Aun en su vejez seguirán produciendo fruto; permanecerán vitales y verdes ( Salmo 92:14 , NTV).
Hay personas que llegan a una edad en la que no dan fruto, en la que están “grises y sombrías” en lugar de “verdes”, y en la que “quejosas” sería una descripción más adecuada para ellas que “vitales”.
En algún momento de nuestras vidas, todos tendremos que bajar el ritmo, pero bajar el ritmo no significa apagarlo. Todos tenemos un motivo para ser optimistas, un gran motivo, especialmente cuando lees la promesa anterior.
¿Has crecido en el fruto que das para el Reino?
He notado que, a medida que las personas envejecen, se van convirtiendo en imágenes cada vez más claras de lo mejor o lo peor de su juventud. Algunas personas se vuelven más enojadas y amargadas a medida que envejecen, mientras que otras se convierten en versiones más amables y gentiles de sí mismas. Y creo que tenemos una opción en esto hoy, ahora mismo y de manera continua. Al contemplar, cambiamos ( 2 Corintios 3:18 ). Podemos elegir fijar nuestros ojos en Jesús.
Yo también quiero hacer eso. Quiero producir fruto durante todo el tiempo que Dios me permita estar en esta tierra. Quiero ser vital para el Evangelio de Jesucristo, y no para las cosas de este mundo. Siempre podemos estar verdes y creciendo en Cristo, no importa la edad que tengamos. – Eliezer González
Reflexión: Puedes ser joven o puedes ser viejo, pero una cosa es segura: ¡eres mayor que antes! ¿Has crecido en el fruto que das para el Reino ?
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