
Imagen Cortesía
Un sombrío panorama financiero enfrentan las Entidades Promotoras de Salud (EPS) en Colombia, según revela un informe reciente de la Contraloría General de la República. En medio de esta crisis, ¿quiénes son las pocas entidades que mantienen cifras saludables? La Contraloría lanza una advertencia sobre la crítica situación financiera que enfrentan la mayoría de las EPS en Colombia, subrayando que solo 5 de ellas cuentan con la solvencia necesaria para garantizar una atención médica adecuada a los afiliados.
El informe, emitido justo en vísperas del debate legislativo sobre la reforma de salud en el Congreso, pone de relieve una deuda alarmante: las EPS adeudan la impresionante suma de $25 billones a las Instituciones Prestadoras de Salud (IPS). Estas IPS, pilares del sistema de salud privado en el país, proveen una gama de servicios médicos, desde consultas hasta cuidados intensivos.
De las 26 EPS operativas en Colombia, solo 10 muestran cifras positivas en sus estados financieros, según la Contraloría. Entre estas destacan nombres como Nueva EPS, Salud Total, Coosalud, y otras. Sin embargo, únicamente cinco, incluyendo a Salud Total EPS, Comfachocó, Capresoca, EPM Salud, y EPS Sura, cumplen con los requisitos de solvencia en términos de activos de inversión.
Este preocupante panorama ha acelerado el debate sobre la reforma de salud en el Senado, especialmente en la Comisión Séptima. Los partidos aliados al gobierno consideran urgente la aprobación de la reforma para abordar la gestión de recursos, mientras que la oposición advierte que esta podría exacerbar la crisis, perpetuando la deuda y poniendo en riesgo la estabilidad del sistema.
«Andrés Forero, representante a la Cámara por el Centro Democrático, enfatiza: ‘Este problema no se resuelve con la reforma, que, por el contrario, puede agudizarlo, como señalan muchos expertos’.»
Por otro lado, la senadora Berenice Bedoya, del partido ASI, demanda una reforma estructural que incluya una auditoría exhaustiva sobre el giro directo de Adres, buscando eliminar la intermediación de las EPS y asegurando una gestión transparente de los fondos.
La crítica situación financiera de las EPS en Colombia, evidenciada por una deuda abrumadora con las IPS, plantea un desafío urgente y la necesidad de una reforma de salud integral que garantice la sostenibilidad y la transparencia en la gestión de recursos.

