

Abram creyó al Señor, y le fue contado por justicia (Génesis 15:6, NVI).
Génesis 15:6 dice que «Abram creyó al Señor». Eso significa que Abraham confió en Dios. Se aferró a Dios. «Y él [el Señor] se lo contó por justicia».
La creencia, la confianza y el aferrarse a Dios de Abraham le fueron acreditados, considerados, imputados, contabilizados y atribuidos como justicia. Ahora bien, este es el mismo hombre que le mintió al faraón egipcio diciéndole que su esposa, Sara, era solo su hermana. Este es Abraham, el gran hombre de fe, cuya fe en ocasiones flaqueó y flaqueó.
¿Lo ves? Dios lo considera justo solo por la fe, no por las acciones de Abraham.
La verdadera religión no es cantar himnos. Ni siquiera es leer la Biblia ni orar. La verdadera religión es la unión de nuestro corazón con Dios.
Eso es lo que hace la fe. Te aferras a Dios. Te unes a él.
La fe es una mano vacía. La mano de un niño que toma una manzana deliciosa no la hace. No la merece. La mano del niño simplemente toma la manzana. Así es la fe.
De igual manera, la fe «se lleva» la salvación. La salvación es algo que se recibe, no algo que se logra.
Pablo dice que «la Ley de Moisés (es decir, el Pentateuco) da testimonio de este medio para obtener la justicia. Observen cómo funcionó para Abraham».
¿Cómo obtuvo Abraham la justicia?
La respuesta es: ¡confiando y creyendo! ¡Solo con fe! – Des Ford
Reflexión: A veces me pregunto si tengo una fe verdadera. Pero sé que la verdadera fe es simplemente aferrarse a Dios. ¿Cómo puede esta comprensión ayudarte a encontrar paz en tu propia fe?
Red Buenas Noticias Ilimitadas – La Noticia viaja rápidamente
