

Imagen Edgar Alberto Velasco Tumiña
Edgar Alberto Velasco Tumiña, uno de los líderes indígenas más influyentes de Colombia, ha oficializado su precandidatura al Senado por la lista del Pacto Histórico. Figura emblemática del pueblo Misak y voz central de la resistencia social en las últimas décadas, su postulación marca un punto de inflexión en el panorama político colombiano, al poner en el centro del debate la justicia histórica y la visión de un país plurinacional.
Agricultor, escritor y bilingüe en namtrik y español, Velasco Tumiña creció en el resguardo de Guambia, en el macizo colombiano, donde la lucha de su familia por la tierra moldeó su conciencia social. Desde entonces, ha transitado por más de treinta años de liderazgo político y comunitario, defendiendo la vida, los derechos humanos y la paz con un estilo que combina firmeza y arraigo cultural.
Su trayectoria incluye hitos que lo han convertido en referente nacional: delegado en la Mesa Permanente de Concertación de los Pueblos Indígenas desde 2013; vocero de la Comisión Étnica para la Paz que garantizó la inclusión del Capítulo Étnico en el Acuerdo de La Habana; y actual Secretario General del Movimiento de Autoridades Indígenas del Sur Occidente (AISO), que articula pueblos indígenas en ocho departamentos.
Su nombre también está ligado a momentos de alto impacto en la movilización reciente: la toma pacífica del aeropuerto El Dorado en 2020 y el derribo de estatuas coloniales en Cali y Popayán durante el estallido social de 2021, acciones que se convirtieron en símbolos de resistencia para amplios sectores del país.
Pese a las amenazas, persecuciones y procesos judiciales en su contra, Velasco Tumiña ha mantenido intacta su voz. “Mi candidatura no es un acto personal. Represento la voz de los pueblos que han resistido por siglos. No vamos a pedir permiso para existir, vamos a decidir nuestro destino”, aseguró en el lanzamiento de su precandidatura.
Su proyecto político propone una agenda de transformación estructural: reparación histórica para pueblos indígenas, afrodescendientes y campesinos; reforma agraria con restitución de territorios ancestrales; reconocimiento de Colombia como Estado plurinacional; y políticas públicas descolonizadas en educación y salud. En el centro de su propuesta está la defensa de la vida y la protección integral a líderes sociales, principios que ha defendido con coherencia a lo largo de su carrera.
Con esta postulación, el Pacto Histórico no solo suma un nombre, sino una figura de alto impacto que representa las luchas históricamente silenciadas. La eventual llegada de Velasco Tumiña al Senado abriría un capítulo inédito en la política colombiana: el de un Congreso donde las voces indígenas no solo reclaman justicia, sino que construyen país.
carloscastaneda@prensamercosur.org
