

Imagen Abelardo de la Espriella
El precandidato presidencial Abelardo de la Espriella lanzó un contundente llamado al Gobierno y a las autoridades de Bogotá para que ejerzan una respuesta más firme frente a los recientes episodios de desorden y bloqueos que afectaron la movilidad en distintos sectores de la capital. En declaraciones posteriores a la jornada de protestas del martes 14 de octubre, el abogado y líder político insistió en que el derecho a la manifestación debe coexistir con el respeto a la ley y con la protección de los derechos del resto de los ciudadanos, señalando que “la protesta no puede ser sinónimo de caos, vandalismo ni impunidad”.
Durante las movilizaciones, varios grupos bloquearon vías principales y ocuparon edificios públicos, lo que derivó en enfrentamientos con las autoridades y alteraciones del orden en zonas cercanas a la Universidad Nacional y al complejo San Martín. Frente a esos hechos, De la Espriella sostuvo que Bogotá necesita recuperar el principio de autoridad y evitar que, bajo la excusa de la protesta social, se vulneren las normas y se afecte la cotidianidad de millones de habitantes. “El derecho a la protesta tiene límites establecidos en la Ley. Yo sé cuáles son y no me tiembla la mano para aplicarlos. No más vagabundería disfrazada de protesta social. No puede ser que tres peludos encapuchados paralicen a Bogotá, bloqueen el transporte y secuestren edificios”, afirmó el jurista, reafirmando su visión de una política de orden y legalidad estricta.
El precandidato, conocido por su discurso directo y su defensa del imperio de la ley, advirtió que uno de los ejes centrales de su eventual gobierno será la recuperación de la seguridad y el respeto a las instituciones. A su juicio, la falta de autoridad ha permitido que pequeños grupos actúen con impunidad, afectando la confianza ciudadana en las instituciones del Estado. De la Espriella sostuvo que el país necesita una política de orden público coherente, en la que las libertades se ejerzan con responsabilidad y dentro de los límites que establece la Constitución.
Asimismo, destacó que las manifestaciones son una herramienta legítima de la democracia, pero recordó que su uso indebido puede poner en riesgo la estabilidad social y económica. “Colombia ha sufrido demasiado por la falta de autoridad y la permisividad frente al vandalismo. El Estado tiene el deber de proteger la libre circulación, el derecho al trabajo y la seguridad de quienes no protestan. La fuerza pública debe actuar sin titubeos, siempre dentro de la ley, pero con la determinación que exige la defensa del orden”, manifestó el abogado, quien ha convertido la firmeza y la legalidad en ejes de su propuesta presidencial.
Las declaraciones de De la Espriella se producen en un contexto en el que el país enfrenta un clima social tenso y una creciente discusión sobre los límites de la protesta. Mientras algunos sectores defienden la necesidad de garantizar la libre expresión ciudadana, otros piden mayor rigor en la aplicación de la ley para evitar que las movilizaciones deriven en actos violentos. En medio de ese debate, el discurso del precandidato resuena como un llamado a restaurar la autoridad y a redefinir el equilibrio entre los derechos individuales y el bien común, en una ciudad que, una vez más, fue escenario de la confrontación entre la indignación social y el poder del Estado.
carloscastaneda@prensamercosur.org
