

Imagen Prensa Natalia Urrego
En un hecho que trasciende la política local y resuena a nivel internacional, el concejal étnico Taita Oscar Bastidas Jacanamijoy fue elegido como Primer Vicepresidente del Concejo de Bogotá, con una abrumadora mayoría de 37 votos. Su elección no solo representa un acto democrático dentro de la capital colombiana, sino también un paso firme hacia el reconocimiento real de los pueblos indígenas en los espacios de poder institucional.
Bastidas, representante del Movimiento Alternativo Indígena y Social (MAIS) y miembro de la coalición del Pacto Histórico, asumió el cargo con un mensaje de unidad y esperanza. «Hoy asumo con responsabilidad el reto de ser Primer Vicepresidente de esta corporación. Estaremos cumpliendo con Bogotá, aportando al desarrollo de nuestra ciudad y, como siempre, luchando por los sectores menos favorecidos. Estamos aquí para construir, no para destruir», afirmó el líder indígena ante la plenaria.
Más allá de la elección formal, lo que ocurrió en el recinto del Concejo capitalino marca un hito simbólico y político: por primera vez, un taita —una figura de sabiduría y autoridad ancestral en las comunidades indígenas del Putumayo— ocupa una de las máximas dignidades del órgano legislativo distrital. En tiempos de polarización y desconfianza institucional, la presencia de un líder espiritual, forjado en la tradición del diálogo, la resistencia y el cuidado de la vida, abre una ventana hacia una Bogotá más incluyente.
La llegada de Bastidas a esta posición es, además, un llamado de atención sobre el profundo rezago histórico que han enfrentado las comunidades indígenas en los centros urbanos. Su nombramiento reafirma que la diversidad no debe ser un adorno político, sino una columna vertebral del ejercicio democrático moderno. Representa, también, la posibilidad de que el pensamiento indígena —con su visión integral del territorio, la naturaleza y la vida colectiva— incida en la toma de decisiones en una ciudad tan compleja y desigual como Bogotá.
En un mundo que observa con creciente preocupación el retroceso de las democracias, la elección de Oscar Bastidas Jacanamijoy no es solo una noticia local. Es una señal poderosa de que los pueblos originarios están reclamando, y ejerciendo, su lugar legítimo en la construcción de las sociedades del siglo XXI.
carloscastaneda@prensamercosur.org
