Gustavo Petro, Presidente de Colombia – Imagen @Infopresidencia
El presidente Gustavo Petro defendió con firmeza la decisión del Ministerio de Salud de aumentar en un 5,36% la Unidad de Pago por Capitación (UPC) para el año 2025. Este incremento, aunque superior en dos puntos porcentuales a la inflación de 2024, ha generado un debate nacional y ha desatado críticas, especialmente de sectores políticos y figuras como el exalcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, quien calificó la medida como “criminal”.
Peñalosa argumentó que el aumento es insuficiente para cubrir las necesidades del sistema de salud, advirtiendo que “miles de colombianos morirán por falta de atención”. La respuesta de Petro no se hizo esperar. Con un tono contundente y en defensa de su política, el mandatario acusó a sus detractores de priorizar los intereses económicos de las Empresas Prestadoras de Salud (EPS) por encima del bienestar de la ciudadanía.
“¿Por qué es criminal que la UPC para salud crezca un 5,4% este año, si la inflación será del 3%? ¿Quieren seguir hinchando los bolsillos de los dueños de las EPS con dineros públicos, igual que hacen con los dueños de los buses de Transmilenio?”, cuestionó el presidente a través de sus redes sociales. En una serie de publicaciones, Petro desgranó un historial de desfalcos y presuntas irregularidades que, según él, han afectado gravemente al sistema de salud colombiano.
El mandatario recordó que durante la pandemia de COVID-19 se malversaron 9 billones de pesos destinados al sector salud y que, posteriormente, las EPS recibieron inyecciones de recursos públicos que nunca se tradujeron en beneficios para los pacientes. También señaló el caso de Coosalud, que actuó como fiador de un préstamo privado por 400.000 millones de pesos que no fue pagado, mientras que sus directivos permanecieron en silencio. Asimismo, apuntó a la Nueva EPS, la cual habría ocultado deudas por 5 billones de pesos para aparentar estabilidad financiera.
Petro también lanzó dardos hacia figuras políticas vinculadas al sector, como los expresidentes Santos y Pastrana, y al exministro de Salud, Alejandro Gaviria, a quienes acusó de haber favorecido a las EPS con recursos estatales. El mandatario destacó que estas acciones han dejado un vacío financiero de aproximadamente 10 billones de pesos en reservas técnicas exigidas por la ley.
El presidente cerró su intervención con un desafiante “¡Mamola!”, expresión coloquial que refleja su rechazo a las críticas y su compromiso de no ceder ante presiones de quienes, según él, buscan perpetuar la inequidad en el sistema de salud.
Este debate pone de manifiesto la complejidad de las reformas al sector salud en Colombia, así como las tensiones entre el gobierno y sectores tradicionales que defienden el modelo actual. Mientras tanto, millones de colombianos esperan que las decisiones tomadas se traduzcan en una mejora real en la calidad y el acceso a los servicios de salud.
carloscastaneda@prensamercosur.org
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