
El estado actual de los polos Ártico y Antártico que acontece y qué futuro aguarda.

Si creías que los polos eran estáticos, helados, ajenos a lo global, la ciencia de 2025 te hará repensarlo. Tanto el Ártico como la Antártida experimentan cambios veloces y profundos, preocupando ya no solo a los expertos, sino que sus efectos comienzan a sentirse por todo el planeta. Revisaremos, con datos recientes y en un lenguaje sencillo, lo que ocurre en los extremos de la Tierra y por qué deberíamos prestar atención.
El Ártico el hielo se derrite a gran velocidad
Empecemos con el Ártico, ese océano congelado rodeado de tierra. El hielo marino ártico en los últimos años alcanzó mínimos históricos. En febrero de 2025 por ejemplo, la extensión del hielo fue de solo 13,7 millones de km², la cifra más baja para ese mes desde que se llevan registros satelitales hace casi medio siglo.
Pero esto no es solamente una cifra, ¡va mucho más allá! Significa, sencillamente, que el 8% del hielo acostumbrado para esa temporada del año ya se ha ido.
¿Cuál es el motivo subyacente? Las temperaturas en la zona han llegado a ser hasta unos impresionantes 11°C por encima de lo usual, y el calentamiento global se acelera más rápido acá que en casi cualquier otra parte del globo. Los modelos más actuales apuntan a que podríamos presenciar el primer verano completamente sin hielo marino en el Ártico entre 2027 y 2030, algo que, una década atrás, parecía pura fantasía.
¿Y cuáles son las consecuencias de esto? El hielo ártico no es meramente el «aire acondicionado» del planeta, refleja la luz solar, ayudando a sostener un clima estable. Su desaparición altera las corrientes oceánicas, cambiando los patrones de lluvias y de sequías, y impacta directamente a la fauna local, ¡osos polares y focas incluidas! Pero, también a las comunidades indígenas, que dependen por completo de este ecosistema.
La Antártida: el gigante blanco también se derrite ¡y se ensucia! Si miramos hacia el sur, la Antártida tampoco atraviesa su mejor fase.
En septiembre de 2023, el continente vio la extensión de hielo marino mas baja jamás registrada para aquella época del año. Por mas que en algunos años el hielo marino pudiera aumentar por culpa de los vientos, la tendencia general es cristalina: el enorme manto de hielo antártico, tapando tierra firme, va perdiendo masa a un ritmo de unos 100 km³ cada año desde 2002. Lo cual es preocupante, la NASA ya está hablando de una situación «irreversible» en algunas partes del deshielo antártico.
Los glaciares más colosales, como el Totten y el Smith, están retrocediendo a gran velocidad. El glaciar Smith, por ejemplo, ha perdido 35 km de extensión en las últimas décadas. En total, la Tierra a perdido unos 28.000 millones de toneladas de hielo en un período de 30 años, eso es un 65% de su masa original.
Pero no se trata únicamente de hielo. Investigaciones actuales han encontrado microplásticos en la nieve antártica, también una reducción de la salinidad del océano austral, lo que implica que la contaminación y el cambio climático impactan hasta los sitios más apartados del planeta.
Además el Lange, un glaciar que retrocedió unos 400 metros entre 1995 y 2025, junto a arroyos que ahora corren sobre el hielo, revelan la creciente fragilidad del ecosistema.
Consecuencias a medio y largo plazo; esto es, mucho mas que polos derretidos.
El deshielo polar, una amenaza mayor que solo osos y pingüinos. Las consecuencias nos tocan a todos.
Aumento del nivel del mar: el agua que se deshiela de los glaciares y el hielo fluye a los océanos, y con eso el nivel del mar sube. El ritmo de subida, superior a 4 mm por año, ya se ve, y si todo continua, tendremos decenas de centímetros más al final de siglo. Esto pone en peligro a millones de personas costeras y grandes urbes.
Alteración del clima mundial: Los polos cumplen como reguladores del clima. Su deshielo, puede cambiar las corrientes oceánicas y los patrones de lluvias y sequías globales, y haciendo más extremos los fenómenos del tiempo.
Impacto en la biodiversidad: la desaparición del hielo perjudica a especies que de el dependen.
En la Antártida, el hielo en mengua impacta el krill, cimiento de la red alimentaria, y en el Ártico, grandes mamíferos y aves marinas también se ven perjudicadas.
Un retroceso peligroso: Menos hielo equivale a menos luz solar reflejada y más calor engullido por los océanos, ¡acelerando aún más el calentamiento global!. Asimismo, el deshielo del permafrost podría liberar metano, un gas invernadero muy fuerte.
¿Hay esperanza?
La situación es alarmante, pero no todavía irreversible para todo el planeta si nos movemos rápido. Los científicos claman la necesidad de reducir drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero, y también de proteger los ecosistemas polares. La tecnología y la colaboración internacional serán cruciales para detener el desastre y ajustarnos a los cambios en curso.
Referencias bibliográficas
Ecología Verde. (2025). Datos acerca del deshielo polar.
Infobae. (2025). El deshielo polar va más aprisa de lo esperado, y avisan sobre el alarmante aumento del nivel del mar.
Mongabay. (2025). ¿Estamos perdiendo la Antártida? : expedición científica halla microplásticos y degradación.
National Geographic España. (2024).
El Ártico sin hielo, una realidad que podría materializarse mas pronto de lo creímos.
France 24. 2025. La disminución del hielo marino polar se dispara.
Fuser News. 2025. En febrero de 2025, la capa de hielo marino alcanzó mínimos históricos.
Wired España. 2025. El hielo polar en mínimos sin precedentes, dicen los datos de Copernicus.
En suma, los polos se transforman más velozmente de lo que anticipamos, y sus efectos ya no son algo del futuro. Lo que ocurre en el Ártico y la Antártida nos concierne a todos, el porvenir esta, literalmente, en nuestra potestad.
