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El proyecto de ley HB-1, actualmente en proceso legislativo en Florida, ha avivado una discusión candente sobre el acceso de menores a las redes sociales. En un mundo digitalizado, la preocupación por los riesgos que enfrentan los jóvenes en línea ha alcanzado niveles alarmantes. Desde el acoso cibernético hasta la exposición a contenido inapropiado, los padres y adultos están cada vez más inquietos por los peligros que acechan en el vasto panorama de internet.
Con dispositivos conectados a internet omnipresentes, los niños y adolescentes están constantemente expuestos a estos riesgos. A pesar de los esfuerzos por educar sobre el uso responsable de las redes sociales, los desafíos persisten debido a la rápida evolución del entorno digital y la capacidad de los jóvenes para evadir los controles parentales.
En este contexto, el proyecto HB-1 busca abordar el uso considerado «dañino y adictivo» de las redes sociales entre menores de 16 años. Impulsado por los representantes republicanos Tyler Sirois y Fiona McFarland, esta propuesta legislativa pretende prohibir que los menores accedan a plataformas de redes sociales en Florida.
La medida propuesta requeriría que las empresas tecnológicas implementen medidas para evitar que menores de 16 años creen cuentas en redes sociales, así como la eliminación de perfiles existentes pertenecientes a este grupo. Además, otorgaría a los padres la autoridad para solicitar la eliminación de estas cuentas.
Sin embargo, la propuesta contempla excepciones para el uso de sitios web académicos y de exhibición de arte por parte de menores de 16 años, limitando su interacción a la publicación y lectura de reseñas, sin compartir contenido personal.
Esta iniciativa ha generado un debate intenso sobre la protección de los jóvenes frente a los riesgos asociados con el uso desmedido de las redes sociales, así como sobre la efectividad y viabilidad de implementar una prohibición de este tipo.
Si bien algunos defensores del proyecto argumentan que esta medida protegería la salud mental y el bienestar de los jóvenes, otros expresan preocupaciones sobre la restricción del acceso a herramientas educativas y de comunicación importantes en la era digital.
Mientras tanto, en Colombia, muchos ciudadanos y usuarios en redes sociales debaten sobre la pertinencia de aplicar una medida similar, considerando los posibles beneficios y desafíos que ello conllevaría en la protección de los menores en línea.
El proyecto de ley HB-1 sigue su curso legislativo en Florida, donde se espera que el debate y la discusión arrojen luz sobre el futuro de la regulación del uso de redes sociales entre los jóvenes en el estado y, posiblemente, en otras partes del mundo.

