

¡Hay tantas promesas maravillosas en la Biblia, pero muchas personas ignoran las mejores promesas de Jesús! Voy a llegar a la razón por la que las pierden en un momento. Pero la mayor promesa es esta, de los labios del mismo Jesús:
Te prometo que cualquiera de las cosas pecaminosas que digas o hagas puede ser perdonada, sin importar cuán terribles sean esas cosas (Marcos 3.28, CEV).
Jesús se comprometió, por su honor, a que todos tus pecados, sin importar cuán graves sean, puedan ser perdonados. Todo lo que debes hacer es pedirle perdón, y él te lo concederá. No hay pecado bajo el cielo tan terrible que no pueda ser perdonado. Es esta promesa la que ha sostenido la vida cuando todas las otras esperanzas han huido, y eso ha dado paz a muchos pecadores en sus últimos momentos de vida.
En esta promesa de Cristo yace la clave del cristianismo, el sello de la fe de aquellos que lo seguirían. Esto es debido a que ninguna otra fe podría concebir, o ha concebido, un Dios de tal amor, que podría estar dispuesto a perdonar cualquier pecado.
En el corazón del Evangelio está el hecho de que Jesús ha salvado a la raza humana en potencia en la Cruz, a través del sacrificio del Hijo de Dios que canceló la pena por el pecado. Los beneficios de la salvación de Cristo se aplican a todos los que confían en él.
A la luz del hecho de que Jesús ya murió para cancelar todos tus pecados, es una negación de la cruz que alguien se sienta abrumado por la culpa. Marcos 3. 28 es una preciosa promesa que debería escribirse en nuestros corazones y repetirse con frecuencia.
Pero si hablas en contra del Espíritu Santo, nunca podrás ser perdonado. Ese pecado se te condenará para siempre. Jesús dijo esto porque la gente decía que tenía un espíritu malo dentro suyo (Marcos 3. 29-30, CEV).
El único pecado para el cual no hay perdón es el pecado por el cual no se busca el perdón.
La gente ha llegado a pensar que la promesa de Jesús fue parcial, y que realmente no quiso decir lo que dijo. Piensan que no todos los pecados pueden ser perdonados, porque hay un pecado para el cual no hay perdón. Es una pena que la gente piense de esta manera. Estoy hablando de lo que las personas llaman «el pecado imperdonable», aunque ese término en realidad no aparece en ninguna parte de la Biblia.
Observe el versículo 30. Dice que Jesús dijo lo que dijo porque la gente decía que él tenía un espíritu malo. La gente atribuía las obras de Jesús al diablo. Jesús estaba advirtiendo a las personas sobre el peligro de no reconocer el trabajo de Dios. Y él acababa de decirles que la obra de Dios es perdonar el pecado, todo pecado.
Una persona que no reconoce a Dios como el Gran Perdonador nunca vendrá a Dios por el perdón. El único pecado para el cual no hay perdón es el pecado en el cual uno va junto a Dios en búsqueda de perdón. Y eso es.
Jesús no estaba anulando ni calificando su promesa. La estaba haciendo aún más gloriosa.
Dios está dispuesto a perdonar tu pecado: todos y cada uno de los pecados, sin importar cuán terrible pueda ser.
Si te aferras a estas palabras de Cristo como la mayor promesa en tu vida, al final descubrirás que cada palabra es verdadera. Y entrarás en la alegría de la vida eterna.
– Eliezer González
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