

Imagen – Ingrid Aguirre Juvinao, representante a la Cámara por el partido Fuerza Ciudadana
En una jornada que marcará un antes y un después para el magisterio colombiano, la Cámara de Representantes aprobó con unanimidad y 127 votos a favor el proyecto que restituye la mesada 14 a los maestros pensionados del país. Este beneficio, suprimido hace casi veinte años como parte de las medidas de austeridad fiscal, regresa ahora como símbolo de justicia y reconocimiento a quienes dedicaron su vida a formar generaciones enteras. Más de 52.000 docentes jubilados podrán verse beneficiados directamente con esta decisión que contó con el respaldo absoluto de todas las bancadas, un hecho poco común en el panorama político nacional.
El proyecto, que ahora avanza al Senado, busca restablecer un derecho perdido y reparar una deuda histórica con los educadores. Propone modificar el parágrafo cuarto del régimen especial de pensiones del Magisterio para garantizar un pago adicional equivalente a una mesada anual a docentes nacionales, nacionalizados y territoriales, así como a sus beneficiarios por jubilación, vejez o invalidez. La medida, que será financiada a través del Fondo de Ahorro del Magisterio (Fomag), representa una inyección estimada de 971 mil millones de pesos anuales, similar a los mecanismos ya existentes para las Fuerzas Militares y la Policía.
Más allá de las cifras, el impacto de esta aprobación radica en su dimensión humana y social. En un país donde miles de maestros sobreviven con pensiones insuficientes tras décadas de servicio, la restitución de la mesada 14 se convierte en un acto de reparación moral y económica. En regiones apartadas como el Caribe, donde las brechas educativas son profundas y la deserción docente se ha vuelto un desafío estructural, esta decisión promete fortalecer la estabilidad del cuerpo docente y revitalizar el compromiso con la educación pública. La Federación Colombiana de Educadores (Fecode) celebró la noticia como “una reivindicación histórica”, destacando que el beneficio mejorará no solo la calidad de vida de los pensionados, sino también la del núcleo familiar que depende de ellos.
En el centro de esta victoria legislativa está Ingrid Aguirre Juvinao, representante a la Cámara por el partido Fuerza Ciudadana. Su liderazgo fue determinante para articular apoyos entre sectores tradicionalmente distantes, consolidando un consenso político que trascendió intereses partidistas. Coautora principal del proyecto junto a Alejandro Ocampo, Gérsel Pérez, Yenica Acosta y Karyme Cotes, Aguirre ha demostrado que la gestión pública puede construirse desde el diálogo y la empatía, especialmente cuando el propósito es devolver dignidad a quienes educan al país.
Durante la plenaria, la congresista magdalenense expresó su emoción dedicando el logro a su madre, exdocente de Ciénaga, y a Carlos Caicedo, fundador de Fuerza Ciudadana, reconociendo su influencia en su compromiso con la educación. “Esta aprobación unánime es un homenaje a todos los maestros que han dado su vida por la patria. La mesada 14 no es un privilegio: es el reconocimiento a su sacrificio y al valor de su trabajo”, declaró al cierre de la sesión.
Aguirre, quien llegó al Congreso en 2022 como la única representante de Fuerza Ciudadana por el Magdalena, ha consolidado su figura como una de las voces más firmes en defensa de las causas sociales. Su trayectoria previa como gerente de la Empresa de Servicios Públicos de Santa Marta (Essmar) ya reflejaba una gestión orientada a la inclusión y la sostenibilidad, pero es en el terreno legislativo donde ha proyectado su compromiso con mayor fuerza. Desde la radicación del proyecto, en agosto de 2025, lideró audiencias públicas con pensionados, promovió estudios de viabilidad financiera y tejió alianzas con más de cien congresistas de distintas bancadas, superando resistencias fiscales y políticas.
Para Fecode y otros gremios, su papel ha sido decisivo. Un portavoz del sindicato destacó que “la gestión de Ingrid Aguirre no solo legisla; une voluntades por la equidad. En un país que le debe tanto a sus maestros, su capacidad para construir consensos es una lección de liderazgo y sensibilidad social”.
El trámite legislativo aún debe superar dos debates más en el Senado antes de diciembre, y cuatro adicionales en la segunda legislatura de 2026, pero la expectativa es alta. Aguirre ha anunciado que intensificará la movilización ciudadana, especialmente en el Caribe y el Magdalena, para mantener viva la participación de los educadores y garantizar que la iniciativa no pierda impulso. “Redoblaremos esfuerzos porque ningún docente puede quedar atrás. La mesada 14 no es un gasto: es una inversión en el futuro de Colombia”, afirmó.
Esta aprobación representa más que un alivio económico para los jubilados: simboliza un reconocimiento colectivo a la labor de quienes sostienen la educación del país. En medio de un contexto político polarizado, el liderazgo de Ingrid Aguirre demuestra que los acuerdos son posibles cuando la causa es justa y el objetivo común es dignificar la vida de quienes enseñan. Con esta victoria, la educación colombiana da un paso firme hacia un modelo más equitativo, donde la gratitud con los maestros deja de ser un discurso para convertirse en política de Estado.
carloscastaneda@prensamercosur.org
