
EN OCASIONES, tengo la impresión que los líderes del mundo, o al menos, una gran mayoría de los mismos, han iniciado hace tiempo una huida hacia adelante desde una perspectiva cortoplacista en torno a la energía y a sus fuentes de las que emanan unido al uso de las materias primas.
No hay que ser un erudito científico para percatarse que entender la solución a los problemas energéticos de la humanidad sobre el uso combinado de fuentes energéticas diversas, no es la solución definitiva. De hecho, dudo que sea solucionar un problema cuyo origen hemos de entender. Cierto es que el uso diversificado de varios tipos energéticos si nos ayudan, pero no es la panacea, sino que es una manera más de ganar tiempo.
No es solución arrancar árboles, en nuestro país Olivos centenarios para instalar placas solares por doquier. Ni tan siquiera la instalación de enormes molinos de viento nos va a proporcionar suficiente energía eólica para ir reemplazando otras cuyo agotamiento está próximo. Ese ganar tiempo tendría sentido si a la vez se tomaran ciertas decisiones que no se están tomando y es que no es posible, además de absurdo, pensar que podemos tener un conjunto de energías que, combinadas entre sí, harán sostenible un modelo social y económico hasta el final de los tiempos.
Esa y no otra, es ña idea de muchos gobiernos sobre la tierra. No me refiero con ello a líderes salidos de comic rancios como algunos de U.S.A. de cuyo nombre no quiero acordarme, sino de otros líderes que se les supone inteligentes. Tal vez, el error está justamente en eso, en considerarles inteligentes porque son menos malos que ese líder de U.S.A.
Se habla mucho de las bondades de la inteligencia artificial (IA), y es cierto que nos puede llevar a índices de desarrollo y avances de todo tipo sin precedentes, De hecho, la IA generativa que es la más elemental, está llegando a cotas inimaginables, pero no debemos olvidar el precio que la humanidad paga por usarla: LA ENERGÍA. El gasto energético que se emplea para que las redes neuronales informáticas funcionen es cada vez mayor y todo gasto de energía genera calor, otro factor que no es baladí y que hemos de introducir en la ecuación. Entendiendo el mismo como un subproducto de la producción de energía que nos obliga a diseñar modelos óptimos de eficiencia térmica.
No sólo hemos basado nuestro desarrollo humano en una fuente de energía fósil finita y muy contaminante pero muy eficaz, tanto que ninguna fuente energía viable para uso normalizado se le puede siquiera comparar. Los petróleos, por tanto, mueven el mundo, pero no lo harán más allá de los 40 años. Al menos con los modelos de explotación actuales basados en un crecimiento económico que se pretende sea inmortal cuando las ni las materias primas y la fuente de energía primarias lo son.
Tal vez, la obsesión de muchos millonarios por hacerse residencias en Marte o en la Luna, nazcan de este hecho. Esto se acaba y a ellos les da igual que el planeta pague las consecuencias de uso acelerado de unas fuertes de energía que se están agotando. De hecho, cada vez se extrae menos petróleo porque cada vez es menos rentable su explotación, porque cada vez cuenta más encontrarlo porque hay cada vez menos. Esta obsesión de mucho dictador tecnológico tiene la fantasía que en un planeta podrían llevar una vida fácil, llena de comodidades basada en un modelo energético que se podría prolongar durante miles de años, como por ejemplo el helio 3 lunar.
Baste mencionar que una tonelada de Helio-3 podría dar energía eléctrica a toda U.S.A. durante un año. Que maravillosa realidad de ser posible. Lo que ocurre es que la vida de estos millonarios no va a durar lo suficiente como para dar tiempo a que se realice un desarrollo energético suficiente como para explotar ese Helio-3 lunar para la tierra y para vivir en la luna toda una colonia, mucho menos. Otro ligero inconveniente del uso de este isótopo es que para poder producir energía con él se ha de hacer través de la fusión nuclear. Un segundo problema añadido, ya que hoy por hoy los reactores ideados están a un nivel experimental. Aún faltan 20 o 30 años para que la fusión nuclear sea viable y rentable.
Mantener el actual ritmo de crecimiento económico no será sostenible por muchos Olivos que arranquemos en nuestro país o en cualquier otro, porque las placas solares están hechas de materiales como el cobre que también empiezan a escasear. Este es el reto que aún nuestros líderes que no son dioses, no saben y me temo que ni quieren plantearse.
