

El sarampión, ¡vaya!, es una enfermedad infecciosa aguda, ya sabes, que la provoca un virus, el del sarampión, pa’ que lo entiendas. Este virus pertenece a los Morbillivirus, y estos a su vez son de la familia Paramyxoviridae, sí señor. Lo que lo hace tan peculiar es que se contagia muy fácil, es decir, súper contagioso, ¿me explico? Se transmite directo, directamente de la nariz, boca o garganta, con esas gotitas que uno lanza al hablar o toser, de personas infectadas. Y lo peor es que ese virus aguanta bastante, puede estar activo en el aire o en cualquier superficie por horas. Ojo, que a cualquiera le da, pero les pega más duro a los niños, sobre todo a los que no se han vacunado.
¿Y qué síntomas tiene? Bueno, el periodo en que no sabes si te contagiaste (el de incubación), puede ir de 8 a 14 días después de estar en contacto con el virus. La fase prodrómica, es decir, los primeros síntomas, incluyen fiebre alta, un chorro de moco en la nariz, tos, conjuntivitis, ¡y atención! aparecen unas manchas llamadas manchas de Koplik, unas lesiones blanquecinas dentro de la boca que son clave para saber que es sarampión. Luego, te sale un sarpullido en la piel, ¡es horrible!, que empieza en la cara y se va bajando por todo el cuerpo. Generalmente, este sarpullido dura como una semana, unos 5 o 7 días. Después de eso, ya puedes ir pensando en recuperarte, esto tarda entre 2 y 3 semanas.
Las complicaciones pueden ser peligrosas, ¡especialmente para los chiquitos!, y también para personas con sistemas inmunológicos debilitados y quienes están mal nutridos. Algunas de las cosas que suelen pasar incluyen otitis media, neumonía, diarreas fuertes y también encefalitis aguda; aunque, en algunos casos poco comunes, aparece la panencefalitis esclerosante subaguda, que es una enfermedad muy grave que afecta los nervios y empeora con el tiempo. Y no solo eso, la ceguera podría ser una consecuencia de la infección, más que nada en lugares donde no hay mucha comida nutritiva o donde ir al médico es un problema.
¿Cómo se sabe si es sarampión?

Bueno, el diagnóstico usualmente se basa en los síntomas que ves, como la fiebre, las erupciones en la piel y las manchas de Koplik. Pero, para estar seguros, los doctores pueden hacer pruebas en laboratorios, como buscando una cosa llamada IgM específica en la sangre o buscando partes del virus en muestras de la nariz y garganta con una prueba llamada PCR. Es importante que la gente vigile cómo se extiende la enfermedad, ¡para poder detectar los brotes rápidamente y tomar medidas para controlarlos!
Y, qué pasa con el tratamiento?
Pues, tristemente, no hay ningún medicamento especial que pueda combatir el sarampión directamente.
Mire, el tratamiento para el sarampión es como de apoyo, ¿sabes? Va todo en manejar los síntomas. Eso significa mantener la fiebre bajo control, asegurarnos de que te mantienes bien hidratado, y tratar cualquier complicación secundaria que pueda salir, tipo infecciones bacterianas como otitis o neumonía. Y eso último, ¿sabes?, a veces requiere antibióticos, sí.
También, dar vitamina A ha demostrado ser útil, reduciendo la gravedad del asunto y evitando que los niños se pongan tan mal, especialmente si tienen problemitas de nutrición, entiendo? Por supuesto. En casos serios, pues la cosa se pone más fea, ¿verdad? Necesitan estar en el hospital, tal vez hasta en la unidad de cuidados intensivos pediátricos, si es necesario.
Ahora, sobre la prevención, ¡lo más importante! La forma más efectiva de prevenir el sarampión es sin duda la vacunación, claro. La vacuna triple viral, para el sarampión, la rubéola y las paperas es completamente segura y muy, muy efectiva. ¡Funciona en más del 95% de los casos con dos dosis! Y, como funciona, la vacunación generalmente comienza cuando los niños tienen 12 meses, con una segunda dosis que se da entre los 4 y 6 años. Siempre es bueno mirar el calendario de vacunación nacional, claro está. Si hay un brote o planeas un viaje a un lugar donde hay mucho sarampión, es importante vacunarse antes, o, idealmente, al menos dos semanas antes de que puedas estar en contacto con él.
Bueno, hablemos de algunas cosas importantes para mantenernos seguros. Para empezar, hay otras medidas preventivas bastante comunes, ya sabes, como lavarse las manos a menudo y tratar de no estar muy cerca de alguien que parezca estar enfermo. ¡Y mucho ojo! Hay que cubrirse la boca y la nariz cuando uno tose o estornuda, y ni se te ocurra compartir tus cubiertos con otros.
Ahora, si vas a viajar por el mundo, es súper importante que revises si tienes todas tus vacunas al día, ¿eh? Y si empiezas a sentirte mal, es clave que avises a los médicos y te mantengas alejado de la gente. Esto ayuda a evitar que la enfermedad se propague más rápido.
Y hablando de esto, veamos cómo anda el tema del sarampión. A nivel mundial, el sarampión sigue siendo una preocupación para la salud pública, a pesar de que ya se han hecho muchos progresos con las vacunas. Por ejemplo, en 2024, se registraron un montón de casos sospechosos, más de 700.000, en casi todos los países del mundo, y casi la mitad de esos casos se confirmaron. Ya en el primer trimestre del 2025, como hasta el 10 de abril, se reportaron también muchos casos sospechosos y miles confirmados, demostrando que el virus todavía está dando vueltas por ahí en muchas partes.
Por otra parte, si nos enfocamos en Europa, vemos que, solo en febrero de 2025, 14 países reportaron un total de más de 800 casos. Rumania tuvo la peor situación, con muchos casos, seguido de Francia, España e Italia.
En España, la cosa ha dado un subidón tremendo, eh? ¡Comparado con años anteriores! Para que te hagas una idea, en 2023 hubo solo 7 casos, pero en 2024, ¡boom!, subió a 217. Y para principios de 2025, ¡ya se habían registrado más de la mitad de los casos del año anterior! Increíble, ¿no?
En la Región de las Américas, fíjate, solo entre la semana epidemiológica 1 y la 16 de 2025, se notificaron ¡2.325 casos sospechosos! Hubo brotes aquí y allá, y algunos casos que vinieron «importados» de lugares donde el virus seguía corriendo a toda marcha. La OPS/OMS, por supuesto, recomienda a gritos mantener la vacunación bien alta, ¡por encima del 95%! También, dicen que hay que vigilar muy de cerca cómo se comporta la enfermedad, como un espía, para que no vuelva a meterse ni se extienda.
En resumen…
El sarampión, ya sabes, esa enfermedad, es súper contagiosa, como una bomba de tiempo, y puede causar problemas serios e incluso la muerte, especialmente entre los que son más vulnerables. La vacuna, lo vuelvo a decir, es la mejor forma de pararle los pies, ¡la clave para prevenir y controlar la enfermedad! A pesar de que se han hecho muchos progresos en la región, la situación en 2025 demuestra que el virus todavía anda por ahí, dando vueltas, ¿entiendes? Eso subraya lo importante que es seguir vacunando a todo el mundo y fortalecer los sistemas de vigilancia, para evitar que haya más brotes y proteger la salud de todos.
