En una impresionante manifestación que cubrió la Plaza de los Dos Congresos y sus alrededores en Buenos Aires, cientos de miles de personas se unieron el miércoles pasado en un acto de repudio contra las políticas de ajuste del gobierno nacional del ultraderechista Javier Milei. La convocatoria, liderada por la CGT, las CTA, asambleas barriales y diversas organizaciones sindicales y sociales, marcó el inicio de una jornada nacional de paro y protesta.
Columnas de sindicatos prominentes como Camioneros, UPCN, Sanidad, Uocra y otros marcharon sobre la avenida Rivadavia, mientras la UTEP se agrupaba más adelante. La Cámpora también tuvo su presencia. A partir de las 19 horas, se inició el paro del transporte, afectando significativamente la movilización que, si bien fue la adhesión de dicho gremio al paro, tuvo impacto en la participación.
Una convocatoria que unió a cientos de organizaciones
Destacó la presencia de un bloque independiente hacia el este de la plaza, compuesto por el sindicalismo combativo, organizaciones sociales, asambleas barriales, Unidos x la Cultura y partidos de izquierda.
Incluyó a sectores como Sutna, Unión Ferroviaria, trabajadores de GPS y del Hospital Italiano, así como agrupaciones estudiantiles y de desocupados como el Polo Obrero y el MST Teresa Vive.
A pesar de los obstáculos impuestos por las cúpulas sindicales, la jornada fue aprovechada por cientos de miles en todo el país para expresar su descontento con una inflación que las políticas de Milei ha disparado. Aunque aún no se conocen las cifras exactas del paro, se destaca su relevancia en varios gremios, a pesar de limitaciones como el transporte funcionando hasta las 19 horas.
La resistencia al ajuste económico sigue, con la necesidad de una lucha continua para derrotar las medidas impulsadas por el gobierno. La participación masiva refleja la determinación de diversos sectores a unirse contra las políticas que afectan a los trabajadores y al pueblo en general.
La CGT recurre a medidas de fuerza después de años contra la ultraderecha
Tras años de ausencia en convocatorias de medidas de fuerza, la dirigencia sindical se vio obligada a actuar debido a la intransigencia del gobierno nacional, que se negó a iniciar negociaciones solicitadas por la CGT.
Este movimiento sindical se presenta como una respuesta a la falta de diálogo del gobierno y como un intento de recuperación del peronismo, evidenciado por la participación de figuras políticas como el gobernador de Buenos Aires, Alex Kicillof y el ex ministro Gabriel Katopodis.
Los límites impuestos al paro forman parte de la estrategia política de la CGT. Los líderes sindicales buscan exhibir una movilización masiva capaz de influir en los legisladores que debatirán la Ley Ómnibus en el Congreso. En el acto de cierre, Pablo Moyano y Héctor Daer centraron su discurso en presionar a los legisladores, apuntando principalmente al peronismo y también a los miembros de la UCR.
La estrategia busca modificar votos y obtener un rechazo a la Ley Ómnibus. El titular de Sanidad argumentó: «Venimos con la Constitución en la mano, que establece claramente que los derechos son progresivos y no pueden retroceder». Por su parte, el adjunto de Camioneros instó a los diputados a actuar con dignidad y principios.
Fuente de esta noticia Diario LARED21 Digital Uruguay.
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