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En Colombia no existen pruebas ni investigaciones que vinculen al presidente Gustavo Petro con actividades relacionadas con el narcotráfico o el enriquecimiento ilícito. Sin embargo, recientes declaraciones provenientes de Estados Unidos han generado una fuerte controversia política y diplomática.
El 21 de octubre de 2025, el senador estadounidense Bernie Moreno, de origen colombiano y miembro del Partido Republicano, anunció durante una entrevista con la cadena Fox News su intención de promover en el Congreso de ese país la inclusión del mandatario colombiano, junto con su familia y colaboradores, en la llamada Lista Clinton. Dicha lista, oficialmente conocida como Specially Designated Narcotics Traffickers List, fue creada en 1995 durante la administración de Bill Clinton con el fin de sancionar a personas o entidades extranjeras relacionadas con el tráfico de drogas, bloqueando sus activos en territorio estadounidense y restringiendo sus vínculos comerciales con empresas de ese país.
Moreno aseguró contar con “evidencias suficientes” que demostrarían que la campaña presidencial de Petro habría recibido recursos provenientes de carteles de droga. Afirmó además que la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro estaría evaluando el caso. Sin embargo, hasta la fecha, ni la Fiscalía General de la Nación ni la justicia colombiana registran investigaciones o procesos en curso contra Petro o sus allegados por delitos de narcotráfico, lavado de activos o enriquecimiento ilícito. Por tanto, las acusaciones carecen de sustento judicial y se mantienen en el terreno político y mediático.
Ante la polémica, el presidente Petro respondió con firmeza durante una intervención en el Consejo de Ministros. Recordó que su familia ha sido víctima de persecución y exilio, consecuencia de su labor política y de las denuncias que realizó en años anteriores sobre corrupción y vínculos entre políticos y grupos armados. “El debate que di en 2007 sobre la parapolítica en Antioquia provocó que toda mi familia tuviera que exiliarse. Mi padre tiene 90 años y mi madre es pensionada en Canadá, donde se le reconocieron sus años de trabajo”, señaló.
El mandatario expresó su desconcierto ante las posibles sanciones impulsadas desde Washington y las recientes declaraciones del expresidente Donald Trump, quien lo tildó de “líder del narcotráfico”. “No sé a quién pretende castigar Trump, si no es a mi familia, porque ellos ya sufrieron el exilio y las amenazas”, dijo.
Petro también denunció que sus hijas, Antonella y Andrea, han recibido amenazas de muerte por parte de lo que definió como “el verdadero narcotráfico en Colombia”, una red que, según él, no está compuesta por campesinos o pequeños traficantes, sino por estructuras criminales históricas enquistadas en el poder económico y político del país.
Las declaraciones de Petro reflejan la tensión diplomática y política que podría intensificarse entre Bogotá y Washington si la propuesta de Moreno llegara a prosperar. Por ahora, no hay evidencia legal que respalde las acusaciones, mientras el mandatario colombiano insiste en que su gobierno y su familia han sido blanco de campañas de desprestigio con intereses políticos más amplios.
carloscastaneda@prensamercosur.org
