

La expresidenta de Bolivia, Jeanine Áñez, anunció a través de sus redes sociales que este jueves, a las 10:00, abandonará el penal de Miraflores en La Paz, luego de que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) anulara la sentencia de 10 años de prisión que cumplía por el denominado caso «Golpe II». La decisión judicial ha generado reacciones encontradas en el ámbito político y social del país.
«Agradezco al Tribunal Supremo de Justicia por haber escuchado mi verdad, la verdad que es pública y de todos. Mañana dejaré este lugar a las 10:00 horas», afirmó Áñez en un mensaje difundido en sus redes sociales, refiriéndose al penal donde ha permanecido recluida desde 2022. La exmandataria expresó su emoción por recuperar su libertad y poder reencontrarse con sus hijos, familiares y personas cercanas que la apoyaron durante su detención. «Mi gratitud eterna a Dios que me acompañó en esta injusticia terrible que hoy, finalmente, acabó», agregó.
La decisión del Tribunal Supremo de Justicia
El miércoles por la mañana se conoció la resolución del TSJ, que anuló la sentencia dictada contra Áñez por supuestas irregularidades en el proceso judicial. Según explicó el presidente del Tribunal Supremo de Justicia, Romer Saucedo, la medida se tomó con base en argumentos legales que cuestionaban la validez del fallo anterior. «Se ha dispuesto la nulidad de la sentencia con la que ella contaba con base a algunos argumentos», señaló Saucedo. Además, indicó que la decisión incluye la «libertad inmediata» de la exmandataria.
La sentencia anulada condenaba a Áñez a 10 años de prisión por su presunta participación en los hechos relacionados con su ascenso al poder en 2019, tras la renuncia del entonces presidente Evo Morales. El caso «Golpe II» había sido uno de los procesos más polémicos en los últimos años, dividiendo opiniones entre quienes consideran a Áñez responsable de un golpe de Estado y quienes defienden que asumió la presidencia en un contexto de vacío de poder.
Reacciones políticas y sociales
La liberación de Jeanine Áñez ha generado un intenso debate en el ámbito político boliviano. Desde el oficialismo, varios legisladores expresaron su rechazo a la decisión del TSJ, calificándola como una medida «política» y «al margen de la ley». El diputado Héctor Arce lamentó el fallo judicial y cuestionó la independencia del sistema judicial. «Es una decisión política, al margen de la ley, del procedimiento que establece, precisamente, la investigación. No es posible que hoy, Romer Saucedo, haya instruido la liberación inmediata anulando una sentencia que tenía de 10 años», declaró.
Por su parte, el senador Luis Adolfo Flores también criticó a los magistrados del TSJ, acusándolos de actuar «autoritariamente» y vulnerar las resoluciones previas emitidas por otros jueces. «Han tomado una decisión que pone en entredicho la independencia judicial», afirmó el legislador.
En contraste, sectores opositores al gobierno celebraron la liberación de Áñez como un acto de justicia y reivindicación frente a lo que consideran una persecución política. Desde el entorno cercano a la expresidenta, sus abogados y familiares han reiterado que el proceso judicial en su contra estuvo plagado de irregularidades y motivaciones políticas.
El futuro político de Jeanine Áñez
Tras conocerse la decisión del TSJ, surgieron especulaciones sobre un posible retorno de Jeanine Áñez a la esfera política. En los pasillos del Palacio Murillo en La Paz se comenta que podría ocupar un cargo en el gobierno nacional liderado por Rodrigo Paz, específicamente como ministra de Justicia. Sin embargo, hasta el momento no ha habido confirmación oficial sobre esta posibilidad.
La liberación de Áñez también plantea interrogantes sobre el impacto que tendrá en el panorama político boliviano, especialmente en un contexto marcado por tensiones entre el oficialismo y la oposición. Analistas advierten que esta decisión podría intensificar las divisiones políticas y reavivar el debate sobre los acontecimientos ocurridos en 2019.
Un caso emblemático para la justicia boliviana
El caso «Golpe II» se ha convertido en un símbolo de las disputas políticas y judiciales en Bolivia. La anulación de la sentencia contra Jeanine Áñez representa un giro significativo en este proceso y pone nuevamente bajo escrutinio la independencia del sistema judicial boliviano.
Mientras tanto, los ojos del país estarán puestos este jueves en las puertas del penal de Miraflores, donde se espera que Jeanine Áñez recupere su libertad después de casi dos años de reclusión. Su salida marcará un nuevo capítulo en una historia que sigue dividiendo opiniones y generando controversia en Bolivia.
