Leche uruguaya, bicis chinas: crece el modelo de «pasar a importar»

El mundo de los negocios se está adaptando a la nueva matriz productiva que se configura desde el Poder Ejecutivo. Con mayor apertura comercial y dólar más barato, cada vez más empresas se vuelcan a la importación.

En la última reunión del Centro de Industriales Lecheros se reveló un dato sorprendente: uno de los principales vendedores de yogures y leches en las góndolas argentinas en los primeros cuatro meses ya trajo del Uruguay la misma cantidad de lácteos que durante todo el año pasado. Es el «momento Conaprole», lo describen, en referencia a la icónica marca de derivados de la leche uruguaya.

Al mismo tiempo, en la Cámara de la Industria Alimenticia (Copal), se disparó otra alerta: el ingreso de chocolate desde Brasil. Pusieron el grito en el cielo. Es que el producto que viene del principal socio del Mercosur tiene estándares de calidad más bajos. Por ejemplo, tiene como exigencia contar con al menos un 25% de cacao, cuando en la Argentina el piso mínimo es 35%. «Va a entrar como chocolate, y para el mercado argentino no lo es», explican.

En la industria admiten que el Gobierno bajó la línea que todo lo que quieran importar, lo ingresen. Además, con el tipo de cambio bajo y la baja de aranceles en algunos rubros para insumos clave, el aliento a la compra en el exterior es cada vez mayor.

La invasión argentina

Lo mismo está viviendo en algunos sectores de la producción metalúrgica. Hay misiones comerciales al exterior pero no son tanto para buscar nuevos destinos de exportación como para encontrar productos a buen precio para traer al país.

Hace dos semanas se realizó por ejemplo la mayor feria de bicicletas del mundo, China Cycle 2025. La presencia argentina fue atípica. Los empresarios que viajaron durante la última década, no lo podían creer.

Fabricantes argentinos invadieron los stands para cerrar acuerdos para ingresar todo tipo de modelos. «Parecía que había más ganas de importar que de tener empleados en el país y producir», explicaba uno de los visitantes que va desde 2015.

Nuevos emprendedores

Incluso, el furor importador alcanza a los empresarios que hasta ahora producían en el país y el Gobierno puso en jaque con por ejemplo la reducción de los aranceles para la electrónica.

Algunos de los principales referentes de la fabricación en Tierra del Fuego, se dividen entre las reuniones con el gobernador Gustavo Melella y los sindicatos para enfrentar los efectos de la competencia externa, y los sondeos en China, otra vez, para traer nuevas líneas de por ejemplo heladeras y lavarropas que ya están entrando a los locales de electrodomésticos de todo el país.

Se trata de sectores productivos que a lo largo de la historia argentina han logrado una gimnasia a prueba de todo para acomodarse a los incentivos del momento. El industrial argentino que hace dos años pateaba despachos para conseguir aprobaciones de insumos importados clave tiene el mismo expertise para moverse con proveedores extranjeros y conseguir bienes terminados para colocar a través de las mismas redes de comercialización.

En el camino, claro, está el problema del empleo como desafío hacia el futuro. «2000 empleos sobre 6 millones de masa laboral no parece un problema», dicen en el Gobierno ante cualquier sector que cruja.

Sorprendió a propósito en las últimas horas una declaración del ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, que al ser consultado sobre qué haría el Gobierno frente a una competencia desleal china que puede vender productos a un precio de dumping, respondió en diálogo con Bloomberg Línea sobre otro tema: las bondades de que el país tenga un mayor intercambio comercial con el mundo, y que ello favorece a la industria local.

El «Coloso», al ataque

«En un régimen de tipo de cambio flotante cada exportación genera su importación», explicó el funcionario que usa un pin de una motosierra. «Los países que son abiertos son países que importan y exportan mucho. Cuando cerrás el país, la divisa se aprecia y matás las exportaciones», agregó. «La idea de conectar la apertura comercial con el empleo no tiene ningún fundamento», concluyó.

Las definiciones se dieron en momentos en que el Indec informó que en los primeros cuatro meses del año se derrumbó el superávit comercial casi un 80% respecto del mismo período de 2024, con otro mes de las compras al gigante asiático creciendo en el orden del 100% interanual.

Frente al conflicto desatado en la isla, donde la Unión Obrera Metalúrgica está realizando un paro por tiempo indeterminado y crecen las protestas ante la posibilidad de pérdidas de puestos de trabajo, el Gobierno juega a dos puntas.

Mientras alienta una mayor competencia con la baja escalonada de los aranceles a la importación de celulares hasta llevarlos a cero el año que viene, al mismo tiempo y en silencio publicó en el Boletín Oficial el pago del primer desembolso de $ 4532 millones que le corresponden a la provincia austral para obras eléctricas, proveniente del Fondo para la Ampliación de la Matriz Productiva Fueguina (FMAP).

Se trata del instrumento que ideó en su momento el Ministerio de Desarrollo Productivo durante el gobierno de Alberto Fernández cuando se extendió el subrégimen productivo de la isla. Se nutre del aporte del 15% de lo que las empresas se ahorran por el no pago de diversos impuestos y tenía el objetivo de reconvertir la industria local y mejorar la competitividad con obras de infraestructura.

Justo en momentos en que el mandatario provincial se erige como voz de reclamo ante la decisión del gobierno nacional, le ingresan fondos para hacer obras eléctricas de parte de la administración de Javier Milei, que hizo del eslógan «no hay plata» un mantra, salvo cuando hay que usarla en estos casos.