

En un encendido discurso a la nación, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, anunció la convocatoria de una consulta popular para destrabar las reformas sociales que su Gobierno ha intentado impulsar sin éxito en el Congreso. La decisión surge como respuesta a lo que calificó como un «bloqueo institucional» promovido por sectores políticos y económicos que, según él, buscan perpetuar la desigualdad y frustrar el acceso a derechos fundamentales.
Petro recordó que las reformas fueron la bandera del cambio político que impulsó su victoria electoral en 2022 y que estas responden a las demandas de la juventud y de los sectores populares que se movilizaron masivamente durante el estallido social de 2021. «Colombia fue testigo y protagonista de una rebelión social sin precedentes, donde jóvenes, obreros, indígenas y mujeres clamaron por justicia social y oportunidades. Su grito de cambio no fue entendido por el poder de turno, que respondió con represión», afirmó.
El mandatario destacó que, tras las protestas, el camino democrático fue la vía elegida por los ciudadanos para transformar el país. «Decidimos canalizar esa protesta a través de las urnas, y el pueblo votó por el cambio. Sin embargo, ese mandato hoy se enfrenta a los mismos sectores que han impedido durante décadas que Colombia avance hacia una sociedad más equitativa», expresó.
El jefe de Estado arremetió contra los actores políticos y económicos que, según él, han obstaculizado la agenda de reformas en el Congreso. «Nos engañaron, se burlaron del pueblo y prefirieron legislar en favor del interés de unos pocos. Pero Colombia no puede seguir siendo una sociedad de esclavos y esclavas, de siervos y siervas. Es el pueblo el que debe decidir», afirmó con contundencia.
Petro también señaló a congresistas que han frenado las reformas, acusándolos de responder a intereses privados. «Algunos levantan la cruz mientras legislan para los poderosos, rezan al rico Epulón y no al Jesús de los carpinteros y pescadores», dijo, en un fuerte mensaje que busca resaltar la lucha de clases que, según él, define el debate político actual en Colombia.
El presidente explicó que la consulta popular deberá ser aprobada en la plenaria del Senado, que tiene un mes para definir si permite que el pueblo sea quien tome la decisión. En caso de obtener luz verde, la votación se realizaría en un plazo de tres meses. «Si nos cierran las puertas del Congreso, abriremos las del pueblo», enfatizó.
Paralelamente, hizo un llamado a la movilización social como un mecanismo de presión para respaldar las reformas. Invitó a indígenas, trabajadores, jóvenes y sectores populares a salir a las calles y manifestar su apoyo a la transformación social. «La codicia de unos pocos no puede seguir matando la vida de muchos. Es hora de decidir si queremos ser esclavos o ciudadanos dignos», expresó.
Petro advirtió que si el Congreso bloquea la consulta popular, se estaría negando la participación democrática y, con ello, el derecho del pueblo a decidir sobre su propio futuro. «Nos hemos matado por generaciones, pero este es el momento de la paz. Y la paz solo se construye con justicia social y con la voluntad soberana del pueblo colombiano», concluyó.
Con esta decisión, Colombia entra en una nueva fase de debate político, en la que el Gobierno apuesta por la legitimidad del voto popular para sortear los obstáculos legislativos y consolidar su agenda de cambio. La consulta popular, de ser aprobada, podría convertirse en un punto de inflexión en la historia política del país.
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