

Alexander López , Director de Planeación
Un acalorado intercambio marcó el último consejo de ministros celebrado el martes, cuando Alexander López, director de Planeación Nacional, cuestionó abiertamente al presidente Gustavo Petro por la presencia de figuras controvertidas en su círculo cercano. La discusión, que dejó al descubierto fracturas internas en el Gobierno, culminó con una respuesta tajante del mandatario.
López arremetió con fuerza contra la influencia de Armando Benedetti y Laura Sarabia en el esquema de poder del Ejecutivo, señalando que su permanencia contradice los principios que inspiraron la llegada de Petro a la Casa de Nariño. “Este es un proyecto que se presenta por primera vez ante el país, y no podemos aceptar que espacios estratégicos estén ocupados por personas ajenas a la lucha histórica de nuestro movimiento”, afirmó con vehemencia. López no escatimó críticas, acusando a estos funcionarios de representar intereses que poco o nada tienen que ver con la transformación social que prometió el gobierno.
“Estamos viendo cómo se reproducen las mismas prácticas que tanto criticamos en el pasado: la burocracia inútil, el amiguismo disfrazado de eficiencia y la falta de un compromiso real con las bases populares”, denunció López, su voz resonando en la sala. Añadió que la inclusión de figuras como Benedetti y Sarabia no solo desvirtúa el proyecto político, sino que también socava la confianza de quienes creyeron en un cambio auténtico.
El director de Planeación Nacional advirtió sobre los riesgos de concentrar la agenda presidencial en manos de pocos, aludiendo a experiencias pasadas que, según él, demuestran cómo estas dinámicas erosionan la esencia de un gobierno popular. “No puede ser que un ministro tenga que pedir permiso para hablar con el presidente. Eso no puede pasar en un gobierno del pueblo. Estamos cayendo en los mismos vicios del pasado, cerrando las puertas al debate interno y sofocando las voces críticas que tanto necesitamos”, subrayó.
López también evocó una advertencia del expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva: “Nos lo dijo Lula una y otra vez: ‘No dejen entrar a su gobierno a la gente del establecimiento, porque desde dentro pueden hacer demasiado daño’”. La referencia buscó reforzar su argumento sobre la necesidad de blindar el proyecto de transformación frente a influencias externas que, según él, están minando la credibilidad y la coherencia ideológica del Ejecutivo.
La respuesta de Petro no se hizo esperar. Visiblemente molesto, interrumpió a López con una frase seca que reflejó su incomodidad y marcó un punto final en el debate: “Hermano, hay que diferenciar si somos candidatos o gobernantes”. La afirmación del presidente dejó en claro su postura frente a las críticas internas, evidenciando una tensión latente en el seno del Ejecutivo que podría tener repercusiones en la estabilidad del gabinete.
Este episodio expone las fisuras en la coalición de gobierno y plantea interrogantes sobre la cohesión del equipo que acompaña a Petro en su agenda de cambio, en medio de un contexto político cada vez más desafiante. La confrontación no solo revela divergencias estratégicas, sino también un profundo debate sobre la dirección ideológica y el verdadero significado del cambio prometido.
carloscastaneda@prensamercosur.org
