
Columnista de Opinión: Carlos Fajardo
Cuenta en X : Fastidiardo
Comenzó el simulacro, el drama de la elección del fiscal… ¿De verdad hay todavía quienes creen que los magistrados de la venal Corte Suprema de Justicia, expertos en la negociación de fallos, dedicados a obstaculizar al gobierno y a cuidar su negocio y privilegios actúan con transparencia?
¿Es acaso factible que unos magistrados que tienen origen en partidos que han emprendido una funesta guerra sucia contra el gobierno de Gustavo Petro y que, además, tienen familiares trabajando en la Fiscalía, en un descarado juego de tráfico de influencias, van a proceder con integridad y diligencia y van a elegir a una persona que, por más méritos que tenga, destronará al locuaz e ineficaz Francisco Barbosa y, probablemente, cambiará su listado de colaboradores, poniendo en riesgo la permanencia de los parientes de los magistrados en la nómina del ente acusador?
Hay que convocar a la ciudadanía para que presione y vigile el actuar de los magistrados. El país no puede estar en vilo por las jugarretas sucias de juristas con precio. Los mismos que han hecho de la “justicia” y la” patria” simples etiquetas con el precio de sus decisiones y objeto de negociaciones de sus intereses personales.
Desde ya hacemos un llamado a todos los colombianos para que se hagan presentes en un plantón permanente ante la poco honorable, indolente y sospechosa Corte Suprema de Justicia hasta que sea elegida la jurista que reemplazará al bufón corrupto Francisco Barbosa.
Y es que el hombre más preparado, fotogénico e inteligente de la Galaxia, más conocido en los bajos fondos como “Narciso” Barbosa no ha parado, de unos meses, largos meses para acá de dar declaraciones cada vez más alucinantes, su osadía ha llegado al punto de expresar en medios y tribunas de alto nivel que Gustavo Petro pretende “favorecer” a los narcotraficantes.
Tal vez en su cruzada histérica por empantanar la elección de su sucesor y encochinar la imagen del presidente, no ha visto los decomisos que casi a diario se hacen. Nada más contraevidente, ¿pero es que acaso para este bufón importa para algo la verdad? No cesa de hacerle daño a la institucionalidad con la complicidad de una Corte Suprema de Justicia venal y marrullera, cuyos magistrados con familiares en la Fiscalía deberían declararse impedidos.
Cree en su arrogancia y cinismo que puede engañar a todo el mundo, que, así como la justicia ordinaria en Colombia se abstiene de investigarlo y los órganos de control enmudecen y se ciegan ante sus andanzas, lo mismo va a pasar con la justicia internacional. ¡Qué desfachatez!
Barbosa es la clase de “héroe” del establecimiento, un lobo vestido con piel de oveja, victimario disfrazado de víctima. Su invocación a la justicia es una burla macabra, una risotada infamante y un ultraje para las verdaderas víctimas, las suyas y las de aquéllos a quienes defiende… ¡Infame!
Cada día surgen más evidencias de la falta de independencia y la preeminencia de los intereses de algunos magistrados sobre su deber constitucional. Cada magistratura es en realidad un “emprendimiento” personal y el poder que entraña es malvendido al mejor postor. ¿Entonces de cuál Justicia hablamos?
Lo expresa con contundencia, elocuencia y tino el abogado progresista Gabriel Escobar en un trino que me permito transcribir
“Esta misma semana nos hemos enterado de dos situaciones que minan la credibilidad de la @CorteSupremaJ de manera grave:
1) En el caso de Arturo Char, nos informaron que desde que se creó la Sala Especial de Instrucción, SOLO en ese caso se ha dejado en libertad a un procesado por vencimiento de términos y
2) Ayer el periodista @HELIODOPTERO nos dio a conocer que hay magistrados con sus cónyuges trabajando en la Fiscalía, nombrados por Francisco Barbosa y ganándose 31 millones de pesos mensuales.
Esto es una absoluta decepción. Una completa vergüenza. Por eso la Corte nunca hizo un llamado de atención a Barbosa a pesar de sus extralimitaciones? ¿Se empieza a perder la confianza total en la Corte Suprema de Justicia? ¿Por qué no eligen a la nueva fiscal general de la Nación ya? ¿Qué tanto esperan? ¿Cuántos magistrados más hay con familiares trabajando en la Fiscalía ganando sueldos millonarios y que no conocemos? Soy abogado y creo en la Justicia, pero les confieso que ante estos hechos empiezo a perder toda esa confianza. ¿Qué nos queda a los ciudadanos en un Estado de Derecho si no podemos confiar en la Justicia?”
El intercambio de favores es apenas una consecuencia del cabildeo previo a la elección de un alto cargo como la Fiscalía o la Procuraduría: Yo te elijo y tú me reservas cupos en tu nómina y además me hago el de la vista gorda para tus desafueros, así como tú para los míos
Tenemos una justicia que, aparte de ser ciega y coja, está comprometida no propiamente con la ciudadanía, ni con el derecho, ni con la Constitución, esa colcha porosa de buenas intenciones, sino con los intereses personales y mezquinos de sus representantes… ¿Entonces dónde queda la confianza?
Y si eso, justo en esta importante coyuntura, se evidencia entre la Corte Suprema de Justicia y la Fiscalía General, ¿cómo será la relación simbiótica entre la Procuraduría, la Contraloría, la Defensoría del Pueblo y sus propios nominadores? ¿Acaso no hay normatividad que tipifique esto como tráfico de influencias?
En su escrito, el opinador a sueldo Mauricio Vargas, simplemente justifica el actuar dilatorio y marrullero de los magistrados de la Corte en la existencia de “dudas” frente a la capacidad administrativa y “compromiso” de las ternadas, no así en su nivel como juristas. Ojo con la expresión “compromiso”, está claro, como ya lo afirmé arriba, que una nueva fiscal no va a tener compromisos, salvo los que en su cabildeo ante los “honorables” magistrados adquiera.
¿Pero qué valor puede tener la opinión de un adulador a sueldo como Mauricio Vargas? ¿Un tipo que a lo largo de su ejercicio periodístico no ha separado su lengua de los crocs de quienes, en el pasado, detentaron el poder y no cejan en su empeño de recuperarlo y eternizarse?
El maestro Guillén revela en detalle los nexos de familiares cercanos de algunos magistrados (Quizás los que votaron en blanco) con la nómina de la Fiscalía General.
La Constitución, para ellos, es un texto prescindible, manipulable, burlable. Esa es la caricatura de justicia que tenemos.
Atrás quedaron los tiempos de los magistrados Echandía y Urán en la entonces sacrificada Corte Suprema de Justicia, el paso del maestro Carlos Gaviria y tantos otros juristas que dejaron huella imborrable en la Corte Constitucional.
Hoy la justicia no tiene magistrados sino mercachifles: Gente de oscuros orígenes, propuestos por gente aún más opaca, elegidos previa exposición y cabildeo por otros aún más tenebrosos, que hacen de su magistratura un emprendimiento personal, un bazar, una pulpería abierta 24 horas para sus negocios al amparo de su alta investidura.
DUQUE
Con su habitual agudeza Esperancita Uribe vuelve a sacarla del estadio, esta vez revelando las trampitas que el expresidente Duque le hizo a la ley para hacerse a una pensión vitalicia a la que no tenía derecho. ¿Hasta cuándo lo permitiremos? ¿Qué tanto nos duele ese despojo?
Qué desfachatez, qué cinismo, qué deshonestidad y qué falta de escrúpulos en esos que con tanta facilidad apelan al” patriotismo”, la defensa de la “libertad” y de las “instituciones” (Por supuesto de aquéllas hechas a su medida). ¡Leyes y decretos porosos urdidos para burlarnos!
Miren no más el listado de hechos que demuestran que lo que hubo durante el venal y criminal gobierno de Iván Duque fue una descarada toma de la justicia y los órganos de control para que se hicieran los de la vista gorda con los abusos del ejecutivo y sus amigos…
A su vez Roberto Salazar Perdomo en un minucioso trino hace un extraordinario y detallado recuento de las diversas formas como el pretendido “demócrata” y sus socios politiqueros envilecieron la justicia y los órganos de control, amparados en una Constitución que indudablemente se quedó corta. La pregunta es ¿Somos una verdadera democracia?, transcribo:
“(…) ¿acaso cree usted que existan evidencias irrefutables del carácter de «verdadero demócrata» del anterior presidente de la República de Colombia? Es mucho más expedito mostrar con evidencias, lo contrario. Siga el indicador del respeto a la independencia y autonomía de poderes de órganos de control y de políticas públicas:
- Caso fiscal general Francisco Barbosa, que usted ha descrito;
- Caso de presentación de Margarita Cabello Blanco para Procuradora General, que fue su ministra de Justicia, proveniente del Clan Char;
- Caso del Contralor General anterior, Carlos Felipe Córdoba Larrarte, que venía de ser auditor de la nación y presidente de la Federación Nacional de Departamentos, elegido abrumadoramente por parte de congresistas de la alianza de partidos tradicionales con el gobierno;
- El cargo de director de la Federación Nacional de Departamentos que dejó vacante Carlos Felipe Córdoba fue ocupado en 2018 por el conservador cordobés, Carlos Camargo, egresado también como Duque y Barbosa de la Sergio Arboleda. En 2020 fue designado como Defensor del Pueblo, con apoyo de los partidos tradicionales en alianza con el Gobierno Duque. Esta designación fue polémica. De todos fue evidente la complacencia del defensor del pueblo frente a las excesivas reacciones de la fuerza pública ante las manifestaciones experimentadas en la llamada «explosión social», en la cual se presentaron desapariciones y asesinatos de manifestantes, es decir, la permisiva y débil defensa de los derechos humanos de su despacho para no incomodar al gobierno.
- Además de contar con fiscal, procurador, contralor y defensor del pueblo, Duque también invadió la autonomía del Banco de la República, para obtener allí su mayoría, no solo en calidad de presidente, sino del partido de gobierno y, por supuesto, de la alianza política entablada desde su elección con los partidos tradicionales. Allí nombró como codirectora a Bibiana Taboada Arango* (2021), hija de Alicia Arango, otrora secretaria privada del presidente Álvaro Uribe Vélez, y nombrada por Duque como ministra del trabajo y después ministra del interior. Duque también ha nombrado como codirectores a Mauricio Villamizar* (2021), Roberto Steiner* (2019), Jaime Jaramillo-Vallejo* (2021), Alberto Carrasquilla (2020-21) y Arturo José Galindo* (2020-21). Duque fue el presidente que mayor número de codirectoras nombró en la Junta Directiva del Banco de la República. Recuérdese que el Banco de la República vendió el 61% de las reservas de oro de Colombia, «reservas que terminaron valoradas en $865.766 millones, mientras que en 2019 este mismo rubro estaba valorado en $2,2 billones». ¿En qué se gastaron? He aquí algunos indicadores del «verdadero demócrata», expresión y análisis que se puede extender a la «democracia colombiana» y al establecimiento que la ha regentado. ¿Qué esperar de la Corte Suprema de Justicia: ¿partidaria de la prolongación relativa o indefinida del período de Barbosa en manos de su vicefiscal, o cumplimiento del mandato constitucional en beneficio del bien común al nombrar de manera oportuno a la nueva fiscal general? (…)”
¿Acaso se le pueden pedir peras al olmo? ¿De verdad podemos hablar de democracia en un país manejado por élites corruptas con financiamientos oscuros y que llegan al poder con libretos ocultos?
Una verdadera democracia fortalece, acrisola y refuerza sus mecanismos de control…
Una verdadera democracia no expide patentes de corso para que los elegidos hagan en sus periodos negociados y conspiraciones, traicionen la confianza de la ciudadanía en favor de sus financiadores legales e ilegales e incumplan con descaro sus promesas preelectorales y programas.
Quizá sea mucho pedir que un candidato sacado de la chistera de uno de los políticos más cuestionados de toda nuestra histeria nacional, miembro de uno de los partidos con más señalamientos de corrupción y que ha hecho del odio y la polarización su marca, sea un demócrata…
Mucho menos cuando el caso de Barbosa es tan sólo uno tantos en los que se reveló su intención y la de su partido y socios politiqueros de envilecer la justicia y los órganos de control con figuras tanto o más opacas como él mismo.
¿Y qué podemos decir de la elección de Mancera?
¿Y acaso fue respetuoso de la “independencia de poderes” cuando se eligió Contralor, o un defensor del pueblo que avaló la violencia de estado durante el estallido social?
Fuimos testigos de una deliberada toma de la justicia, amparados en las inconsistencias de la Constitución.
Lo que sigue es reformar lo pertinente a esa justicia que se ha demostrado venal y manipulable, selectiva y opaca, introducir mecanismos de selección que minimicen el riesgo de manipulación política y resalten el mérito, la transparencia y honestidad de quienes la imparten.
EPILOGO
Luego de llegar a la presidencia de la poco honorable Corte Suprema de Justicia, el magistrado Chaverra, “primer afro colombiano en ocupar ese cargo”, no tardó en demostrar que en el tema de la elección del fiscal lo de menos es el color de la piel y lo más importante es el color político.
El tipo justifica la negligencia de los 23 magistrados de la Corte apelando al discurso de la “responsabilidad con el país”, el rigor y detalle en el estudio de las tres hojas de vida que tienen en su poder desde hace seis meses. ¿Qué tal si fuera un concurso abierto?
Su respuesta es evasiva, no se compromete con una fecha tentativa para cumplir con el deber de elegir una persona idónea y digna para ocupar el cargo de Fiscal. Cree que nos puede tramar con cuentos, después de que esa misma corte eligiera a Barbosa, el peor fiscal de la historia
Que cinismo tan brutal el de Chaverra, que excusa tan indolente y que osadía pretender engañar a la ciudadanía con semejante argumento. Al bandido Barbosa que no es penalista y sin otro mérito que sus autoelogios y su amistad con Duque lo eligieron en menos de dos meses…
¿Ni siquiera un llamado de atención al Fiscal, ni un mínimo reproche o comentario en estos cuatro años de su opaca gestión y ahora salen con que la indolencia y negligencia de los magistrados para escoger fiscal de una terna de lujo es un acto de “responsabilidad con el país”?
Los colombianos les pagamos con generosidad a unos zánganos para que actúen en su propio beneficio, negocien fallos, se burlen del derecho y delincan y llenen sus bolsillos desde sus altas magistraturas. Es hora de cambiar eso, merecemos una justicia transparente y creíble…
Circula en redes sociales una carta dirigida a los magistrados de la Corte Suprema de Justicia
“Sres.
@CorteSupremaJ
Me sumo a los reclamos de la ciudadanía. Es nuestro derecho ciudadano conocer sus objeciones, temores, reproches y dudas para elegir fiscal desde la terna propuesta de candidatas, les solicitamos hacer públicas sus deliberaciones. ¡Respeten la constitución!
Hago particular referencia al artículo 249 de la CN que establece que el Fiscal general de la Nación es elegido para un periodo de 4 años por la Corte Suprema de Justicia, de terna enviada por el Presidente de la República y no es reelegible… #NoMasBarbosa #NiBarbosaNiMancera”
En una dura intervención un sacerdote reclama a los señores magistrados por su poca diligencia y las demoras inexplicables en cumplir con su deber constitucional de elegir fiscal.
Mejor no se hubiera podido expresar, el sacerdote lo dice con evidente dolor e indignación, rehén como todos de una justicia venal diseñada para el fraude y el encubrimiento, le pone con fiereza los puntos sobre las íes a quienes envilecieron la justicia y la prostituyeron.
El país que heredamos del uribismo está hecho para garantizar la impunidad de los victimarios y el silencio de los testigos, los corruptos medran y ostentan su poder, el erario es la caja menor de los mafiosos y en los cargos de elección popular pululan las fichas de los narcos.
Termina el sacerdote su disertación con una advertencia: ¿Democracia real y efectiva, respeto al contrato social implícito o levantamiento popular? Todo en el país tiene un tufo de sospecha, cambiar una cacocracia edificada minuciosamente en más de 200 años no se logra en 4 años.

