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China ha consolidado su papel como el segundo socio comercial de Colombia y un actor clave en el desarrollo de proyectos de infraestructura y movilidad sostenible en el país. Con un intercambio comercial que en 2024 superó los 18.000 millones de dólares, el gigante asiático refuerza su influencia en sectores estratégicos, desde el metro de Bogotá y Medellín hasta la revolución de los buses eléctricos en el sistema de transporte masivo.
En las instalaciones de Hino, filial de Toyota, ubicadas en el Parque Industrial Potrero Chico en Cota, se ultiman detalles para el ensamblaje de buses articulados y biarticulados de la empresa china BYD. Esta alianza busca fortalecer la flota del Sistema Integrado de Transporte Público (SITP) de Bogotá con vehículos cero emisiones, tras un exitoso piloto de más de 65.000 kilómetros recorridos. La inversión inicial se estima en 500.000 dólares, condicionada por el proceso de licitación de TransMilenio, que prevé la adquisición de 296 buses en una primera fase y 636 en total para la Fase VI del sistema.
El gerente de BYD Colombia, Juan Luis Mesa, ha confirmado que la empresa está lista para participar en licitaciones de transporte en ciudades como Barranquilla, Cali, Pereira y Medellín. «En Shenzhen, el 100% de los buses son eléctricos y el 98% de ellos son BYD. En China ya operan más de 500.000 buses eléctricos», destacó.
El impacto de China en Colombia trasciende la movilidad eléctrica. La China Harbour Engineering Company Limited (CHEC) lidera la construcción de la primera línea del Metro de Bogotá, mientras que la firma China Railway Construction Company (CRRC) y la europea Mota-Engil Portugal ejecutan el Metro de la 80 en Medellín. A finales de 2023, CHEC radicó un documento de prefactibilidad ante la Empresa Metro de Bogotá para extender la Línea 1 hasta la calle 100, una obra valorada en 4,3 billones de pesos con un plazo de ejecución de 19 años y 6 meses. De aprobarse, el alcalde Carlos Fernando Galán podría adjudicarla este año o en 2026.
Las inversiones chinas en Colombia no se limitan a infraestructura y transporte. Según datos de la Embajada de China, entre 2000 y 2023, la inversión extranjera directa de ese país en Colombia superó los 800 millones de dólares. El embajador Zhu Jingyang ha enfatizado que China no busca desafiar a Estados Unidos ni reemplazar su papel en la región, sino fortalecer el comercio y la cooperación con Colombia. En este contexto, la posible incorporación de Colombia a la Iniciativa de la Franja y la Ruta se perfila como un paso estratégico para potenciar el comercio y la inversión bilateral.
China ha consolidado su papel como el segundo socio comercial de Colombia y un actor clave en el desarrollo de proyectos de infraestructura y movilidad sostenible en el país. Con un intercambio comercial que en 2024 superó los 18.000 millones de dólares, el gigante asiático refuerza su influencia en sectores estratégicos, desde el metro de Bogotá y Medellín hasta la revolución de los buses eléctricos en el sistema de transporte masivo.

En las instalaciones de Hino, filial de Toyota, ubicadas en el Parque Industrial Potrero Chico en Cota, se ultiman detalles para el ensamblaje de buses articulados y biarticulados de la empresa china BYD. Esta alianza busca fortalecer la flota del Sistema Integrado de Transporte Público (SITP) de Bogotá con vehículos cero emisiones, tras un exitoso piloto de más de 65.000 kilómetros recorridos. La inversión inicial se estima en 500.000 dólares, condicionada por el proceso de licitación de TransMilenio, que prevé la adquisición de 296 buses en una primera fase y 636 en total para la Fase VI del sistema.
El gerente de BYD Colombia, Juan Luis Mesa, ha confirmado que la empresa está lista para participar en licitaciones de transporte en ciudades como Barranquilla, Cali, Pereira y Medellín. «En Shenzhen, el 100% de los buses son eléctricos y el 98% de ellos son BYD. En China ya operan más de 500.000 buses eléctricos», destacó.
El impacto de China en Colombia trasciende la movilidad eléctrica. La China Harbour Engineering Company Limited (CHEC) lidera la construcción de la primera línea del Metro de Bogotá, mientras que la firma China Railway Construction Company (CRRC) y la europea Mota-Engil Portugal ejecutan el Metro de la 80 en Medellín. A finales de 2023, CHEC radicó un documento de prefactibilidad ante la Empresa Metro de Bogotá para extender la Línea 1 hasta la calle 100, una obra valorada en 4,3 billones de pesos con un plazo de ejecución de 19 años y 6 meses. De aprobarse, el alcalde Carlos Fernando Galán podría adjudicarla este año o en 2026.
Las inversiones chinas en Colombia no se limitan a infraestructura y transporte. Según datos de la Embajada de China, entre 2000 y 2023, la inversión extranjera directa de ese país en Colombia superó los 800 millones de dólares. El embajador Zhu Jingyang ha enfatizado que China no busca desafiar a Estados Unidos ni reemplazar su papel en la región, sino fortalecer el comercio y la cooperación con Colombia. En este contexto, la posible incorporación de Colombia a la Iniciativa de la Franja y la Ruta se perfila como un paso estratégico para potenciar el comercio y la inversión bilateral.
El interés chino en el mercado colombiano se evidenció en la visita del exministro de Comercio, Luis Carlos Reyes, a plantas de BYD, Huawei y SAIC en noviembre pasado, donde presentó oportunidades en transición energética y tecnología. Empresarios chinos han manifestado su disposición de invertir, pero también han solicitado mayor flexibilidad en políticas de visado y mejoras en procesos de registro de negocios.
Las cifras reflejan el crecimiento de la relación comercial. En 2024, las importaciones colombianas desde China ascendieron a 15.841 millones de dólares, mientras que las exportaciones sumaron 2.163 millones. Sin embargo, el 73% de estas exportaciones corresponden a productos minero-energéticos, con el petróleo representando el 43,3%. Expertos como Javier Díaz, presidente de Analdex, consideran que Colombia debe diversificar su oferta exportadora para fortalecer su presencia en el mercado asiático. «El café ha registrado un crecimiento notable en China, al igual que la carne y productos como el aguacate Hass y el limón Tahití», explicó Díaz.
China también ha apostado por grandes proyectos en América Latina, como el megapuerto de Chancay en Perú, con una inversión de 3.500 millones de dólares. Según un análisis de la Universidad de Boston, el comercio entre China y Latinoamérica alcanzó cifras récord en 2022, con exportaciones de 184.000 millones de dólares y compras de 265.000 millones. Para Colombia, consolidar su relación con China representa tanto una oportunidad como un desafío. «Es vital conectar a Colombia con cadenas globales de valor y profundizar el intercambio comercial, especialmente en sectores no minero-energéticos», concluyó Díaz.
El crecimiento de la inversión china en Colombia, respaldado por iniciativas en transporte, infraestructura y comercio, reafirma la importancia de este vínculo en el futuro económico del país. A medida que avanza esta relación bilateral, Colombia enfrenta el reto de equilibrar su interdependencia económica y fortalecer su posición en el comercio global.
Vía Forbes
