
Costa Rica, ¿verdad? Ese país chiquitito de Centroamérica… mucha gente piensa en selvas, playas y la famosa «pura vida», pero ojo, que en 2025 la cosa está llena de contrastes y tensiones. Se sienten por todos lados, eh, tanto en la política como en el día a día de la gente. Aunque la democracia tica sigue siendo como una luz en la región, la realidad es que el panorama político, social y económico… no es tan perfecto como lo pintan en las postales para turistas.
Política: Una democracia que vibra, pero le cuesta
Costa Rica siempre se ha jactado de su estabilidad democrática, de cómo han hecho transiciones pacíficas, y de tener un Estado de derecho bien sólido. Pero, bueno, con la llegada de Rodrigo Chaves a la presidencia en 2022, ¡las cosas se movieron fuerte! Chaves, con un estilo directo y que le gusta el enfrentamiento, ha decidido no andarse con rodeos y desafiar abiertamente a los otros poderes del Estado. Sus críticas, algunas veces bien duras, contra el Congreso, el Poder Judicial y la prensa… han dividido a la sociedad y han prendido alarmas sobre el respeto que se le da a los equilibrios democráticos, ya sabes.
Y ojo, en los últimos meses, el presidente ha ido más allá. Ha atacado con más fuerza a instituciones clave, ¡hasta ha participado en manifestaciones pidiendo que el Fiscal General renuncie!
¿Saben?, esta postura, nunca vista antes en la historia reciente de nuestro país, verdaderamente ha encendido alarmas entre aquellos que temen, ya saben, un debilitamiento de la separación de poderes. Pero, a pesar de todo, Chaves sigue teniendo un montón de apoyo popular, vaya, más de la mitad de la gente está contenta con lo que hace, y aplauden sus ataques contra los otros poderes del Estado, imagínense. Es una paradoja bien rara: aunque los expertos están preocupados por pasos atrás en la democracia, la gran mayoría de los ciudadanos parecen preferir el estilo enérgico del presidente, ¿eh?, cansados de la lentitud y el enredo político que siempre hubo, ya saben.
La relación entre el Ejecutivo y el Legislativo es, digamos, un poco tensa. Chaves ha optado por gobernar casi solo, usando decretos, y ha restado importancia a las decisiones del Congreso cuando no le favorecen en lo más mínimo. Por ejemplo, simplemente ignoró una moción para destituir a su ministra de Educación y, además, ha condicionado nombramientos cruciales a que cambien la presidencia del Congreso. Todo esto, claro está, no ha hecho más que empeorar el ambiente político, sí señor.
En cuanto a la sociedad, hablamos de orgullo, desigualdad y necesidades urgentes…
La sociedad costarricense es muy variada y, en muchísimos aspectos, muestra una tremenda resistencia.
El orgullo tico por la paz, la educación, y la defensa del ambiente… sí, todavía late fuerte, aunque eso no borra las inquietudes diarias. Verás, la inseguridad, vaya, se ha clavado como la espina principal para los costarricenses: los asesinatos, ¡guau!, llegaron a niveles nunca vistos en 2023 y 2024, y ¡casi la mitad de la gente piensa que la violencia es el problema más gordo del país!
El gobierno, por un lado, se jacta de sus operaciones policiales y de darle un aumento a los agentes, pero, ¿sabes qué?, la sensación de inseguridad sigue ahí, ¡ni se inmuta!
La violencia contra las mujeres también se ha hecho presente de manera muy notoria. Durante el último informe del presidente, la oposición ¡boom!, protestó duramente por el aumento de los femicidios y la falta de medidas efectivas. Las pancartas que se vieron en el Congreso, junto con las campañas en las redes sociales, ¡pues sí!, demuestran el hartazgo de muchísimas mujeres ante la violencia y esa impunidad que no se acaba.
Y qué decir de la educación y la salud, que han sido los pilares del modelo costarricense, ¡ahora la situación está muy delicada!. Las pruebas nacionales revelan bajos niveles en la comprensión lectora y en matemáticas, mientras que la seguridad social, ¡ay!, tiene largas listas de espera para cirugías y para conseguir atención especializada.
Vaya, son líos que le caen encima a un montón de familias, y a decir verdad, ¡los discursos no son la solución!
Economía: Un balance de estabilidad, con tareas que nos quedan
Costa Rica, con una economía sólida, tiene buena fama a nivel mundial, gracias a que abrimos las puertas al mundo, diversificamos bien las cosas y somos expertos atrayendo inversión del extranjero. El turismo, ¡sigue siendo el motor que tira!, aunque todavía no se ha recuperado del todo después de ese lío de la pandemia. Casi tres millones de turistas nos visitaron en 2024, un número bastante grande, pero todavía un poquito por debajo de lo que era antes de la crisis de la salud.
¡El desempleo ha bajado!, rondando un 7%, ¡vaya dato que el gobierno festeja con ganas! Aún así, el trabajo informal y la desigualdad siguen siendo un problema, especialmente en los campos y en las zonas costeras. Además, ¡la inflación y el costo de la vida preocupan mucho a las familias!, que sienten que el crecimiento económico no siempre significa que realmente estén mejor.
El gobierno de Chaves ha intentado hacer cambios para que los trámites sean más fáciles y para atraer inversión, ¡pero también han salido propuestas que no convencen!, como la reforma a la Contraloría General, que algunos dicen que podría debilitar la forma en que se revisa el gasto público.
El debate sobre si el Estado es realmente eficiente y cuán transparente es, sigue candente, ¿sabes? Es algo que siempre genera debate, y de verdad, divide a montones, desde los políticos hasta el ciudadano de a pie.
¡Atención, señal de peligro: La libertad de prensa!
Algo que de plano nos ha puesto los pelos de punta es ver cómo la libertad de prensa se está tambaleando. Costa Rica, lamentablemente, ha perdido terreno en las clasificaciones internacionales; en gran parte, por esos ataques verbales que lanza el presidente y su equipo contra la prensa, ¡qué cosa! Pero hay más… También han implementado cosas administrativas que le hacen daño a la independencia de los medios, como quitarle publicidad estatal a aquellos medios que le caen mal al gobierno. Aunque Costa Rica todavía es de los países más «libres» en la región, el ambiente para el periodismo, ah, se ha puesto tenso y hostil.
Pensando en el futuro…
A pesar de todo, Costa Rica sigue siendo un modelo en muchas cosas para la región, pero… Enfrenta retos que no se solucionan solo con historia y puro orgullo nacional. ¡La democracia está a prueba! La gente pide respuestas a problemas urgentes y, por cierto, necesitamos que la economía sea más inclusiva, ¿no crees?
