Colombia | Alfredo Saade: “Petro eligió redimir en lugar de castigar, como enseñó Cristo” ocurrió en Medellín


El presidente de Colombia, Gustavo Petro, perdonó a un joven en Medellín que lo amenazó de muerte
Ocurrió en Medellín, ciudad símbolo de los extremos de Colombia, donde la violencia ha escrito muchas páginas, pero donde también -a veces- ocurre lo impensable. Un joven que días atrás había amenazado de muerte al presidente Gustavo Petro fue ubicado por las autoridades. Lo que siguió no fue una captura ni una condena. Fue un gesto que ha conmovido al país entero: Petro quiso verlo, hablarle, preguntarle por qué. Y al final, lo perdonó. Y lo abrazó.
El episodio se dio en los momentos previos a un evento público en la capital antioqueña. El joven, con la voz quebrada, pidió perdón al jefe de Estado, sin saber qué respuesta recibiría. No encontró castigo. Encontró compasión. En ese instante, el poder no alzó la voz: bajó la guardia.
Para el pastor Alfredo Saade, designado en la jefatura del gabinete del presidente de Colombia, testigo cercano de la escena, lo vivido allí tiene una carga espiritual y social que Colombia necesita comprender. “Ese muchacho no solo estaba arrepentido. Estaba roto. Y el presidente no lo humilló. Lo acogió. En un país como el nuestro, tan habituado a la confrontación, ese abrazo no es simbólico: es transformador”, afirma.
Saade explicó que el desarme real no es solo el que ocurre con las armas, sino el que se da en el corazón. “El muchacho venía con rabia, con resentimiento, con miedo tal vez. Pero encontró a un presidente que no buscó venganza, sino entendimiento. Y eso es más poderoso que cualquier sentencia. Ese día, Petro no habló con un enemigo: habló con un hijo de esta sociedad fracturada. Lo trató como tal”.
La imagen del presidente abrazando a su detractor recorrió el país. Pero, más allá de la anécdota, el pastor insiste en que el mensaje debe calar hondo. “A veces se olvida que el perdón no es debilidad, es valentía. Es mucho más difícil perdonar a quien te amenaza, que castigar a quien se equivoca. Ese acto requiere de una convicción que va más allá de la política.”
Saade ha sido criticado en medios recientemente, especialmente por una entrevista en Blu Radio donde, al hablar de su apoyo al presidente, algunos titulares distorsionaron sus palabras. “Yo jamás dije que Petro fuera Jesucristo, ni me acercaría a esa comparación. Lo que dije —y lo sostengo— es que he visto en él un amor real por la paz, por la vida, por la reconciliación. Y eso es coherente con lo que creo como cristiano.”
“Petro actuó como un verdadero creyente”: Alfredo Saade sobre el perdón al joven que lo amenazó
El pastor, sin embargo, no quiso dar protagonismo al ruido mediático. “La noticia no soy yo. Lo que importa es lo que pasó con ese joven. Porque ese joven podría haber sido cualquiera de los miles que hoy crecen con rabia, sin fe, sin futuro. Pero si uno solo de ellos entiende que el camino es otro, gracias a un gesto como este, entonces valió la pena.”
El mensaje, insiste Saade, es claro: “Colombia no puede seguir alimentándose del odio. Necesitamos gestos valientes que nos devuelvan la humanidad. Y cuando el presidente abrazó a ese joven, no solo lo perdonó. Le mostró al país entero que hay otra forma de liderar. Una que no excluye, sino que redime”.
Lo ocurrido en Medellín no fue un acto de campaña ni una estrategia de imagen. Fue un momento profundamente humano. Un presidente que prefirió escuchar antes que juzgar. Un joven que, al verse comprendido, dejó caer las armas invisibles del odio. Y un país que, entre tanto ruido, recibió una lección silenciosa: el perdón no es el fin de la justicia, sino su principio más alto.
