

Imagen- Comunicaciones UBPD
Este viernes, tras una extensa travesía que abarcó 2.400 kilómetros y recorrió 70 municipios de siete departamentos de Colombia, culminó La Ruta Buscadora, una estrategia móvil implementada por la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD). El cierre de este ciclo, que tuvo lugar en Cúcuta, Norte de Santander, marcó el fin de 96 días de atención directa a las víctimas del conflicto armado que aún buscan respuestas sobre el paradero de sus seres queridos desaparecidos antes del 1 de diciembre de 2016. Durante su recorrido, La Ruta Buscadora atendió a 1.100 familiares y allegados, quienes encontraron en esta iniciativa una oportunidad para dar un paso más hacia la verdad y la justicia.
La Unidad de Búsqueda, consciente de la magnitud del fenómeno de las desapariciones forzadas, diseñó esta estrategia como una manera de acercarse a las comunidades más afectadas por este flagelo, que muchas veces no tienen acceso a las sedes principales de la entidad ubicadas en las capitales. La Ruta Buscadora tuvo como objetivo principal ofrecer un espacio cercano de orientación, apoyo y acompañamiento a las familias que luchan por encontrar a sus seres queridos. Este esfuerzo se concentró en siete departamentos: Meta, Cundinamarca, Boyacá, Casanare, Santander, Cesar y Norte de Santander, regiones que han sido escenario de una de las crisis humanitarias más graves del país.
El recorrido, iniciado el 1 de septiembre de 2024 en Villavicencio, Meta, permitió a la UBPD recorrer lugares lejanos y rurales, donde la presencia del Estado ha sido limitada. En estos territorios, muchas familias no solo desconocían el trabajo de la UBPD, sino que tampoco tenían acceso a información sobre cómo iniciar el proceso de búsqueda o el estado de las solicitudes realizadas. De acuerdo con la directora de la UBPD, Luz Janeth Forero Martínez, La Ruta Buscadora no solo respondió a la necesidad de acercar la justicia a las comunidades, sino que también fue un acto de sensibilización para combatir el negacionismo que persiste en algunas partes del país sobre el alcance de la desaparición forzada, especialmente en el contexto del conflicto armado.

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“A través de esta ruta buscamos dar un mensaje claro de que las personas no pueden ser olvidadas. Es una campaña de sensibilización para evitar que el negacionismo se imponga, para recordar que la desaparición forzada sigue siendo una de las huellas más profundas que dejó el conflicto armado en Colombia. Esta es una tarea enorme, pues 124.734 personas siguen desaparecidas, pero cada paso que damos, cada reunión que tenemos con una familia, es un avance en el camino hacia la verdad, la justicia y la reparación”, explicó Forero Martínez.
Además de las atenciones directas, durante los 96 días, La Ruta Buscadora recolectó 313 muestras de ADN para cotejo genético, lo que representa una acción crucial para la identificación de las personas desaparecidas. También se recibieron 276 nuevas solicitudes de búsqueda y se establecieron diálogos con 27 aportantes de información que ofrecieron pistas valiosas para avanzar en el esclarecimiento de casos.
En paralelo a las atenciones personales, la UBPD organizó 1.365 actividades pedagógicas en las que se sensibilizó a la población sobre el impacto de la desaparición forzada, se explicaron los procedimientos de búsqueda y se brindó orientación sobre cómo realizar las solicitudes correspondientes. Estas actividades no solo fueron un medio para informar, sino también una herramienta para fortalecer la participación de las autoridades locales, organizaciones sociales e instituciones educativas en la búsqueda y en la defensa de los derechos humanos.
Los departamentos que recibieron la mayor atención durante La Ruta Buscadora fueron Casanare, Boyacá y Santander, mientras que los de Meta, Norte de Santander, Cundinamarca y Cesar también tuvieron una notable presencia. Este recorrido evidenció la magnitud del dolor y la necesidad de reparación en territorios profundamente afectados por el conflicto armado, donde muchas comunidades aún buscan justicia por las graves violaciones de derechos humanos sufridas.
En términos de estadísticas, la UBPD reporta que, en el marco de su mandato, se han recuperado 2.087 cuerpos, 387 de los cuales han sido entregados dignamente a sus familias. Asimismo, 92 personas han sido encontradas con vida, un rayo de esperanza para miles de familias que aún se mantienen firmes en su lucha. Actualmente, existen 30.646 solicitudes activas de búsqueda de personas desaparecidas, lo que refleja la magnitud de este fenómeno en la sociedad colombiana. Además, la UBPD ha intervenido en 948 lugares, entre fosas comunes, sitios de reclusión y otros puntos clave que podrían arrojar información relevante sobre el paradero de las personas desaparecidas.

Imagen- Comunicaciones UBPD
“El reto de la UBPD es enorme, pero la responsabilidad de no dejar a nadie atrás es aún mayor. Cada paso que damos en La Ruta Buscadora representa la posibilidad de aliviar el dolor de una familia que ha sufrido durante años en la incertidumbre, esperando que alguien escuche su dolor y que la justicia les devuelva lo que les fue arrebatado”, agregó Forero Martínez.
Aunque La Ruta Buscadora culminó su recorrido en Cúcuta, el trabajo de la UBPD continúa. La búsqueda de los 124.734 desaparecidos no cesará hasta que se logre la verdad, la justicia y la reparación para las víctimas del conflicto armado. Este esfuerzo representa no solo un desafío institucional, sino también un compromiso moral con las familias que, a pesar de la adversidad, siguen adelante con la esperanza de encontrar a sus seres queridos y de que se haga justicia por los crímenes cometidos en el marco de la violencia que ha marcado la historia reciente del país.
Así, a medida que se cierran los 96 días de La Ruta Buscadora, la UBPD reitera su compromiso con la memoria histórica y la búsqueda de la verdad, reafirmando que el trabajo de identificar a los desaparecidos y entregar respuestas dignas a sus familias es una tarea que no terminará hasta encontrar justicia para todas las víctimas. En el corazón de cada una de las comunidades visitadas, queda la promesa de que la búsqueda de la verdad sigue viva, y que La Ruta Buscadora es solo un capítulo más en un proceso más amplio y complejo de restaurar la dignidad y la justicia para las víctimas del conflicto armado colombiano.
carloscastaneda@prensamercosur.org
