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La Agencia Nacional de Tierras ha entregado oficialmente a la Asociación Baluarte Nacional Campesino Juana Julia Guzmán la propiedad de más de ocho hectáreas conocida como «El Laguito 2», parte integral de la famosa finca «El Ubérrimo», anteriormente en manos del expresidente Álvaro Uribe y su familia. Este acontecimiento marca el desenlace de un proceso que declaró, el pasado 28 de julio, que el predio tenía origen baldío, evidenciando así una apropiación irregular, ya que los baldíos son propiedad del Estado.
La finca «El Ubérrimo», ubicada en la zona rural de Montería y sus alrededores, comprende varios predios, siendo «El Laguito 2» uno de ellos, utilizado como parte de una extensa hacienda ganadera. La Agencia Nacional de Tierras ha determinado que este predio, que fue parte de la mencionada hacienda, pertenece legítimamente al Estado, marcando así el inicio de su proceso de restitución.
Cabe destacar que este proceso de saneamiento no es reciente. Una investigación realizada por el periodista Juan Pablo Barrientos en septiembre de 2020 reveló que la Sociedad Agropecuaria El Ubérrimo S.A.S., representada por Lina Moreno, esposa del expresidente Uribe, intentó legalizar la propiedad mediante una demanda interpuesta en 2019 ante el juzgado promiscuo del municipio de San Carlos, Córdoba. Sin embargo, la Oficina de Registro de Instrumentos Públicos de Cereté, Córdoba, determinó que «El Laguito 2» carecía de dominio privado, siendo considerado bien baldío de la Nación e imprescriptible.
La reciente decisión de la Agencia Nacional de Tierras, emitida casi tres años después de la determinación de la Oficina de Registro, subraya que, según los «preceptos jurisprudenciales», la propiedad de bienes baldíos no puede adquirirse por prescripción, incluso si ha sido ocupada y gravada con impuestos. La disponibilidad de los baldíos corresponde a la Nación y, más específicamente, a la Agencia Nacional de Tierras.
A pesar de que la Agencia Nacional de Tierras mantenía, hasta hace poco, un informe sobre la situación de «El Laguito 2», el cual fue señalado como «engavetado» por el periodista Daniel Coronell en una columna publicada el 8 de mayo, finalmente ha tomado acciones para restituir el predio. Este paso marca un hito en el proceso de devolución de tierras y evidencia la importancia de salvaguardar la legalidad en la tenencia de la tierra en Colombia.
