Introducción de legumbres en bebés: cuándo y cómo ofrecerlas

Hablar de la introducción de legumbres en bebés es hablar de un momento clave en la alimentación complementaria. A partir de los seis meses, la leche materna o de fórmula deja de cubrir todas las necesidades nutricionales del bebé, y es hora de sumar alimentos que aporten hierro, proteínas y energía. Las legumbres —lentejas, garbanzos, alubias y guisantes— son uno de los grupos más interesantes para incluir en esta etapa.

No se trata solo de darles algo que les llene la tripa: las legumbres son un alimento muy completo, recomendado por la OMS y la Asociación Española de Pediatría desde los seis meses, siempre que el bebé esté listo para comer sólidos (que se siente con apoyo, mantenga la cabeza erguida y muestre interés por la comida). La clave está en empezar poco a poco, en la textura adecuada, y prestar atención a su tolerancia digestiva.

¿Por qué son importantes las legumbres?

Las legumbres son una gran fuente de proteínas vegetales, fibra, hierro, zinc y vitaminas del grupo B. Ayudan a prevenir la anemia, favorecen la saciedad y contribuyen al buen funcionamiento del tránsito intestinal. Además, si combinamos las legumbres con verduras ricas en vitamina C, como el pimiento o el tomate, mejoramos la absorción del hierro.

Legumbres para bebés

¿Cuándo introducir las legumbres en bebés?

La recomendación actual es introducir las legumbres a partir de los seis meses, coincidiendo con el inicio de la alimentación complementaria. No es necesario retrasarlas por miedo a alergias, salvo que haya antecedentes familiares de alergia grave o indicación médica contraria. En esos casos, conviene consultarlo con el pediatra.

Cómo ofrecer legumbres según la edad del bebé

• 6 a 8 meses: lo ideal es ofrecerlas en puré o trituradas, bien cocidas y sin piel si es posible (por ejemplo, lentejas peladas).
• 8 a 12 meses: se puede ir dejando una textura más gruesa o aplastarlas con el tenedor. Si practicamos BLW, podemos ofrecer garbanzos o alubias cocidas y chafadas para que el bebé las pueda coger con la mano.
• A partir de 12 meses: pueden comerlas enteras, en guisos suaves o mezcladas con arroz, quinoa o pasta pequeña.

Legumbres para bebés

Cuánta cantidad dar

Al principio bastan un par de cucharadas mezcladas con verduras. Después se puede ir aumentando hasta que formen parte habitual de una de las comidas del día. A partir del año, las legumbres deberían aparecer en el menú de dos a cuatro veces por semana, igual que haríamos en la dieta de un adulto.

Qué legumbres son mejores para los bebés

Aunque todas las legumbres son saludables, algunas se digieren mejor que otras en los primeros meses de alimentación complementaria. Aquí te dejamos un repaso de las más habituales y cómo introducirlas:

• Lentejas: son las más recomendadas para empezar, sobre todo las lentejas rojas o peladas, porque no tienen piel y se cuecen rápido. Su sabor es suave y suelen causar menos gases.
• Garbanzos: aportan mucha proteína y fibra. Es mejor introducirlos bien cocidos y sin piel para que no resulten pesados. Podemos ofrecerlos en puré o en forma de hamburguesitas blandas.
• Alubias o judías: son muy nutritivas, pero su piel puede ser más difícil de digerir al principio. Conviene ofrecerlas chafadas y en pequeñas cantidades para ver cómo las tolera el bebé.
• Guisantes: aunque técnicamente son legumbres, se suelen considerar verdura en la dieta. Son dulces y agradables al paladar, fáciles de masticar y con menos riesgo de gases, por lo que son una buena opción para empezar.
• Soja y derivados: no es habitual introducir soja en bebés pequeños salvo en dietas vegetarianas estrictas o por indicación médica. El tofu puede ser una alternativa rica en proteínas a partir de los 6 meses, siempre natural y sin salsas.
• Otras legumbres como habas o azukis: se pueden ofrecer más adelante, cuando la dieta ya es variada y el sistema digestivo está más maduro.

En general, conviene empezar por las variedades más suaves, en purés o texturas fáciles de manejar, y dejar para más adelante las legumbres con piel más gruesa o con mayor potencial de producir gases. Aquí te dejamos una tabla para resumir cómo frecer diferentes legumbre a bebés:

Posibles problemas de las legumbres y cómo evitarlos

• Gases: remojar las legumbres secas antes de cocinarlas y desechar el agua del remojo ayuda a reducirlos.
• Digestión pesada: comenzar con pequeñas cantidades y preferir las variedades más suaves como lentejas rojas.
• Atragantamiento: ofrecer siempre bien cocidas y adaptadas a la capacidad de masticación del bebé.
• Alergias: aunque son poco frecuentes, hay que observar cualquier reacción tras la introducción de un alimento nuevo.

Consejos prácticos para ofrecer legumbres a tu bebé

Introducir legumbres no tiene por qué ser complicado. Aquí van algunos trucos para que funcione bien desde el principio:

• Empieza con lentejas sin piel, como las lentejas rojas, que son más fáciles de digerir y no necesitan remojo.
• Mezcla siempre las lentejas con verduras, no solo para mejorar el sabor sino para ayudar a la absorción de hierro.
• Si tu bebé hace BLW, puedes preparar hamburguesas de lentejas o garbanzos bien blandas para que las pueda coger.
• No uses sal ni embutidos en los potajes; a esta edad necesitan sabores simples y naturales.
• Varía: lentejas un día, garbanzos otro, alubias o guisantes en otra ocasión. Así el bebé se acostumbra a diferentes sabores y texturas.

Silvia Romero Canals

Fuente de esta noticia: https://www.pequerecetas.com/alimentacion/legumbres-introduccion/

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