad y el acceso a ACTs y artesunato en áreas endémicas, y protocolos actualizados se necesitan, especialmente ante las resistencias emergentes.
Organización Mundial de la Salud juega un papel importantísimo.
Manejo de complicaciones requiere unidades de cuidados, específicas para el choque por dengue, y dar soporte renal y transfusiones en casos severos de malaria.
Investigación y desarrollo (I+D) implica inversión en antivirales para arbovirus, además, diagnósticos mejorados son necesarios (ej. multiplex RT-PCR), y vacunas seguras también.
Vigilancia farmacológica monitorea la eficacia terapéutica, junto con la resistencia (p. ej. resistencia a artemisininas).
8. Aspectos éticos y equidad importan mucho.
El cambio climático agrava desigualdades: las poblaciones más desfavorecidas, sin suficiente infraestructura (agua, vivienda), son las más expuestas a esto. Las políticas deberían priorizar la equidad en vacunas, diagnósticos, y tratamientos, y también medidas de mitigación climática. Investigación participativa y la co-producción con comunidades locales incrementan la efectividad y aceptación de medidas.
Organización Panamericana de la Salud
9. Indicadores clave y métricas para seguimiento.
Se sugieren los indicadores siguientes para los programas nacionales/regionales – tomen nota:
Incidencia semanal o mensual por agente, y por área (casos confirmados) es fundamental.
Índices entomológicos, como la densidad de Aedes, y el índice de positivización viral en mosquitos, son importantes.
Índices de resistencia a insecticidas es crucial.
Proporción de cobertura de vacunación para fiebre amarilla y dengue (donde sea necesario) es importante.
Tiempo medio para el diagnóstico y tratamiento para malaria/dengue severo, ¡hay que vigilarlo!
Estandarizar y abrir datos ayuda con forecasting y la reasignación rápida de recursos, esto es importante.
10. Limitaciones, y áreas que necesitan más investigación.
Modelos predictivos – ¡hay que mejorar la resolución espacial y temporal de esos modelos!, combinando entomología, clima y movimiento humano, a ver.
Interacción climato-socioeconómica: hay que cuantificar los efectos sinérgicos entre urbanización y el clima, esto es un reto.
Efectividad comparada de intervenciones innovadoras como Wolbachia, mosquitos GM, y las vacunas mRNA en escenarios reales, se debe estudiar.
Impacto de eventos extremos como inundaciones en la dinámica de brotes y, las mejores prácticas de respuesta humanitaria en salud, hay que estudiarlo.
Financial Times
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11. Conclusiones – ¡para terminar!
La reemergencia de enfermedades tropicales, en esta era de cambio climático es un fenómeno que ya se ha documentando, ¡y además con evidencia de expansión geográfica!
La vigilancia combinada, junto con el control vectorial a medida, un fuerte cuidado clínico, vacunas, y colaboración global, es clave para reducir el riesgo.
Una respuesta multi-área, constante y sustentada por hechos es crucial, poniendo atención en la justicia y proteger a los grupos más débiles.
Invertir en vigilancia y nueva tecnología (vacunas y vectores editados) no sólo es vital para la salud pública, también es una táctica barata contra la carga que los modelos climáticos predicen.
IPCC
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Organización Mundial de la Salud
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Fuentes elegidas (principalmente documentos oficiales y revisiones)
OMS — Noticias sobre brotes de enfermedades y dengue (2024).
Organización Mundial de la Salud
OMS — Informe Mundial sobre el Paludismo 2023/2024 (cálculos de 2023: ~263 millones de casos).
Organización Mundial de la Salud
IPCC AR6 WG2 — Capítulo sobre salud y clima (proyecciones de enfermedades transmitidas por vectores).
IPCC
PAHO actualizaciones epidemiológicas (dengue 2024).
Organización Panamericana de la Salud
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Artículos de The Lancet / Nature sobre la expansión vectorial y leishmaniasis (2024–2025).

