

Ministro del Trabajo de Colombia , Antonio Sanguino
En un momento en que las brechas sociales, la precarización laboral y las tensiones sobre los sistemas de seguridad social atraviesan a gran parte del mundo, Colombia vuelve a poner en el centro del debate internacional la urgencia de garantizar recursos estables para sostener políticas de transformación social. El ministro de Trabajo, Antonio Sanguino, compareció ante las comisiones económicas del Congreso con un mensaje que trasciende las fronteras nacionales: sin inversión suficiente, las reformas sociales no podrán convertirse en derechos efectivos.
El jefe de la cartera laboral presentó el balance del presupuesto ejecutado en 2025 y las proyecciones para 2026 en las entidades del sector, entre ellas el Ministerio del Trabajo, el SENA, Colpensiones, la Unidad Solidaria, la Superintendencia del Subsidio Familiar y el Servicio Público de Empleo. Su llamado fue claro: se requieren más recursos para que la agenda de justicia social no se quede en promesas.
Sanguino insistió en que la implementación de la nueva Ley Laboral 2466 necesita un robusto fortalecimiento de la Inspección, Vigilancia y Control, clave para garantizar que los derechos de los trabajadores no dependan de la informalidad ni del azar. De igual manera, destacó la urgencia de ampliar el programa Prácticas Laborales para la Vida, una estrategia que abre oportunidades a jóvenes en un contexto mundial donde el desempleo juvenil supera el 13% en promedio, según cifras de la Organización Internacional del Trabajo.
Otro de los ejes de su intervención fue el alistamiento institucional para la entrada en vigencia de la nueva Ley Pensional, que busca garantizar sostenibilidad y ampliar la cobertura del sistema de seguridad social. “Una sociedad que no protege a sus mayores no puede llamarse justa”, recalcó el ministro, advirtiendo que Colombia se suma a los países que enfrentan el desafío del envejecimiento poblacional y la urgencia de sistemas pensionales más equitativos y universales.
Parte del presupuesto se dirige a Colpensiones para respaldar el Régimen de Prima Media y al Fondo de Pensiones Públicas del Nivel Nacional (FOPEP), estructuras que no solo representan un soporte financiero, sino también un compromiso histórico con los derechos adquiridos de millones de trabajadores y jubilados.
“Lo que hicimos hoy es un ejercicio de transparencia y de responsabilidad con el país, donde reafirmamos el compromiso del Gobierno del Cambio con el trabajo digno, la equidad y la protección social de millones de colombianas y colombianos. Con dignidad cumplimos”, aseguró Sanguino ante los legisladores, en un tono que resonó con la fuerza de un manifiesto político y social.
El ministro, en su intervención, dejó en claro que el debate sobre los recursos no es solo contable, sino profundamente humano: se trata de garantizar que las reformas sociales lleguen a quienes más lo necesitan y que Colombia se sume a las naciones que ven en el trabajo digno, la seguridad social y la equidad pilares de una democracia sólida.
En un escenario global marcado por crisis económicas recurrentes, cambios en el mercado laboral debido a la automatización y a la transición energética, así como la creciente desigualdad, la defensa de un presupuesto sólido para el sector trabajo en Colombia se lee como una apuesta con resonancia internacional. La pregunta que lanzó Sanguino, entre líneas, interpela más allá del Congreso colombiano: ¿serán los Estados capaces de garantizar que las reformas sociales no sean solo discursos, sino políticas sostenibles que transformen realidades?
carloscastaneda@prensamercosur.org
