Montevideo, Uruguay – En un clásico vibrante que tuvo emociones desde el primer minuto, Nacional se impuso por 3-1 sobre Peñarol en el estadio Centenario, con un desenlace lleno de dramatismo y un gol en los descuentos que sentenció el duelo.
Desde el inicio, los aurinegros salieron a tomar la iniciativa, buscando el protagonismo con la pelota y presionando en campo rival. Sin embargo, el Tricolor se plantó con una estrategia más cautelosa, apostando al contragolpe. La primera ocasión llegó temprano, a los 3 minutos, cuando Coelho cabeceó un centro de Leo Fernández que pasó cerca del arco defendido por Luis Mejía.
Eduardo Darias inauguró el marcador
No hubo que esperar mucho para el primer grito de gol. Apenas transcurrían seis minutos cuando Leo Fernández volvió a aparecer por la banda derecha con un desborde letal. Su centro no pudo ser despejado correctamente ni por Coates ni por “Ojito” Rodríguez, y el rebote cayó en los pies de Jaime Báez. Este asistió con lucidez a Eduardo Darias, quien definió con categoría para el 1-0 aurinegro.
Nacional respondió en el complemento
El arranque del segundo tiempo mostró un Nacional decidido a buscar el empate. El “Diente” López tuvo dos oportunidades claras en cuestión de minutos, pero la precisión le jugó una mala pasada: un remate alto y otro desviado frustraron al delantero. La respuesta de Peñarol llegó con un disparo de Jaime Báez que Mejía contuvo sin problemas.
A los 65’, Leo Fernández protagonizó una de las jugadas más destacadas del encuentro, desbordando por derecha y dejando a varios rivales en el camino antes de rematar al arco. Sin embargo, el disparo fue directo a las manos del arquero Mejía, que comenzaba a erigirse como figura del partido.
Herazo cambió el rumbo del partido
Cuando el encuentro parecía encaminado a un empate agónico, los cambios de Nacional dieron sus frutos. En los descuentos, Mauricio Pereyra y Diego Herazo se combinaron para fabricar el gol decisivo. Pereyra asistió al delantero colombiano, quien dejó atrás a Coelho con una jugada personal brillante y definió con categoría para el 2-1.
En el último suspiro, con Peñarol volcado completamente al ataque e incluso con su arquero De Amores en el área rival, Nacional sentenció el marcador. Un despeje de Herazo cayó en los pies de Lucas Villalba, quien emprendió una carrera hacia el arco vacío y selló el 3-1 definitivo.
Un golpe de autoridad
Con esta victoria, Nacional no solo se lleva el clásico, sino que también estira su ventaja clásica. Peñarol, por su parte, tendrá que replantear su estrategia tras un partido en el que dejó todo, pero se quedó con las manos vacías.
El clásico dejó momentos de gran fútbol, emociones y un final digno de una rivalidad histórica.
Alexis Martinez Diaz
Colaboración Adriana Asat
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