

Imagen Cortesía
En medio de la alegría de una comunidad que empieza a escribir una nueva página de su historia, Arroyohondo, un pequeño municipio del Caribe colombiano, se convirtió en el tercer Territorio Energético del país con la inauguración de la primera granja solar de Bolívar. La obra, que instala 1.792 paneles capaces de generar un megavatio de energía limpia, marca un hito en la lucha contra la desigualdad energética y la apuesta por un desarrollo sostenible.
La iniciativa, liderada por la Gobernación de Bolívar en articulación con el Ministerio de Minas y Energía y el Fondo de Energías No Convencionales y Gestión Eficiente de la Energía (FENOGE), permitirá reducir hasta en un 35% el costo del servicio eléctrico para 500 familias vulnerables. Además, garantizará energía confiable y renovable para colegios, hospitales y entidades públicas del municipio, donde durante décadas la factura de la luz fue sinónimo de angustia para miles de hogares.
“El alto costo de la energía es una de las principales preocupaciones de nuestra gente. Esta granja solar es justicia social hecha realidad. Significa que las familias podrán invertir en lo más importante: la educación y salud de sus hijos, en la mejora de sus viviendas”, afirmó el gobernador de Bolívar, Yamil Arana Padauí, durante la entrega de la obra que tuvo la emoción de un día histórico.
La planta, con una vida útil proyectada de 25 años, generará cerca de 140 mil kilovatios-hora al mes, un aporte tangible a la transición energética que Colombia busca consolidar. Para Ángela Álvarez, representante de FENOGE, este es solo el inicio de un camino transformador: “Comenzamos en Arroyohondo, pero el objetivo es replicar el modelo en otros municipios como Mompox. No es un piloto simbólico, es un proyecto que puede cambiar el destino de muchas comunidades”.
La alcaldesa de Arroyohondo, Zuleivis Coronel, resumió el sentimiento colectivo en una frase que resonó entre los asistentes: “Aquí no hay promesas, hay resultados”. Sus palabras reflejaron el agradecimiento de una población que durante años esperó una respuesta concreta frente al rezago en infraestructura energética.
La inversión, superior a los 7.000 millones de pesos, no solo ilumina hogares, sino que enciende la esperanza de un Bolívar más equitativo, donde el desarrollo se mide en oportunidades reales para los más vulnerables.
La Gobernación ya adelanta estudios de factibilidad para levantar una segunda granja solar en Mompox, lo que consolidaría al departamento como uno de los pioneros en la transición energética incluyente que impulsa el Gobierno Nacional. Con este paso, Arroyohondo se suma al mapa mundial de pequeñas comunidades que, gracias a la energía limpia, empiezan a escribir su futuro con dignidad y esperanza.
