Jerusalén, 17 dic (EFE).- Cinco palestinos murieron este domingo en un ataque israelí con drones contra Tulkarem, en el norte de Cisjordania ocupada, con lo que los fallecidos en ese territorio en incidentes violentos con Israel supera los 500 este año, la cifra más alta desde 2002, en el pico de violencia de la Segunda Intifada.
Los cinco jóvenes murieron durante “la agresión israelí” en el campo de refugiados de Nur Shams de Tulkarem, “después de que los drones de la ocupación bombardearan el lugar”, que ha sido objetivo de decenas de redadas de las tropas israelíes desde que comenzó la guerra contra Hamás en la Franja de Gaza el 7 de octubre.
Desde esa fecha han muerto 297 palestinos en toda Cisjordania en enfrentamientos con el Ejército israelí o con colonos, más de la mitad del total de 505 fallecidos este 2023.
El Ministerio de Salud palestino confirmó la muerte la mañana del domingo de los hermanos Asad Zahra, Walid y Fathi, de 22 y 33 años respectivamente, y de Hatem Amarneh, de 23 años; horas después de que fallecieran en la madrugada Mahmud Jaber, de 21 años, y Ghaith Yasser Shehadeh, de 19 años.
“Murieron como consecuencia de los bombardeos de las fuerzas de ocupación dentro del campo, en medio de detenciones y destrucción de infraestructuras del campo, que fue declarado zona militar cerrada”, informó la agencia oficial de noticias palestina, Wafa.
Según Wafa, Jaber y Shehadeh murieron desangrados tras heridos en uno de los ataques con drones porque las tropas israelíes no permitieron que las ambulancias llegaran al campamento.
“Las fuerzas de ocupación están obstruyendo el trabajo de las ambulancias y los equipos de emergencia al ingresar al campamento de Nour Shams para llegar a las víctimas, y arrestaron a un voluntario”, denunció la Media Luna Roja palestina.
Durante la redada dentro de Nur Shams, donde entraron con blindados y retroescavadoras, las fuerzas de seguridad israelíes allanaron varias viviendas y arrestaron a al menos a cuatro palestinos; además de desplegar francotiradores en los tejados de los edificios altos, indicó Wafa.
Israel ha intensificado aún más sus redadas en Cisjordania para buscar “sospechosos de terrorismo” desde que comenzó la guerra contra Hamás en el enclave, y desde el 7 de octubre, ha detenido a más de 2.200 palestinos, de los que unos 1.200 tienen vínculos con el grupo islamista, según el Ejército.
Como los campos de refugiados de Balata en Nablus o el de Yenín, Nur Shams cuenta con milicias locales que se enfrentan a las tropas israelíes, que derivan en intensos combates armados, como ocurrió esta madrugada, y también ayer, cuando murió en ese campo Salim Hajar, de 25 años.
Ayer sábado se produjeron enfrentamientos armados entre tropas israelíes y jóvenes palestinos en varios puntos de Cisjordania, en los que murieron otras dos personas: Aziz Jalil, de 20 años, en Beit Ummar, cerca de Hebrón; y el adolescente de 16 años Ziad Badaha, en el campo de refugiados de Deir Ammar, cerca de Ramala.
Cisjordania ocupada vive su mayor espiral de violencia desde la Segunda Intifada (2000-05) con 505 muertos, la mayoría milicianos en enfrentamientos armados con tropas israelíes y atacantes, pero también civiles, incluidos más de un centenar de menores.
En paralelo, el área ha visto la proliferación de nuevos grupos armados palestinos, que realizan cada vez más ataques y han dejado 41 muertos del lado israelí, la mayoría colonos y siete uniformados.
Fuente de esta noticia Infobae
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