DEF dialogó con el analista internacional sobre la situación que vive Venezuela tras unas elecciones plagadas de movilizaciones, amenazas y falta de datos. Para el presidente del CRIES, el país necesita de una transición negociada.
Las elecciones en Venezuela impactaron en toda la región. Y, mientras en el país se llevan adelante protestas masivas contra el fraude que dejaron un saldo de al menos 13 civiles asesinados y la crisis institucional, social y económica se acrecienta, varios organismos y Estados cuestionaron los resultados que definieron la reelección de Nicolás Maduro.
En diálogo con DEF, el analista internacional y director de la Coordinadora Regional de Investigaciones Económicas y Sociales (CRIES), Andrei Serbin Pont, se refirió a la crisis que vive el país gobernado por Maduro hace 11 años, pero 25 bajo el mismo régimen. “Hay un chavismo sin Chávez”, advirtió.
La Venezuela de Maduro después de Chávez
-¿Qué está pasando en Venezuela?
-El chavismo, sin Chávez, ha logrado tratar de vivir de la herencia. Estés de acuerdo o no ideológicamente, Chávez supo manejarse en el ámbito político y social: durante su mandato construyó una red de sustento y resguardo que fue su apoyo. Eso fue a nivel nacional.
En cuanto a lo internacional, el proactivismo diplomático venezolano liderado por él fue lo que le permitió avanzar con UNASUR o la CELAC, instancias multilaterales que en ese momento tuvieron valor.
-¿Cambió eso con Maduro?
-Cuando Chávez murió, Maduro vivió de esa herencia y la fue gastando. No logró crear las condiciones para reconstruirla. Entonces, cuenta con una economía que es un 75% más pequeña que la que recibió. No tiene la producción petrolera que solía tener, hay millones de refugiados en el exterior, depende de una asociación estratégica con las Fuerzas Armadas y, en su propia coalición, existen otros actores radicalizados que lo ven como tibio e incompetente.
Lo que comparten todos en ese círculo es el deseo de aferrarse al poder porque es la única herramienta de impunidad que tienen.
“El 90% de la población venezolana está bajo la línea de pobreza”
-¿Cómo encuentra esta crisis a la población venezolana?
-Es una población que efectivamente está cansada. El 90% está bajo la línea de pobreza: es gente que vive con menos de 10 dólares al mes. Obviamente, la revolución no va a alcanzar. Eso está pasando.
Los venezolanos buscan canalizar esto a través de las instituciones: a pesar de la desconfianza en las instancias electorales, se vuelcan masivamente. Porque hay que aclarar que no se esperaba tanta participación.
-¿Qué podés decir del proceso electoral que se vivió?
-La oposición ganó masivamente, no hay que tener dudas. Hicieron una elección brillante y les fue muy bien. El problema es que del otro lado no tienen las condiciones para aceptar una derrota.
Pero, ojo, porque en la noche de las elecciones, se hizo la rueda de prensa en la que hablaron el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López; el ministro del Poder Popular para Relaciones Interiores, Justicia y Paz, Remigio Ceballos; y el comandante del Comando Estratégico Operacional de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, Domingo Hernández Lárez. En ese discurso no se mencionó a Hugo Chávez, ni a la revolución ni a la derecha “cipaya y violenta”. Incluso, fue un mensaje conciliador. Claro, tiraron palitos. Ahora, en las palabras de Padrino López el día martes ya se habla de chavismo, del imperio, de los cipayos, y de la derecha que intenta gestar un golpe de Estado. Entonces, esa fue una ventana de oportunidad.
Los militares en la crisis venezolana
-En ese contexto, ¿qué pasa con las Fuerzas Armadas?
-Los militares o estuvieron dispuestos a negociar con la oposición o presionaron a Maduro – quien perdió una elección, por lo menos, por 30 puntos- porque los que ponen la cara son ellos.
Porque hay manifestaciones en todo el país y los que salen son los militares. De hecho, las primeras protestas que se dieron no fueron en el Palacio de Miraflores, sino en la base aérea “El libertador” o en el fuerte “Paramacay”: fueron a presionar a las Fuerzas Armadas.
Entonces, la presión cae sobre los militares. Y, si el día de mañana hay una ronda de sanciones por violación de derechos humanos y crímenes de lesa humanidad, caen ellos primero. Creo que eso se entendió pero no se dieron los tiempos ni canales necesarios para entablar esa negociación.
-¿Cómo sería eso?
-Lo que necesita Venezuela, y hubiese sido ideal, es una transición negociada. Hay que sentarse en la mesa con esos represores, corruptos, narcotraficantes y violadores de derechos humanos y decir “no te vamos a procesar, pero necesitamos que sea un proceso electoral transparente, se reconozca al ganador, y que podamos seguir por las vías democráticas”.
Hoy más que nunca queda claro el rol central de las Fuerzas Armadas, mientras éstas no sean un actor central en la negociación de esa transición, el país se encamina hacia la inestabilidad.
“Edmundo González ganó en barrios donde tradicionalmente ganaba Chávez”
-Por seis años más….
-Pero todavía tenemos que esperar a que Maduro asuma el nuevo mandato, eso será en enero próximo. Todavía le quedan 5 meses, complicados. Porque hoy muchos sectores movilizados, no son de la clase media ni de lo que queda de ella. Porque Edmundo González ganó en barrios donde tradicionalmente ganaba Chávez.
Mucha gente se cansó el día de las elecciones: fue un cansancio generalizado distinto al de protestas pasadas. Creo que hay diversidad de actores sociales.
-¿Qué pasó con los apoyos en la región?
-Ellos invitaron al “Centro Carter” que ya salió a decir que no fue un proceso democrático claro. Brasil, en una comunicación con la Casa Blanca, habló de que no están dadas las condiciones.
Gabriel Boric fue bastante claro y tomó la decisión que tenía que tomar. Justamente, Chile es un país cuya transición democrática es la que hoy se viene discutiendo para Venezuela. Mucha gente está citando el plebiscito de 1988.
-¿Qué va a pasar en Venezuela?
-Pensá en Manaos, en el norte de Brasil. Por la ola migratoria, de un día para el otro, duplicó su población. Hoy tenes millones de venezolanos en Colombia, en Perú o en Argentina.
Es una cuestión desestabilizadora, no solo por la inestabilidad política. La realidad del régimen venezolano es que trabaja lado a lado con una diversidad de actores paraestatales vinculados a actividades ilícitas y no tiene un control total sobre el territorio nacional. Entonces, pacta hasta, incluso, dentro de Caracas.
Criminalidad y política, compleja combinación en Venezuela
-¿En qué se traduce eso?
-En que Venezuela es un agujero negro en la criminalidad. Tampoco nadie habla suficiente del arco minero, con presencia de grupos armados que compiten entre ellos para explotar los recursos naturales, específicamente mineros. Hay genocidios, asesinatos en masa de poblaciones indígenas y hasta militares que crean sus propias compañías privadas militares para tercerizar esos servicios a empresas chinas, iraníes, turcas.
Detrás de eso hay una infraestructura logística ilegal. Eso también es un problema.
-¿Cómo vive Estados Unidos esta crisis?
-A Estados Unidos, en general, le importan dos cosas: migración y seguridad (específicamente narcotráfico).
En ese corto checklist de cosas que importan, Venezuela marca las dos. Porque, en el presente, los venezolanos emigran al norte, no al sur. De hecho, una de las primeras medidas del nuevo gobierno de Panamá, fue cerrar el Darién. Porque para EE.UU. es un problema que ya no quiere detener en su frontera, porque se agrava.
Después, con respecto al tema de las drogas, buena parte de lo que se genera en Colombia sale desde Venezuela. Entonces, para Estados Unidos si o si va a estar en agenda.
-¿Es posible romper con el círculo construido por Maduro?
-Diría que la coalición gubernamental ha mostrado ciertas falencias. Porque históricamente el chavismo supo manejarse muy herméticamente dentro del gobierno y fueron muy sólidos en sus instancias de decisión. Pero para mí, estos tres días que llevamos sin resultado oficial demuestran que hay una interna brutal sobre la situación.
Otra cuestión que hay que tener en claro: Venezuela tuvo un buen asesoramiento cubano, sobre todo en el armado de sus estructuras de inteligencia. Esto se ve claramente y es lo que permitió al liderazgo chavista mantener el control sobre los servicios de inteligencia, caracterizados por la diversificación de agencias en la que siempre hay un favorito, que es quien se encarga de controlar a los otros. Es difícil penetrar esas estructuras cuando existen interdependencias, porque todos tienen muy claro que en el momento en el que se desarma están al horno.
-¿Cómo ves a la oposición?
-Justamente, la estructura de inteligencia que los protege muy bien es lo opuesto a lo que se da en la oposición. Ésta, en el pasado, fue una bolsa de gatos y siempre todo se filtraba. Hoy eso no se ve.
La oposición está tomando acciones que requieren de un esfuerzo colaborativo muy grande, como sucedió con la creación de una base de datos con las actas escrutadas que fue subida a la web. Para mí eso es indicio de que se están haciendo bien las cosas.
-¿Qué puede pasar?
-A mí no me queda ninguna claridad. Me llama la atención el cambio del perfil del que está protestando. Tenés barrios tradicionalmente chavistas que están saliendo a la calle.
También me llaman la atención las imágenes de unidades militares y policiales que no quieren reprimir. Todavía nada nos indica que es una tendencia masiva.
-Con CRIES hicieron un mapa que muestra las protestas y represiones en Venezuela, ¿qué refleja?
-Sacando lo metafórico y llevándolo a lo práctico, la foto es la del derribo de la estatua de Chávez. El mapa es algo que ya hemos hecho en el pasado: buscamos los incidentes en las redes, los localizamos y confirmamos que sean verídicos. Para nosotros es una herramienta analítica para entender las tendencias conflictivas y luchar contra instancias de desinformación.
Hay un cambio de época y el hombre subido en la estatua de Chávez tiene poder simbólico. Creo que lo que nos pinta el mapa es que hay un poco de este cambio de época. Ese tipo subido en la estatua de Chávez creo que carga un poder simbólico.
Patricia Fernández Mainardi
Fuente de esta noticia: https://defonline.com.ar/internacionales/venezuela-segun-andrei-serbin-pont-cuando-chavez-murio-maduro-vivio-de-esa-herencia-y-la-fue-gastando/
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