

Armando Benedetti, Ministro del Interior de Colombia
En una jornada electoral marcada por tensiones y reproches, el ministro del Interior, Armando Benedetti, lanzó duras críticas contra la Registraduría Nacional al cierre de las urnas de la consulta del Pacto Histórico. Desde el puesto de mando unificado, el funcionario expresó su inconformidad con la manera en que se desarrolló el proceso, señalando fallas en la organización y una aparente falta de previsión por parte de las autoridades electorales.
“Se han presentado muchos problemas, que nunca había visto que se presentaran”, afirmó Benedetti con visible molestia, al tiempo que denunció la reducción de mesas y puntos de votación en distintas regiones del país. El ministro aseguró que la jornada estuvo marcada por la escasez de material electoral, lo que, según él, dejó en entredicho la eficiencia del operativo logístico dispuesto para la consulta. “No hubo material electoral para votar, eso nunca había pasado y deja mucho que desear con la organización que se debió haber hecho”, agregó.
Aunque las declaraciones del ministro generaron eco inmediato en los medios y entre los dirigentes del Pacto Histórico, lo cierto es que situaciones similares se han registrado en comicios anteriores. En varias ocasiones, la falta de tarjetones en determinados puntos de votación ha estado relacionada con desbalances en la distribución: mientras en algunos sectores la afluencia fue baja, en otros superó las previsiones, lo que provocó desabastecimiento.
Benedetti insistió en que la consulta tenía un valor especial para la coalición gobernante. “Esta consulta era muy importante para esta coalición”, subrayó, dejando entrever su frustración por los contratiempos que, a su juicio, empañaron el proceso. También dirigió sus cuestionamientos al Consejo Nacional Electoral (CNE), al afirmar que ese organismo “no quiso avocar los temas del Pacto Histórico”. En un tono más severo, sugirió incluso que podría tratarse de “un sabotaje”, aunque matizó que aún habrá que esperar para determinar responsabilidades.
La Registraduría, por su parte, defendió la transparencia y planificación de la jornada. En un comunicado, recordó que tanto la ubicación de los puestos de votación como la cantidad de tarjetones impresos fueron definidos en conjunto con los representantes del Pacto Histórico, negando así cualquier tipo de irregularidad o manipulación intencionada.
Mientras tanto, el ministro de Defensa, Pedro Sánchez, entregó un parte de tranquilidad al país. “El día de hoy desplegamos toda nuestra fuerza pública para elecciones, 109.000 hombres”, señaló, destacando que esta era la decimonovena jornada electoral del año y que, en términos generales, no se presentaron incidentes graves.
La Defensoría del Pueblo, encargada de monitorear el desarrollo de los comicios, reportó solo seis incidentes en todo el territorio nacional. El más grave se registró en el municipio de Arjona, al sur de Bolívar, donde habitantes del corregimiento de La Rocha incendiaron el material electoral como forma de protesta por la falta de pavimentación en la zona.
La jornada, que debía consolidar la estructura interna del movimiento político del Gobierno, terminó abriendo un nuevo frente de tensión entre el Ejecutivo y los organismos electorales. Las declaraciones de Benedetti no solo reflejan un malestar puntual, sino también la fragilidad de las relaciones institucionales en un momento clave para la coalición oficialista.
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