

OpenAI impulsa el futuro de la inteligencia artificial con ChatGPT Agent: Un asistente dentro de chatGPT que te mostrará como hace las tareas para realizar lo que le pides, autónomo para tareas diarias.
Un asistente autónomo para tareas diarias
El gigante de la inteligencia artificial, OpenAI, anunció el lanzamiento de una innovadora herramienta llamada ChatGPT Agent, diseñada para facilitar múltiples gestiones cotidianas sin necesidad de supervisión constante. La nueva funcionalidad puede ejecutar órdenes, como preparar presentaciones, adquirir ingredientes o gestionar informes financieros, todo de manera automática.
Este sistema permite a los usuarios programar tareas recurrentes, por ejemplo, actualizaciones semanales en una hoja de cálculo.
Si el usuario en algún momento necesita detener o modificar el proceso, puede hacerlo sin perder los avances, retomando desde el punto en el que quedó. La tecnología busca convertir a la IA en una herramienta práctica y útil para las rutinas diarias.
Riesgos y desafíos en la interacción con sitios web
Pese a su utilidad, OpenAI advirtió sobre los potenciales riesgos asociados con la autonomía del ChatGPT Agent.
La principal preocupación radica en la interacción con páginas web: el sistema podría ser engañado mediante mensajes maliciosos, lo que podría llevar a la entrega de información confidencial o la ejecución de acciones dañinas en sitios en los que el usuario ya ha iniciado sesión.
La compañía afirmó haber incorporado métodos protectores para reducir la vulnerabilidad a estos ataques, aunque reconoció que todavía no se eliminan por completo. La llegada del ChatGPT Agent supone un paso significativo hacia asistentes de inteligencia artificial capaces de realizar tareas complejas sin intervención humana, más allá de ofrecer respuestas en texto.
Inversiones millonarias y ambiciones globales
El desarrollo de esta tecnología no fue solo una aspiración, sino que contó con un respaldo financiero significativo. En marzo, OpenAI cerró una ronda de inversión histórica de 40 mil millones de dólares, la más importante en el sector tecnológico privado hasta la fecha.
Además, la compañía anunció la creación de «Proyecto Stargate» junto a colosos como SoftBank, Oracle y MGX, con la intención de invertir más de 500 mil millones en infraestructura de inteligencia artificial en Estados Unidos.
El objetivo declarado de OpenAI es que el ChatGPT Agent se convierta en una herramienta más funcional y orientada a resolver problemas prácticos, en lugar de ser solo un asistente conversacional. La visión es que esta tecnología sirva para optimizar tareas diarias, aumentando la eficiencia y la rapidez en un mundo cada vez más digitalizado.
Disponibilidad y medidas de privacidad para los usuarios
Según informes, el ChatGPT Agent estará disponible primero para usuarios del plan ChatGPT Pro, a finales del jueves. Posteriormente, los suscriptores de ChatGPT Plus y ChatGPT Team podrán acceder en días subsiguientes. En las semanas siguientes, quienes forman parte de planes Enterprise y Educación también podrán disfrutar de esta funcionalidad.
OpenAI también anunció medidas de privacidad para quienes utilicen el sistema. Los usuarios podrán eliminar los datos de navegación y cerrar la sesión en todos los sitios vinculados con sus tareas con un solo clic.
Sin embargo, las cookies en esos sitios continuarán activas según las políticas de cada página. La empresa remarcó que el ChatGPT Agent aún está en una fase inicial, y que puede cometer errores en la generación de contenidos o resultados básicos, trabajando continuamente para mejorar tanto su eficiencia como su seguridad.
El rol legal y las preocupaciones sobre la privacidad en la era de la IA: Sam Altman advierte sobre la vulnerabilidad legal de ChatGPT
En una reciente entrevista en el podcast de Theo Von, el CEO de OpenAI, Sam Altman, abordó un tema de gran relevancia respecto al futuro legal de los asistentes de inteligencia artificial, específicamente ChatGPT.
En su conversación, explicó que la compañía podría verse en la necesidad de aportar información y documentos sensibles compartidos con el chatbot en procesos judiciales, en caso de que se presenten demandas que se lo requieran.
Altman expresó su preocupación por la brecha en la protección de datos: “Eso es un enorme problema”, dijo, refiriéndose a que ChatGPT no puede beneficiarse de la confidencialidad que amparan profesiones como la psicológica, la legal o la médica en sus conversaciones con clientes o pacientes.
Los privilegios legales que protegen esas prácticas aún no son aplicables a las interacciones con IA, lo cual genera un riesgo significativo.
El CEO de OpenAI resaltó que, si alguien discutiera temas delicados con la IA, la empresa podría tener que presentar esas conversaciones en un juicio, dependiendo del contexto legal. “Creo que eso está muy mal.
Deberíamos tener el mismo concepto de privacidad para tus conversaciones con la IA que tenemos con un terapeuta o lo que sea”, enfatizó Altman.
Preocupación por el uso de IA en apoyo emocional y profesional
El temor de Altman también se extiende a la creciente utilización de estas herramientas para brindar apoyo psicológico, asesoramiento médico y financiero. La falta de un marco legal que proteja esas conversaciones puede generar vulnerabilidades graves, especialmente considerando que muchos usuarios confían en la IA para temas sensibles.
El CEO de OpenAI alertó sobre la necesidad urgente de establecer un marco regulatorio que garantice la privacidad y protección de datos. En sus conversaciones con legisladores, enfatizó que “esa es una de las razones por las que a veces me asusta usar ciertas cosas de IA, porque no sé cuánta información personal quiero poner, porque no sé quién la va a tener”.
Llamado a la creación de un marco legal para la IA
Altman finalizó su reflexión señalando la imperiosa necesidad de crear un marco político y legal que regule el uso de la inteligencia artificial. Considera que, hasta el momento, no existen regulaciones suficientes que protejan a los usuarios de posibles riesgos asociados con el manejo de datos sensibles en conversaciones con agentes de IA.
Para el CEO, el establecimiento de un estándar que garantice la misma confidencialidad que disfrutan otros profesionales sería un paso fundamental para evitar riesgos futuros y fortalecer la confianza en estas tecnologías en expansión.
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