
En un encuentro clave celebrado este martes 9 de septiembre, el ministro de la Secretaría General de la Presidencia de la República, Márcio Macêdo, junto con representantes del Ministerio de Desarrollo, Industria y Comercio (MDIC), del Ministerio de Relaciones Exteriores (MRE) y del Ministerio de Trabajo y Empleo (MTE), se reunió con líderes sindicales para abordar los intereses de los trabajadores brasileños en el marco del acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea. La reunión, que se llevó a cabo de manera presencial y virtual, fue promovida por los sindicatos y contó con la participación activa del gobierno federal.
El objetivo principal del encuentro fue proporcionar un espacio para que los representantes sindicales aclararan dudas sobre el avance de las negociaciones entre los bloques y conocieran las novedades relacionadas con este acuerdo estratégico. Desde el inicio de su mandato, el gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva ha procurado incluir a la sociedad civil y a los sindicatos en las discusiones sobre este tema crucial, reafirmando su compromiso con una gestión transparente y participativa.
Márcio Macêdo destacó la importancia de este diálogo técnico, especialmente en el contexto actual marcado por los aranceles impuestos por Estados Unidos. Según el ministro, estos desafíos comerciales han incrementado la relevancia del acuerdo entre Mercosur y la Unión Europea para Brasil. «Debemos debatir este asunto y aclarar las medidas ya adoptadas por el Gobierno Federal para garantizar una negociación sólida entre los bloques», afirmó.
El embajador Phillip Fox-Drummond Gough, presente en la reunión, subrayó el valor económico y sociopolítico del acuerdo. Según explicó, los aranceles impuestos por Estados Unidos han obligado a los países a reposicionarse en busca de nuevos mercados, lo que ha acelerado las negociaciones entre Mercosur y la Unión Europea. Este reposicionamiento no solo busca abrir nuevas oportunidades comerciales, sino también fortalecer las relaciones internacionales basadas en valores compartidos.
Por su parte, Tatiana Prazeres, secretaria de Comercio Exterior del MDIC, ofreció una presentación detallada sobre los puntos acordados entre Brasil y los países europeos. Durante su intervención, destacó las salvaguardias incluidas en el acuerdo para proteger los intereses del sector productivo brasileño y las demandas planteadas por ambas partes. Este enfoque busca garantizar que el acuerdo sea beneficioso tanto para Brasil como para sus socios europeos.
Los líderes sindicales evaluaron positivamente la reunión, resaltando la importancia de que el Gobierno Federal incluya a los trabajadores en las discusiones sobre el acuerdo. Clemente Ganz Lúcio, coordinador del Foro Sindical, enfatizó que actualizar el proceso de validación y aprobación del acuerdo es esencial frente a los desafíos comerciales actuales. «Nos informaron sobre la inclusión de varias propuestas y demandas que los sindicatos habían presentado previamente, lo que demuestra un esfuerzo genuino por atender nuestras preocupaciones. Continuaremos este diálogo para que el movimiento laboral pueda influir en la negociación colectiva», señaló.
Desde una perspectiva sindical, Nilza Almeida, secretaria general de Intersindical, destacó que el enfoque principal debe ser la preservación y calidad de los empleos, así como el desarrollo nacional. «Como sindicato, siempre pensamos en garantizar empleos de calidad. Solicitamos esta reunión para discutir el acuerdo desde esta perspectiva y buscar garantías para el desarrollo continuo de Brasil», declaró. Almeida también subrayó que abrir nuevos mercados y diversificar las exportaciones es crucial para reducir la dependencia del mercado estadounidense y enfrentar los efectos adversos de los aranceles.
La reunión contó con la participación de figuras clave como Kelli Mafort, Secretaria Ejecutiva del SGPR, y Renato Simões, Secretario Nacional de Participación Social. Ambos reafirmaron el compromiso del gobierno con un enfoque inclusivo en las negociaciones internacionales.
Este encuentro marca un paso significativo hacia la consolidación de un acuerdo que no solo tiene implicaciones económicas, sino también sociales y políticas. La inclusión de propuestas sindicales en las negociaciones refleja un esfuerzo por garantizar que los intereses de los trabajadores sean considerados en este proceso estratégico.
A medida que Brasil avanza en sus relaciones con la Unión Europea y enfrenta desafíos derivados de cambios en el panorama geopolítico global, este tipo de diálogos entre el gobierno y los sindicatos son fundamentales para asegurar un desarrollo equilibrado y sostenible. Los próximos pasos incluirán nuevas reuniones y consultas técnicas para seguir fortaleciendo este vínculo entre los sectores público y laboral.
Con este enfoque colaborativo, Brasil busca posicionarse como un actor clave en el comercio internacional, promoviendo acuerdos que beneficien tanto al país como a sus socios internacionales, mientras garantiza la protección de sus trabajadores y sectores productivos.

