En distintos rincones de España, la comunidad hindú ha dado el pistoletazo de salida a Diwali, el Festival de las Luces, con encendidos, danzas y ceremonias que ponen el foco en la convivencia. Mientras millones lo celebran en todo el mundo con diyas, fuegos artificiales y dulces, ciudades como Ceuta, Melilla, Benalmádena y las islas Canarias colorean sus calles y templos con luz.
La festividad, que suele caer entre octubre y noviembre, simboliza el triunfo de la luz sobre la oscuridad y del saber frente a la ignorancia. En estas fechas, se recuerda el regreso de Rama a Ayodhya y se honra a Lakshmi, deidad de la prosperidad; este año, en localidades como Melilla, la jornada señalada llega el 20 de octubre, dentro de un ciclo que suele extenderse de tres a cinco días.
Ceuta: 67.308 luces, danza y un mensaje de unidad
La Plaza de los Reyes fue el epicentro del encendido en Ceuta a las 19:45, en una velada que arrancó con danza tradicional y reunió a autoridades y vecinos. El presidente de la Comunidad Hindú, Ramesh Chandiramani, encabezó un acto arropado por el presidente de la Ciudad Autónoma, Juan Jesús Vivas Lara, la delegada del Gobierno, Cristina Pérez, y el comandante general de Ceuta, Luis Jesús Fernández Herrero, entre otros, con un ambiente de respeto y celebración compartida. Antes del pulsado del botón, alumnas de la Escuela de Danza Weil pusieron el acento cultural sobre el escenario.
El alumbrado de este año despliega 67.308 puntos de luz LED y 14 arcos con diseño renovado: tres en la calle Algeciras, ocho en la calle Real y tres en la calle Echegaray. Se mantiene el letrero de felicitación en la Plaza de los Reyes, punto neurálgico del recorrido que congrega a visitantes y curiosos durante la festividad.
Tras el encendido, la comitiva se dirigió al Templo Hindú para la ceremonia del aarti, una ofrenda de luz cargada de simbolismo que expresa purificación y gratitud. El mensaje que resonó en Ceuta, ciudad plural por definición, fue claro: la convivencia se practica y se vive, iluminando tanto el espacio público como el horizonte común.
Melilla: tradición en el Templo Hindú y actos para todos
En Melilla, la comunidad ha fijado como día señalado el 20 de octubre, con reuniones familiares y ritos en el Templo Hindú de la ciudad para mantener viva una tradición con eco espiritual y cultural. Aunque el calendario festivo se extiende varios días, los actos incluyen ofrendas, intercambio de dulces y buenos deseos entre una comunidad que ronda el centenar de personas.
La celebración se abre al conjunto de la ciudad con una cita en la Plaza de las Culturas el día 18 de octubre, un escenario de color, música y actividades que acercan las costumbres de la India. Además, el Templo invita a participar a través de un gesto sencillo y esencial: encender una pequeña vela, señal de bienvenida a la luz que marca el comienzo de un nuevo ciclo.
La figura de Lakshmi, representada sobre una flor de loto, preside el altar decorado para la ocasión y subraya la idea de prosperidad y buen inicio. Durante la tarde del jueves se fueron encendiendo luces a sus pies, y la invitación se mantiene este viernes de 18:00 a 20:30, como anticipo del encuentro en la simbólica Plaza de las Cuatro Culturas.
El relato que da sentido a Diwali también se hará presente: el reencuentro de Rama y Sita tras el destierro y el secuestro, y el regreso a Ayodhya guiado por un camino de lámparas encendidas por el pueblo, imagen que hoy sigue inspirando a familias y comunidades.
Canarias: nuevo comienzo y raíces compartidas
En el archipiélago canario, la comunidad hindú asentada desde hace más de medio siglo vive Diwali como Deepavali, una verdadera hilera de luces que une generaciones. La fecha, que coincide con la noche más oscura del mes lunar Kartika, refuerza el sentido de renovación y el valor de la luz interior en hogares y templos.
Numerosos comercios y casas encienden diyas, elaboran rangolis y realizan oraciones a Lakshmi y Ganesha. En clave económica y simbólica, se practica el borrón y cuenta nueva: se cierran las cuentas del ciclo anterior y se abren los libros contables del nuevo, entre agradecimientos y deseos de prosperidad.
La Comunidad Indostánica organiza cada año celebraciones visibles y emotivas, como la gala de Las Palmas de Gran Canaria el día 18 de octubre, donde niños y jóvenes preparan bailes y representaciones que reafirman el arraigo de la tradición y su proyección cultural en la sociedad isleña.
Benalmádena: respaldo institucional y llamada a participar
En Benalmádena, el alcalde Juan Antonio Lara acompañó a la comunidad en el Templo Hindú situado frente al Recinto Ferial del Parque de La Paloma, destacando la aportación de la festividad al municipio. El presidente de la comunidad, Sunil Tharani, recibió el agradecimiento por la organización y por su papel en la multiculturalidad local.
La invitación del consistorio fue clara: que vecinos y visitantes se acerquen a conocer los ritos y actividades de estos días y a compartir la riqueza cultural del municipio. Un gesto que subraya a Benalmádena como espacio de referencia en integración y convivencia, con actos que abren puertas y puentes.
A medida que avanzan las celebraciones, el hilo común en todas estas ciudades es el mismo: luz, convivencia y renovación. Desde las 67.308 luces de Ceuta hasta las velas encendidas en Melilla, pasando por la raíz familiar de Canarias y el apoyo institucional en Benalmádena, la festividad confirma su sentido profundo: que el bien, la claridad y la esperanza encuentran siempre el camino para imponerse a la oscuridad.
Postposmo
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