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El presidente Gustavo Petro ordenó la adopción de medidas urgentes después de que el avión presidencial colombiano enfrentara un inusual contratiempo durante su escala en Madrid, España. La aeronave no pudo ser abastecida de combustible debido a la negativa de la empresa estadounidense encargada del servicio, hecho que el mandatario calificó como un acto de irrespeto hacia el Gobierno de Colombia.
Según informó el propio jefe de Estado, la negativa generó un incidente diplomático con implicaciones que podrían extenderse al ámbito contractual. En un mensaje difundido a través de su cuenta oficial en la red social X, Petro fue enfático: “Y si debe romper el contrato de manera unilateral con la empresa norteamericana. Al Gobierno de Colombia se le respeta en el mundo.”
Pese a la situación, el presidente confirmó que su desplazamiento hacia Arabia Saudita se cumplió según lo previsto, aunque no sin ironía: “Nuestra llegada no fue por transferencia cuántica, sino física”, escribió, en alusión a los inconvenientes que retrasaron la operación.
Fuentes cercanas al caso señalaron que el impasse estaría vinculado con las restricciones derivadas de la denominada “lista Clinton” del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos, en la cual figura la empresa colombiana encargada de la logística del vuelo presidencial. Dichas sanciones habrían impedido procesar la transacción para el suministro de combustible, generando el bloqueo del servicio.
Expertos en relaciones internacionales advierten que los procedimientos para salir de esa lista pueden extenderse durante varios años, lo que abre un nuevo frente de tensión entre Bogotá y las compañías estadounidenses que operan servicios estratégicos en el extranjero. El incidente, más allá de su dimensión operativa, reaviva el debate sobre la dependencia de Colombia de proveedores internacionales y la necesidad de fortalecer su autonomía logística en misiones oficiales.
carloscastaneda@prenasmercosur.org
