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En una intervención cargada de tono crítico y revelaciones de fondo, el presidente Gustavo Petro arremetió contra su antecesor, Iván Duque, por lo que calificó como un endeudamiento irresponsable con el Fondo Monetario Internacional (FMI) destinado —según dijo— a beneficiar a las élites económicas del país. Las declaraciones se dieron durante el consejo de ministros televisado el 28 de abril, donde el mandatario respondió a recientes afirmaciones sobre la supuesta suspensión del acceso de Colombia a la Línea de Crédito Flexible (LCF) del organismo internacional.
El detonante fue un comentario del periodista Jorge Espinosa, director de Caracol Radio, quien en redes sociales sugirió que la “tarjeta de crédito” del FMI estaba suspendida para Colombia, y que su continuidad se definiría a mediados de año. Petro fue enfático en desmentir tal afirmación: el acceso sigue vigente, afirmó, pero el país no puede hacer uso del mismo mientras cumple con el pago de un crédito anterior —solicitado durante la administración Duque para enfrentar la emergencia de la pandemia—.
“No poder hacer uso del crédito del FMI, que sería una locura hacerlo, está ligado a que se tomó un crédito que se está pagando. Ya vamos para el último pago, que efectuaremos cumplidamente”, escribió el presidente en su cuenta de X, antes Twitter.
"Duque fue el único presidente del mundo que usó la línea de crédito flexible del FMI para el COVID, y puso en riesgo al país… La excusa fue la pandemia, pero yo veo que subsidiaron a los dueños de El Tiempo, de RCN, Avianca, los Gilinski…", presidente @petrogustavo pic.twitter.com/3R4ebUkfBR
— Radio Nacional CO (@RadNalCo) April 29, 2025
Pero su declaración no se quedó ahí. Petro cuestionó el destino que se dio a esos recursos, asegurando que se usaron para favorecer a grandes conglomerados económicos. “A los dueños de El Tiempo, de RCN, Avianca, los Gilinski…”, enumeró, apuntando directamente a quienes, según él, fueron subsidiados mientras el país se endeudaba. Añadió que su gobierno, sin acudir a nuevas líneas de crédito, ha asumido la tarea de saldar esa deuda.
La versión del presidente fue ratificada por el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, quien declaró a medios nacionales que el acceso a la LCF no está suspendido. “Eso no es cierto”, zanjó. Bonilla detalló que el acuerdo con el FMI fue renovado en abril de 2024 por dos años más y que actualmente se encuentra en proceso de revisión técnica bajo el Artículo IV del organismo.
El funcionario destacó, además, que Colombia fue elogiada en recientes encuentros en Bogotá y Washington por su manejo fiscal y la estabilidad de su economía. Durante la pandemia, el país utilizó 5.400 millones de dólares de la LCF, de los cuales restan por pagar 1.800 millones. Todos los pagos, enfatizó, se han hecho puntualmente.
En un esfuerzo por corregir el rumbo financiero heredado, el Gobierno también anunció el cierre del Fondo de Programas Especiales de Crédito (FPEC), que arrastraba un pasivo de 36 billones de pesos desde el gobierno anterior. Un gesto que busca enviar un mensaje claro: la administración Petro no solo está pagando la deuda, sino también desmontando estructuras que comprometen el futuro económico del país.
La controversia sobre la LCF refleja un debate más profundo sobre quién paga realmente las crisis y cómo se reparte el peso de las decisiones económicas. En ese terreno, el presidente parece decidido a marcar distancia con su antecesor.
Carloscastaneda@prensamercosur.org
