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Desde Cúcuta, punto neurálgico de la frontera entre Colombia y Venezuela, el expresidente Álvaro Uribe Vélez ha lanzado un llamado vehemente a la comunidad internacional: una intervención militar, preferiblemente avalada por las Naciones Unidas, que derroque al régimen de Nicolás Maduro, al que calificó como una dictadura insostenible en medio de la crisis política y humanitaria que sacude al país vecino.
Uribe, conocido por su postura firme frente a los gobiernos de izquierda en la región, declaró que “no hay más camino” para Venezuela. En un discurso cargado de críticas hacia el liderazgo de Maduro y sus aliados, subrayó la necesidad de una acción internacional que expulse a los “tiranos” del poder y facilite la realización de elecciones libres. “Pedimos una intervención internacional preferiblemente avalada por las Naciones Unidas que desaloje a esos tiranos del poder y convoque de inmediato a elecciones libres”, enfatizó.
En su alocución, Uribe también arremetió contra Diosdado Cabello, uno de los principales líderes del chavismo, calificándolo como un “timador”. “Que ese timador sepa que lo que nosotros queremos es una intervención militar internacional con el apoyo del Ejército de Venezuela para desmantelar esta dictadura”, añadió, dejando en claro su postura de apoyo a un levantamiento interno combinado con presión externa.
Duque se suma al llamado
La propuesta de Uribe resonó con las recientes declaraciones del también expresidente Iván Duque, quien manifestó su respaldo a una intervención internacional no solo como medida política, sino también como un acto humanitario. Duque reconoció la legitimidad de Edmundo González como presidente de Venezuela —en línea con el reconocimiento otorgado por varios países al líder opositor— y argumentó que la permanencia de Maduro en el poder agrava la crisis humanitaria en el país.
Duque fue más allá al proponer un enfoque complementario que incluyera una intervención militar junto con un proceso ante la Corte Penal Internacional (CPI) para acelerar la orden de captura contra Maduro. Además, sugirió incrementar las recompensas por su captura, como un incentivo adicional para desarticular la cúpula chavista. “La comunidad internacional debe actuar con decisión para evitar que esta crisis se profundice. No se trata solo de un tema político; es una emergencia humanitaria que exige respuestas inmediatas”, señaló Duque.
Recordemos que el expresidente Iván Duque, ha sido criticado por ser el creador de esta celebre frase : «Le quedan pocas horas a Maduro» , aun así, en ex mandatario colombiano, cometió toda clase arbitrariedades cuando fue jefe de estado, uno de ellos es haber permitido que el entonces autoproclamado Juan Guiado, entrara a Colombia por la trocha, acompañado y resguardado por paramilitares.
Tensión con el gobierno de Petro
Las declaraciones de Uribe y Duque se producen en un contexto de alta tensión política, especialmente con el gobierno del presidente Gustavo Petro. La relación entre Bogotá y Caracas ha estado marcada por altibajos, pero la reciente decisión de Petro de enviar al embajador colombiano, Milton Rengifo, a la toma de posesión de Maduro ha desatado un debate en Colombia, en donde los que estan de acuerdo con la idea de la Paz en la región , representa un grueso de ciudadanos colombianos.
Sectores opositores han interpretado este gesto como un respaldo tácito gobierno de Maduro, mientras que el gobierno de Petro insiste en que la presencia del embajador responde a la necesidad de mantener relaciones diplomáticas funcionales con Venezuela, dada la importancia estratégica de la frontera compartida y los vínculos económicos, sociales y políticos entre ambos países.
Petro, por su parte, reaccionó con contundencia a las propuestas de intervención militar de Uribe y Duque, calificándolas como un llamado a la violencia entre pueblos hermanos. “Dejen de pensar en muerte de hermanos. ¿No se leyeron en la Biblia la historia de Caín?”, expresó Petro, apelando a un discurso de reconciliación que contraste con las propuestas beligerantes de los expresidentes.
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Un debate que divide a la región
El clamor de Uribe y Duque por una intervención internacional pone nuevamente sobre la mesa el debate sobre cómo abordar la crisis en Venezuela, un tema que ha dividido a la región y a la comunidad internacional. Mientras algunos países insisten en la vía diplomática y el diálogo, otros consideran que la única salida viable es la presión contundente, incluso si esto implica el uso de la fuerza.
La polarización no solo se refleja en la política interna de Colombia, sino también en las relaciones multilaterales. La situación en Venezuela continúa siendo un punto álgido que exige atención, pero también soluciones que trasciendan los intereses políticos y privilegien el bienestar de millones de venezolanos atrapados en una crisis que parece no tener fin.
carloscastaneda@prensamercosur..org
