

Imagen Congreso de Colombia
En un momento de alta tensión política y con el reloj legislativo marcando sus últimas semanas, el presidente del Congreso de Colombia, Efraín Cepeda, confirmó que tanto la Reforma Laboral como la Consulta Popular 2.0 serán votadas antes del 20 de junio, fecha límite antes del receso parlamentario. La decisión fue comunicada durante una reunión estratégica del directorio nacional del Partido Conservador con su bancada y representantes regionales, donde quedó claro que el orden de prioridad legislativa ha sido definido: primero la reforma laboral, luego la consulta.
Aunque aún no se ha establecido la fecha concreta para votar la Consulta Popular 2.0, Cepeda insistió en que el proceso no se activará hasta que la reforma laboral avance en su último y decisivo debate en la plenaria del Senado. “Va a ser pronto, estamos midiendo tiempos, pero por supuesto la vamos a votar”, dijo el senador, dejando entrever que se busca una maniobra legislativa ágil, sin dilaciones innecesarias.
El desafío radica en que la reforma laboral, una de las apuestas más complejas del gobierno actual, requiere un trámite de conciliación con la Cámara de Representantes. Según Cepeda, este paso exige un margen temporal considerable, lo que obliga a ajustar cuidadosamente los tiempos legislativos disponibles. “Necesitamos darle espacio a la laboral para que se concilie con la Cámara. En cambio, la consulta popular la discutimos en un solo día. Podemos hacer una sesión maratónica, unas horas de discusión, porque ya las 12 preguntas que trae fueron ampliamente debatidas en la versión anterior”, explicó.
La Consulta Popular 2.0 fue radicada nuevamente tras el hundimiento de su primera versión, y su futuro depende ahora de una ventana cada vez más estrecha. El presidente del Congreso fue tajante: ambas iniciativas deberán quedar resueltas antes del final del actual periodo legislativo. “Antes del 20 de junio estarán votadas la reforma laboral y la consulta. Ese es el compromiso. No podemos permitir que ninguna de las dos quede en el aire”, concluyó.
El pulso legislativo en Colombia entra así en su fase más crítica. Lo que está en juego no son solo dos proyectos de alto impacto, sino la capacidad del Congreso de cerrar con eficacia un periodo cargado de reformas, presiones políticas y expectativas sociales. La cuenta regresiva ha comenzado.
carloscastaneda@prensamercosur.org
